A la hora de disfrutar de nuestras películas y series favoritas ya hemos recomendado en otras ocasiones cómo configurar o calibrar la pantalla de la Smart TV para tener la mejor calidad de imagen posible o qué parámetros hay que tocar para poder ver contenidos muy oscuros.
Pero hay un factor adicional que pocas veces se suele mencionar y que cambia por completo la sensación percibida en cualquier televisor del mercado. Un factor que no se modifica pulsando un botón en la tele, sino más bien uno situado en la pared de la sala.
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¿Luces encendidas o apagadas para ver la tele?
Se trata de la luz ambiental de la sala donde vamos a ver la tele, un aspecto que muchas veces ni nos paramos a considerar y que en ocasiones no pensamos incluso que sea algo "controlable" a la hora de configurar la pantalla.
De hecho, muchos usuarios solemos tener varios modos de configuración diferentes, uno para entornos con luz (por ejemplo para ver la tele por el día) y otro para entornos sin luz (para ver la tele por las noches) y vamos cambiando en función de la hora o situación concreta que sea.
¿Por qué es importante la luz de la sala? Pues muy sencillo, porque el ojo humano percibe una cosa por encima de todo: el contraste o la relación entre la luz y la oscuridad. Cuanto más oscuro es el entorno donde estamos, más fácil nos resulta ver la diferencia con respecto a una pequeña luz emitida por la pantalla y así es posible apreciar mejor los microdetalles, los contornos de las figuras, leer los letreros, etc.
Los reflejos brillantes en la pantalla resaltan más si estamos a oscuras, los negros se vuelven más oscuros, los colores parecen ser mucho más puros y el vídeo se ve mucho mejor y de forma más impactante de inmediato. Esto hace que sea mucho más fácil disfrutar de películas y series oscuras como las de terror o misterio.
Luces fuera: OLED vs. LCD
Los televisores más baratos tienen una cosa en particular y es contar con menos luz de fondo que en las gamas altas. Mientras que los modelos tope del mercado alcanzan fácilmente los 1.500-2000 nits de brillo máximo (sobre todo en tecnologías LCD), algunos más básicos ni siquiera alcanzan los 700-1000 nits.
Esto hace que en contenidos con HDR apagar las luces de la sala en un modelo de televisor más modesto permita a la tele extraer todo el potencial de los nits que pueda proporcionar. Pero también hay una contrapartida: si se trata de una pantalla con panel LCD-LED estaremos maximizando también la percepción de los defectos del panel y en especial del efecto blooming, esos "negros lavados" o halos que se producen alrededor de las imágenes brillantes sobre fondos oscuros.
Con las teles OLED y QD-OLED la percepción será mucho mejor a pesar de que suelen ofrecer niveles de potencia luminosa inferiores a las LCD, ya que pueden apagar los píxeles de forma individual. Sin embargo, las pantallas LCD, ya sean miniLED, LED, QLED aunque tengas cientos o miles de zonas de atenuación FALD el defecto se magnifica si apagas la luz.
¿Qué podemos hacer? En estos casos lo más recomendable es encender una pequeña fuente de luz auxiliar de baja luminosidad y situada en punto de la habitación donde no se refleje en la pantalla.
A ser posible conviene que podamos regular la potencia de la bombilla, ya sea de forma eléctrica con algún mando o bien simplemente es posible poner alguna tela, paño o ir tapando parte de la lámpara para ajustar la cantidad de luz que dejamos pasar. Si usamos una bombilla LED en general no habrá problemas de sobrecalentamiento de estas telas, papeles o similares, ya que el calor emitido es mínimo si se trata de modelos típicos de entre 5 y 11 vatios.
Con esta luz pasamos de estar completamente a oscuras a tener una pequeña ayuda que nos permitirá reducir la percepción de estos defectos intrínsecos a la tecnología LCD.
Ver la tele con poca luz y la fatiga visual
¿Y qué pasa con el asunto de la fatiga visual? Pues es otro problema de ver la tele con las luces apagadas que no se da igual en todos los usuarios pero que si lo sufrimos puede ser de lo más molesto.
Al tener solo una fuente de luz a donde mirar (en este caso la pantalla de la tele) o aunque pongamos una lámpara auxiliar de baja potencia, nuestra vista se cansará antes ya que seremos menos capaces de compensar la ametropía existente. Es decir, perdemos agudeza visual y para compensar se fuerza la musculatura provocando en algunos casos ardor en los ojos, fatiga o incluso dolores de cabeza si estamos mucho tiempo.
¿Qué se puede hacer? Pues dependiendo de lo susceptibles que seamos a este problema podemos subir un poco más la luz ambiental, hacer descansos a mitad de la película, bajar el brillo de la pantalla o directamente reservar solo las luces apagadas para ver contenidos concretos (alguna película que nos guste mucho por ejemplo) y no directamente todo lo que echen por la TDT.
Imagen portada | Jonas Leupe
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