Llega el frío y a la hora de climatizar la casa. Lo normal es tirar de sistemas de calefacción que se basan en el uso de la electricidad y el gas. Pero lo que quizás no es tan popular como el que se puede mantener el calor de casa, adoptando otras medidas y usando otros dispositivos.
Acciones y elementos que tienen en común el que permiten independizarse del uso del gas y la electricidad a la hora de calentar la casa sin gastar electricidad, algo que puede ser un desafío, pero que esconde algunas opciones que podrías considerar.
Opciones que pueden ser más efectivas, esto hay que dejarlo claro, dependiendo de la región y el clima en la que estemos viviendo. Hay algunas cosas que podemos hacer para aprovechar el entorno y así por ejemplo puedes aprovechar la luz solar. Durante el día, abre las cortinas y persianas para permitir que entre la luz solar. Esto puede calentar naturalmente los espacios interiores.
En este sentido, además puedes considerar técnicas que te pueden ayudar como es el caso de la calefacción pasiva. Y es que el diseño de la casa se puede usar y aprovechar la orientación solar, la selección de materiales que retengan el calor y la instalación estratégica de ventanas.
Chimeneas y estufas de bioetanol
Las chimeneas y estufas de bioetanol son dispositivos de calefacción que utilizan bioetanol como combustible. El bioetanol es un tipo de alcohol producido a partir de materias primas renovables, como el maíz, la caña de azúcar, la remolacha o incluso residuos agrícolas y forestales. También llamado biomasa es una de las alternativas más conocidas al uso del gas o la electricidad.
Estos dispositivos, son considerados opciones más respetuosas con el medio ambiente en comparación con algunas fuentes de energía tradicionales, si bien aún emiten dióxido de carbono (CO2) y vapor de agua durante la combustión. Además, la eficiencia térmica de estos dispositivos puede variar, y su capacidad para calentar grandes espacios puede ser limitada en comparación con algunos sistemas de calefacción convencionales.
Se trata de opciones que parten de precios baratos y que sobre todo en las estufas, suelen tener un diseño más compacto y se pueden colocar en diversas habitaciones, proporcionando calor adicional de manera portátil.
Estufas de policombustible
Las estufas de poli combustible son dispositivos de calefacción que están diseñados para quemar varios tipos de combustibles sólidos. Estas estufas son versátiles en el sentido de que pueden utilizar diferentes materiales como combustibles, permitiendo a los usuarios elegir entre una variedad de opciones según la disponibilidad y las preferencias personales. Los combustibles comunes que pueden ser utilizados en estufas de poli combustible incluyen:
Son similares a las estufas de pellets, pero a diferencia de esta pueden funcionar con materiales como cáscaras de almendra, huesos de aceituna y otros residuos agrícolas. Aparatos que destacan porque no expulsan gases tóxico y que por lo tanto, son respetuosas con el medio ambiente.
Además, la capacidad de usar múltiples tipos de combustibles proporciona flexibilidad a los usuarios, especialmente en áreas donde ciertos combustibles pueden ser más accesibles o económicos en comparación con otros. Además, estas estufas suelen estar equipadas con sistemas de control que permiten ajustar la cantidad de aire que se suministra al fuego, lo que influye en la eficiencia y la regulación de la temperatura.
Bombas de calor geotérmicas
Las bombas de calor geotérmicas son sistemas de calefacción y refrigeración que aprovechan la energía térmica almacenada en la tierra para transferirla al interior de un edificio. Estas bombas de calor utilizan el principio de la energía geotérmica, que es la energía térmica almacenada en el subsuelo de la tierra. La temperatura en el subsuelo se mantiene más constante a lo largo del año en comparación con la temperatura del aire exterior.
El funcionamiento básico de una bomba de calor geotérmica implica la extracción de calor del suelo en invierno y la transferencia de calor al suelo en verano. Un sistema en el que intervienen distintos componentes:
Bucle geotérmico: puede ser cerrado y enterrado en el suelo o en una fuente de agua cercana. Pueden existir dos tipos principales de bucles: horizontales (enterrados horizontalmente en el suelo) o verticales (perforados verticalmente en el suelo).
Refrigerante o fluido transportador de calor: un líquido, a menudo una mezcla de agua y anticongelante, circula a través del bucle geotérmico. Este líquido absorbe el calor del suelo en invierno y lo libera al suelo en verano.
Bomba de calor: es el componente central del sistema. Toma el calor absorbido del bucle geotérmico y lo utiliza para calentar el aire o el agua que se distribuye en el sistema de calefacción de la vivienda. En verano, el proceso se invierte, y la bomba de calor puede actuar como un sistema de aire acondicionado, extrayendo calor del interior del edificio y liberándolo en el suelo.
Las bombas de calor geotérmicas son eficientes porque la temperatura en el subsuelo es más constante en comparación con las fluctuaciones de temperatura del aire exterior. Además, estas bombas de calor son consideradas sistemas respetuosos con el medio ambiente, ya que aprovechan una fuente de energía renovable y tienen un impacto ambiental menor en comparación con algunos sistemas convencionales.
Aunque las bombas de calor geotérmicas pueden requerir una inversión inicial más alta en comparación con algunos sistemas de calefacción y refrigeración convencionales, a menudo se pueden recuperar a lo largo del tiempo debido a su mayor eficiencia y ahorro de energía a largo plazo en comparación a los sistemas tradicionales de radiadores eléctricos y calderas de gasoil.
Calderas renovables
Las calderas renovables son sistemas de calefacción que utilizan fuentes de energía renovable para generar calor. Estas calderas son una alternativa más sostenible y respetuosa con el medio ambiente en comparación con las calderas convencionales que queman combustibles fósiles como el gas natural o el petróleo.
Al utilizar fuentes de energías renovables, contribuyen a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y la dependencia de los recursos no renovables. Y es verdad que usan gasoil, gas o electricidad, pero es sólo un mínimo para hacer funcionar e iniciar el motor del compresor. Entre este tipo de calderas se engloban distintos tipos de calderas:
- Calderas de biomasa: utilizan materiales biodegradables y renovables, como madera, pellets de madera, residuos agrícolas o pellets de cáscara de nuez, como combustible. La combustión de biomasa libera dióxido de carbono, pero este CO2 es parte del ciclo natural del carbono, ya que las plantas que componen la biomasa absorben CO2 durante su crecimiento.
- Calderas de aerotermia: aprovechan la energía térmica contenida en el aire para calentar agua. Estas calderas utilizan una bomba de calor para extraer calor del aire exterior y transferirlo al sistema de calefacción del hogar. Pueden utilizarse tanto para calefacción como para producción de agua caliente sanitaria.
- Calderas de geotermia: funcionan de forma similar a las bombas de calor por geotermia. Las calderas de geotermia aprovechan la energía térmica almacenada en el subsuelo. Extraen calor del suelo para calentar agua, y este calor se utiliza para la calefacción de espacios o para la producción de agua caliente.
- Calderas solares térmicas: utilizan la energía solar para calentar un fluido térmico que, a su vez, transfiere calor al agua del sistema de calefacción. Estas calderas a menudo se complementan con paneles solares instalados en el techo para captar la energía solar.
- Calderas híbridas: calderas basadas en sistemas híbridos que pueden utilizar múltiples fuentes de energía. Por ejemplo, una caldera híbrida puede combinar la biomasa con la energía solar o la aerotermia para mejorar la eficiencia y la versatilidad.
Bonus extra
Junto a estos dispositivos y todas sus variantes, hay que tener en cuenta que es fundamental el aislamiento, el buen aislamiento de la vivienda. Asegúrate de que tu casa esté bien aislada para retener el calor.
Igualmente no se puede descuidar la ventilación. Es esencial tener una ventilación adecuada para evitar la acumulación de humedad, que puede hacer que se sienta más frío.
Cómo ya vimos, se pueden usar alfombras y cortinas gruesas como elementos que pueden ayudar a retener el calor en el suelo y bloquear corrientes de aire frío, sin olvidar el uso de mantas y ropa de casa adecuada. Se aconseja vestir capas de ropa abrigada en interiores y utiliza mantas para mantenerse caliente. Además, asegúrate de tener ropa de cama cómoda y abrigada para la noche.
Incluso puedes aprovechar el tiempo que pasas en cocina para reutilizar el calor generado preparando platos que suelen tener más calorías. Utiliza el horno y la estufa para cocinar. El calor generado puede contribuir a calentar la cocina y áreas circundantes.
Además, puedes usar una estufa de leña o carbón para calentar ciertas áreas de tu hogar. No son tan eficientes, pero en algunos casos pueden ser rentables.
Recuerda que estas sugerencias pueden no ser tan efectivas como los sistemas de calefacción convencionales, pero pueden ofrecer algún alivio y reducir la necesidad de utilizar electricidad o gas para calefacción. Además, es importante tomar medidas de seguridad adecuadas al implementar estas opciones.
Imagen portada | Curtis Adams
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