De la aerotermia ya hemos hablado largo y tendido. Resumiendo su funcionamiento en pocas palabras, podríamos referirnos a la aerotermia como un sistema que permite emplear la energía térmica del aire para ser capaces de producir tanto aire acondicionado como calefacción o agua caliente. Y no olvidar que es una buena opción para el autoconsumo.
Ya hemos visto cómo la Unión Europea quiere eliminar las calderas apostando para que en los hogares sean reemplazadas por bombas de calor. Y aunque aún queda tiempo, poco a poco van cogiendo protagonismo y por eso vamos a explicar como funcionan a la hora de calentar la casa y qué aspectos se deben tener en cuenta.
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Una bomba de calor aerotérmica es un sistema de climatización altamente eficiente que aprovecha la energía térmica presente en el aire exterior para calentar o enfriar espacios interiores. Funciona a través de un ciclo termodinámico que implica la compresión y expansión de un refrigerante. En otras palabras, extrae el calor presente en el aire o el agua y lo transfiere al interior para su uso en calefacción. Además, este mismo sistema puede funcionar como aire acondicionado, ya que aprovecha el calor latente en el proceso de cambio de fase del refrigerante.
Cómo funciona
La bomba de calor aerotérmica extrae la energía almacenada en el aire exterior, incluso cuando la temperatura ambiente es baja. Para ello, utiliza un evaporador, que es una bobina encargada de absorber el calor del aire y transferirlo al refrigerante, convirtiéndolo en vapor.
Este vapor caliente es comprimido en el compresor, lo que eleva su temperatura y presión, transformándolo en un gas a alta temperatura y presión. Posteriormente, este gas se dirige al interior de la vivienda a través de un sistema de conductos y unidades interiores, donde libera el calor absorbido previamente del aire exterior, calentando el espacio. Además de calefacción, el sistema también puede funcionar para refrigeración, proporcionando enfriamiento cuando sea necesario.
Después de liberar el calor en el interior, el refrigerante se expande al pasar por una válvula de expansión, lo que reduce su temperatura y presión. Esto lo convierte nuevamente en un vapor frío, que luego circula a través de la bobina del evaporador, donde absorbe el calor del aire interior. Este proceso permite enfriar el aire en la vivienda cuando el sistema opera en modo de refrigeración.
El refrigerante continúa circulando en este ciclo, capturando el calor del aire exterior y liberándolo en el interior, o viceversa, dependiendo de si el sistema está funcionando en modo de calefacción o refrigeración. Este ciclo eficiente garantiza un confort térmico óptimo en ambas estaciones.
Qué hay que tener en cuenta
Para instalar una bomba de calor no es necesario por ejemplo tener en cuenta desagües, que sí hacen falta en las calderas de condensación, o salidas de humos. Basta con tener en cuenta al resto de vecinos y consultar su instalación con la Comunidad de Propietarios.
Hay que distinguir además entre dos tipo de bombas de calor. Y es que las hay de aire-aire o aire-agua. Dejando a un lado que usen el aire o el agua para obtener y extraer la energía necesaria, en ambos casos no se requiere usar un combustible como gas, petroleo, butano... y no usa gases perjudiciales cómo los aires acondicionados. Tan sólo necesita electricidad para funcionar y en comparación con otros sistemas, el consumo es menor.
Es importante tener en cuenta que la eficiencia de una bomba de calor con aerotermia puede verse afectada por la temperatura ambiente. En general, este sistema funciona de manera más eficaz en climas moderados o húmedos en comparación con climas extremadamente fríos o secos. Con la aerotermia se puede alcanzar hasta un 400% más de eficiencia energética, de forma que por cada kWh utilizado de electricidad, se pueden generar 3 y 4 kWh de energía calorífica.
Ventajas de usar aerotermia
El mantenimiento de una bomba de calor aerotérmica es sencillo y su vida útil es más prolongada, ya que no es necesario realizar recargas periódicas de gas ni limpiar filtros y conductos con frecuencia. Solo se requiere una revisión por parte de personal técnico cualificado cada dos años para garantizar su correcto funcionamiento. La vida útil estimada de una bomba de calor es de unos 25 años, siendo el compresor su componente más delicado.
Es importante considerar el espacio disponible para la instalación. A diferencia de una caldera, una bomba de calor se asemeja más a un frigorífico en cuanto a tamaño, por lo que se debe buscar el lugar adecuado para su colocación. La unidad exterior puede instalarse en una terraza o patio, mientras que la unidad interior ocupará un espacio similar al de un electrodoméstico grande, lo cual puede ser un inconveniente si el piso es pequeño.
El coste inicial de una instalación de bomba de calor aerotérmica puede ser más elevado en comparación con otros sistemas, y variará según el tamaño de la vivienda y los metros cuadrados que se deseen climatizar. Es crucial elegir la bomba de calor adecuada, considerando tanto la instalación como el dimensionamiento correctos, por lo que es recomendable consultar a un profesional.
Ajustar la potencia. Para climatizar una estancia de 25 a 30 metros cuadrados, se necesita una potencia mínima de 3,5 kW. Esto implica que una bomba de calor de al menos 5 kW sería suficiente para un piso de tamaño medio, aunque es probable que se necesite aumentar la potencia eléctrica contratada, lo que afectará el coste de la factura energética mensual.
Y es que el coste inicial puede ser más alto. Parten de modelos básicos por unos 1.000 euros y llegan hasta unos 10.000 euros en los modelos más complejos para viviendas unifamiliares. Pero eso sí, ese sobrecoste se terminará amortizando con el paso del tiempo en función del uso que le demos a la calefacción, al aire acondicionado y el uso de agua caliente sanitaria.
Ayudas disponibles
Para poder sobrellevar el mayor coste, existen ayudas para hacer más llevadero el coste de la instalación con subvenciones del gobierno. Están impulsadas a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de España y reguladas en el Real Decreto 477/2021. Y aquí te explicamos cómo solicitarlas.
En resumen, la principal ventaja de una bomba de calor es que puede proporcionar calefacción y refrigeración eficientes utilizando una fuente de energía renovable y gratuita: el calor contenido en el aire exterior. Esto puede resultar en un ahorro significativo en los costos de energía en comparación con sistemas de calefacción y refrigeración convencionales. Además, las bombas de calor suelen ser más respetuosas con el medio ambiente, ya que generan menos emisiones de carbono en comparación con los sistemas de calefacción y refrigeración que utilizan combustibles fósiles.
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