No ha llegado el verano, pero el calor se ha presentado antes de tiempo en buena parte del país y no son pocos los usuarios que ya han comenzado a buscar en armarios y trasteros los ventiladores que guardaron hace menos de un año.
Pero hay casos en los que estos no aparecen, no funcionan o sencillamente no existen y no queda más remedio que pasar por caja y comprar un aparato que nos alivia de los calores estivales. Por eso, y para acertar con el modelo ideal, no está de más seguir una serie de pautas y consejos, puesto que en función de nuestras necesidades, tendremos que elegir el ventilador más adecuado.
Ventiladores por tipos
Ventiladores hay de muchos tipos. De techo, de sobremesa o de pie, pero también los tenemos con batería, enchufados, integrados en el hogar conectado, de más o menos tamaño. En función del uso que queramos darle, tendremos que elegir el modelo adecuado. Por eso lo primero es ver los tipos de ventiladores más habituales:
Ventiladores de sobremesa
Ideales para espacios pequeños, estos ventiladores suelen ser menos potentes y además, dado su tamaño más compacto, permiten el que se puedan llevar de un sitio a otro sin problema. En este sentido, hay modelos para todos los gustos, incluso algunos ventiladores con ella que pueden servir para conformar la decoración de casa.
Ventiladores de pie
El ventilador de toda la vida, el que está colocado sobre una base y una peana que permite situarlo a la altura deseada, sin tener que buscar una superficie en la que colocarlo. Suelen estar hechos de acero, tener más potencia y contar con la posibilidad de regular inclinación o altura.
Ventiladores de pared
Pese a no ser tan habituales, puede que los hayas visto sobre todo en oficinas y despachos. Se trata de ventiladores que buscan refrescar el ambiente sin molestar a las personas que circulan por la sala.
Ventiladores de techo
Es el modelo ideal para colocar, sobre todo en dormitorios, dado que se trata de ventiladores, que hace muy poco ruido y que nos ayudan a dormir cuando hace calor sin tener que emplear el aire acondicionado. Entre ellos, podemos encontrar los clásicos que se activan tirando de una pequeña cuerda a los más modernos que ya se controlan con el móvil.
Ventiladores de torre
Una variante del ventilador de pie, es el modelo tipo torre. Delgados y verticales, son ideales para usar en estancias con espacios ajustados. Frente a las aspas en círculo, estos modelos las esconden en una "torre" y son más seguros ante accidentes con niños o animales.
Dónde vamos a colocar el ventilador
Y lo primero es tener claro la habitación en la que queremos colocar el ventilador. Aquí no se trata de conocer con exactitud los metros cuadrados para determinar, como con el aire acondicionado, el espacio a enfriar, sino para evitar que un ventilador excesivamente grande ocupe un espacio que precisamente no es que sobre.
En este sentido, si se trata de una habitación pequeña, bastará con un modelo con un diámetro más reducido, mientras que si la estancia en la clavamos a colocar es más grande, podremos optar por un modelo con una mayor circunferencia.
Eso afecta, sobre todo a los modelos de sobremesa o de pie, puesto que en el ventilador de techo el diámetro no aspecto tan diferencial, si bien no podemos olvidar que a más tamaño de las aspas, más eficazmente funciona. Hay que tener en cuenta que para que funcione de forma óptima, debe generar un caudal de aire adecuado para la estancia que puede ser de 50 m3/10m2.
Además, si optas por un modelo de este tipo, tendrás que tener muy en cuenta el techo que tienes en casa. Y es que si tu techo está en pladur, tendrás que comprobar que la estructura admite el peso del ventilador para poder colgarlo con total seguridad y sin peligro de que se desprenda. Si no tienes el techo preparado, tendrás que reforzarlo de la forma adecuada previendo el peso que vas a colgar de el. En el caso de un techo de bovedilla o ladrillo, no tendrás problema y podrás colocar un ventilador de este tipo sin problema alguno.
En el caso de los ventiladores de techo, también tendrás que tener en cuenta la altura que hay desde el suelo al techo de la habitación. Se trata de hacer el ventilador accesible, y en el caso de que tengas que controlarlo a mano, que puedas alcanzar el sistema de manejo sin problema.
Si el ventilador es de techo, debemos vigilar que quede una instancia de más o menos medio metro desde las aspas a cualquier obstáculo lateral y que ésta se sitúe a unos dos metros del suelo.
El tamaño aquí importa
Las aspas y su tamaño es otro aspecto que hay que observar. Hay modelos con 3, 4, 5 o más aspas. Los diámetros más comunes son de 75, 106, 122 y 132 centímetros función del diámetro, podremos enfriar de forma más eficaz una estancia.
Así para habitación de unos 15 metros cuadrados será aconsejable usar un ventilador del menos 106 centímetros de diámetro. Además, a mayor número de aspas más será el frescor que genera al funcionar. De esta forma, puede interesar más hacerse con un ventilador de menos potencia y más aspas que uno más potente y con menos aspas, ya que el primero hará además que ahorremos en el consumo de luz.
Cuidado con el ruido
Si la vamos a colocar en una habitación en la que vamos a descansar, tenemos que buscar además un modelo que tenga un buen equilibrio entre potencia y ruido. Se trata de encontrar un ventilador cada vez que refresca, permita funcionar, generando muy poco ruido.
Por eso podemos buscar alguno de los modelos que se esconden en el mercado y que cuentan con un modo silencioso o un modo noche, de forma que incluso logran apagar la luz indicadora de funcionamiento para que no nos molesten.
Si buscamos un ventilador de pie o de sobremesa con el objetivo de llevarlo de un sitio a otro del piso, es ideal hacernos con un modelo que sea fácil de montar y de transportar. Además, este último apartado se puede complementar con otro, como el de que sea ventilador fácil de desmontar y que facilite el que después podemos guardarlo "despiezado" para que ocupe menos espacio.
Bonus track
Luego y como extra, podemos buscar ventiladores que tengan capacidades como son la posibilidad de programarlos, el uso de un mando distancia que haga que no tengamos que levantarnos para cambiar la velocidad de funcionamiento o incluso el que puede funcionar con una batería y así podemos colocarlo en cualquier habitación aunque no exista un enchufe.
Además, en el mercado hay modelos que cuentan con funciones extra, como son las de humidificación o ionización del aire. Ventiladores que permiten por ejemplo usar agua para hacer más agradable el ambiente o para acabar con partículas que pueden afectar a la respiración
Imágenes | RamiRamli en Pixabay, Cottonbro Studio, Andrew George, Cecotec
Imagen Portada | Galvão Menacho