Las Smart TV son ya unas compañeras inseparables de nuestro ocio diario, aunque para que esta "inteligencia" pueda funcionar adecuadamente es necesario que estén permanentemente conectadas a Internet dándonos acceso a sus múltiples servicios.
Sin embargo, muchas veces a la hora de instalar la tele no nos paramos a pensar cuál es la mejor conexión posible o la que más nos conviene en nuestro caso de uso concreto, lo que puede repercutir en futuros parones y esperas eternas a la hora de reproducir vídeos.
Por ello, a continuación vamos a repasar qué opciones tenemos para conectar nuestra tele a Internet en función de varios factores, como su ubicación en la vivienda y el uso que vamos a hacer de ella.
Tengo la tele en la misma habitación que el router
Si tenemos la tele instalada en la misma habitación que el router, estará a unos pocos metros de distancia, por lo que se nos plantean dos principales opciones: conectar mediante un cable Ethernet directamente a uno de los puertos del router o bien usar una interfaz WiFi en 5 o 6 GHz.
Conexión cableada Ethernet
Los televisores actuales suelen ofrecer la opción de conectarse a Internet mediante un puerto Ethernet, la elección más sencilla y que más estabilidad nos va a proporcionar en la conexión sin tener que andar introduciendo contraseñas de la red inalámbrica ni otros datos.
Simplemente tendremos que buscar un puerto libre en el router y usar un cable Ethernet con certificación Cat 5e o superior que es capaz de alcanzar teóricamente los 1.000 Mbps. Los enchufamos y listo, ya tendremos la mejor conexión posible con el menor retardo.
Esta opción tiene no obstante sus limitaciones, ya que en general los puertos Ethernet de las teles están limitados a una velocidad máxima de 100 Mbps incluso en los modelos de más alta gama.
No obstante, es una velocidad más que suficiente para la mayoría de usos que nos permitirá aprovechar cualquier servicio de streaming 4K que hay ahora mismo en el mercado. En el peor de los casos, y siguiendo las recomendaciones de las plataformas, actualmente necesitaremos picos de 50 Mbps (es el tope que nos pide HBO Max), por lo que con 100 Mbps tenemos más que de sobra.
También es adecuada para la reproducción de la mayoría de contenidos que tengamos en servidores domésticos desde la red local, para acceder a nuestros ordenadores, discos de red, NAS, etc. El único cuello de botella que podemos llegar a notar es en casos muy puntuales de algunos Blu-ray UHD completos extraídos directamente a un disco duro, algunas demostraciones de marcas y archivos técnicos muy exigentes que circulan por Internet.
Por ello, si somos usuarios que accedemos habitualmente a este tipo de contenidos que pueden llegar a superar los 100 Mbps (ya decimos que son casos muy puntuales, pero haberlos haylos) tenemos también otras opciones.
Para empezar podemos utilizar un adaptador de USB 2.0 o 3.0 a Ethernet (si es que la tele cuenta con uno de estos puertos) que nos ofrezca una mayor velocidad de conexión que típicamente sobrepasará los 300 Mbps reales. Esto tiene el problema de que no todos los adaptadores que nos venden en las tiendas son compatibles con todos los modelos de televisores, algo que tendremos que investigar para nuestro modelo concreto antes de comprarlo.
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Conexión por WiFi en 5 o 6 GHz
La otra poción que tenemos es aprovecharnos de la conectividad WiFi en las bandas de 5 o de 6 GHz en el caso de que tanto el router como la tele cuenten con ellas.
Cualquier router y televisor modernos (menos de 5 años) serán capaces de conectarse mediante el protocolo WiFi 5 en la banda de 5 GHz con velocidades que claramente sobrepasarán los 100 Mbps, siempre que estemos en un radio de cobertura relativamente corto del router (unos 10-15 metros), alcanzando sin mucha dificultad los 150-300 Mbps de media en situaciones reales.
También podemos contar en casa con un router, red Mesh, PLC con WiFi o sistema de acceso inalámbrico más moderno con WiFi 6E que nos permitirá a provechar la banda de 6 GHz, menos congestionada y capaz de mejores velocidades, ofreciendo además una menor latencia.
En general, una conexión en 5 o 6 GHz nos proporcionará una velocidad adecuada para cualquier uso de nuestra tele, incluidos los vídeos a 4K, aunque tendremos que andar introduciendo contraseñas y su estabilidad puede ser algo menor que la del cable Ethernet a medida que nos alejemos del router o si hay más dispositivos conectados a la misma red. De ahí que si tenemos la tele en una habitación muy alejada debamos recurrir a una frecuencia más baja como los 2,4 GHz.
Tengo la tele en una habitación alejada del router principal y sin puerto Ethernet
Conexión por WiFi en 2,4 GHz
Si no podemos usar la banda de 5 GHz porque la tele está muy lejos del router, entonces deberemos recurrir a la banda de 2,4 GHz, capaz de penetrar mejor entre las paredes de la vivienda y con un mayor radio de cobertura.
Es también un método sencillo para conectar nuestra pantalla, pero aunque la teoría nos promete velocidades de conexión muy por encima de los 100 Mbps en los estándares WiFi 4, WiFi 5 y WiFi 6 usados actualmente, la realidad es que tendremos limitaciones principalmente por las interferencias de redes cercanas que se entrometen en nuestra conexión.
Si vivimos en un edificio con muchos vecinos utilizando su propia red WiFi en 2,4 GHz, con multitud de redes, dispositivos Bluetooth a nuestro alrededor y otros equipos generadores de interferencias, entonces probablemente tengamos cortes en la conexión inalámbrica, ralentizaciones y pobres velocidades por debajo de los 100 Mbps que incrementarán los tiempos de espera al cargar aplicaciones y vídeos.
Esta velocidad final obtenida dependerá también de la distancia con el router principal. Aunque en 2,4 GHz tendremos una mejor capacidad para penetrar obstáculos que en 5 GHz no hace milagros. Si nuestros muros son gruesos, hay objetos metálicos de grandes proporciones en el camino, con grandes volúmenes de agua o simplemente estamos muy lejos, puede que la velocidad final que nos llegue sea escasa e insuficiente incluso para ver vídeos Full HD sin cortes, parones ni esperas eternas. En estos casos tenemos otra opción disponible que pasaremos a comentar en el siguiente apartado.
Conexión mediante PLC, con o sin WiFi
Otra opción pasa por conectarnos mediante un intermediario al router gracias a un par de adaptadores PLC que convertirán la conexión eléctrica de casa en una ampliación de nuestro cable Ethernet.
Suele ser útil para situaciones en las que la tele se encuentra en una habitación muy alejada del router y donde la conexión inalámbrica no llega con suficiente potencia. Además, algunos modelos traen punto de acceso WIFi integrado, por lo que podemos conectar la tele al PLC de forma inalámbrica y el PLC al router a través de la red eléctrica de casa.
La ventaja de este sistema es su sencillez, ya que los adaptadores suelen ser muy fáciles y rápidos de instalar y configurar, aunque como inconveniente tendremos que la velocidad obtenida no será tan buena como en la conexión directa por Ethernet y estaremos expuestos a los habituales inconvenientes de los adaptadores PLC.
Por ejemplo, podemos tener pequeños cortes ocasionales en la conexión y bajadas de velocidad que dependen del estado de la red eléctrica y del uso que estemos haciendo de ella en cada momento (por ejemplo cuando encendemos un electrodoméstico como la lavadora, horno, radiador, etc. el rendimiento puede oscilar).
Imagen portada | Jose Antonio Carmona
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