Es algo que estamos acostumbrados a usar en el día a día pero la fibra óptica y su llegada a los hogares tiene un proceso bastante llamativo que no todo el mundo conoce. Es el llamado despliegue de fibra óptica (FTTH, acrónimo del inglés Fiber To The Home) o fibra hasta la casa, que hace posible que llegue hasta nuestros hogares.
Si ya hemos visto curiosidades como el número de la roseta, ahora veremos como llega la fibra hasta ese cajetín. El proceso de llevar fibra óptica hasta las casas o edificios implica varias etapas que van desde la planificación y diseño hasta la instalación y activación. A continuación te explicamos como se hace todo y cuáles son las fases de una instalación de FTTH
Despliegue de la FTTH
Lo primero es que aparece una empresa de telecomunicaciones o un proveedor de servicios de internet (ISP) que decide expandir su red de fibra óptica en una determinada área geográfica. Se realiza entonces un estudio de viabilidad para determinar la demanda y la inversión requerida.
Es un proceso largo que incluye muchas fases que por ejemplo busca realizar una estimación del recorrido del cable en la que se tienen en cuenta datos como la existencia de cableado de otras operadoras, el número de empalmes, los vecinos de la zona, número de viviendas por cada finca...
La empresa solicita y obtiene los permisos necesarios de las autoridades locales y, en algunos casos, puede ser necesario excavar zanjas o realizar trabajos de construcción. Este proceso de autorización se puede extender más o menos en el tiempo y en él inciden muchos factores según la zona.
Instalación de cableado y cajas
Comienza el despliegue de la infraestructura y se instalan los cables de fibra óptica subterráneos a lo largo de rutas planificadas o, en algunos casos, se utilizan postes para cables aéreos.
La instalación tiene su inicio en el llamado punto de compartición, que es el punto los operadores conectan sus centrales. Es la última división y es desde donde salen cada uno de los cables de fibra que llegan a las casas para dar servicio a los vecinos de la zona. Un solo cable de fibra de la central se comparte con hasta 64 vecinos.
El primer operador que llega a una zona instala el cableado, su propia red, la cual luego puede alquilar si lo desea a otros operadores para que presten servicio de fibra a clientes de otras empresas.
Se instalan cajas de empalmes (CTO) y distribución en ubicaciones estratégicas a lo largo de la red y cada punto de compartición abarca una determinada zona para luego llegar a los hogares de dicha zona.
Las cajas de empalmes o CTO (son esas cajas de color negro que ves en las fachadas con un número en fondo blanco) se colocan en el exterior del edificio o cerca de éste. A esa caja llega la fibra de la red exterior, la que procede del punto de compartición o la central y se encarga de llevarla al interior de los edificios. En el caso de edificios con un gran número de vecinos, la caja terminal óptica puede tener a la vez la función de punto de compartición.
Llegada a los vecinos
Luego se instala una caja de conexiones en el interior del edificio, que se conecta al punto de entrada de la fibra. Conocida como OLT, es el dispositivo que el operador tiene en el exterior de tu casa y que se encarga de enviar la señal principal los vecinos. Normalmente se hace en el cuarto de telecomunicaciones o en edificios antiguos en zonas habilitadas a tal fin o en dependencias como garajes o trasteros.
Se tiran entonces cables de fibra óptica hacia las unidades de vivienda de usuarios individuales. Las fibras se dividen en otras iguales mediante "splitters", que se colocan estratégicamente en zonas como rellanos, portal... y de los cuales sale los cables cada piso.
Los vecinos interesados que quieran instalar la fibra lo solicitan a su operadora, por si tiene red propia en la zona. Si no la posee, puede que tenga acuerdo con otra para el alquiler de la fibra y así poder prestar servicio.
Se procede con la instalación del punto de terminación de red óptica (PTR-O). Es la popular "roseta" que tenemos en casa y a ella se conecta un equipo de terminación de fibra óptica, lo que se conoce como ONT ("Optical Network Terminal"), en cada unidad de vivienda o lugar de uso. El ONT, del que ya hemos hablado, convierte la señal de fibra óptica en una señal que se puede utilizar en dispositivos de red y equipos del usuario.
La operadora se encarga de realizar pruebas para asegurarse de que la conexión de fibra óptica esté funcionando correctamente y en algunos casos, el instalador se encarga de configurar el router para habilitar el servicio de internet y otros servicios.
En el proceso final, los usuarios reciben sus datos de acceso y se activa el servicio de Internet y otros servicios que ofrece el proveedor. A partir de ahí, será la empresa proveedora de servicios la que ofrezca soporte técnico y mantenimiento continuo para garantizar el funcionamiento ininterrumpido de la conexión de fibra óptica.
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