A la hora de manejarme en el día día suelo usar tanto un iPhone 15 Pro (es el que más aprovecho al trabajar al usar el ecosistema Apple con macOS) como un teléfono basado en Android, en este caso un Galaxy S24 Ultra. La combinación de ambos sistemas me ha llevado a adoptar en casa todo tipo de altavoces conectados, tanto de Apple como de Google pero también de Amazon con Alexa.
Y aunque en un principio era reacio a usar este tipo de dispositivos en casa, he de reconocer que poco a poco me he ido adaptando a su uso. Ya conté mi experiencia con ellos, y con el paso del tiempo tengo que reconocer que son, unos más que otros, los que realmente me sirven en el día día.
Un pódium personal en el que el primer puesto es para...
En casa ido acumulando altavoces conectados o inteligentes, que ambos términos son igualmente válidos. Tengo distintos altavoces de Apple, tanto el HomePod como el HomePod mini y además hay en casa varios Nest mini y dos altavoces con Alexa, un Echo Spot y un Echo Dot.
Todos los altavoces los tengo distribuidos en distintas estancias y habitaciones de la casa con el fin de que puedan prestar distintos servicios y es en parte la justificación por la que uso unos más que otros aunque como ahora veremos no es el único motivo.
Partiendo de la base de que por la superficie de la casa todos tienen una buena conexión al Wi-Fi y todos son perfectamente operativos, uso unos más que otros y realmente unos me sirven en el día día mientras que otros tienen un uso puramente anecdótico. Pero aparte de por la habitación o el uso que se le vaya dar además circunstancias que potencian el que realmente unos me sirvan mejor en el día a día.
En este punto quiero hacer un inciso puesto que no es comparable la calidad de audio que ofrecen los altavoces de Apple si los comparamos con el Echo Dot y sobre todo con los Nest Mini y eso es algo que hay que tener en cuenta.
Voy a empezar con los que realmente uso menos, que no quiere decir que sean peores. Los altavoces de Google, en este caso los Nest Mini, los tengo distribuidos en la cocina, despacho, baño y también en el dormitorio de invitados. Dejando este último de lado, tanto el de la cocina como el de baño los suelo usar sobre todo para escuchar listas de Spotify en los momentos en que preparo la comida o que estoy haciendo alguna otra tarea. El del despacho lo tengo también, aparte de para escuchar música, para controlar algunas de los sistemas automáticos que tengo en casa, sobre todo iluminación en forma de bombillas conectadas y regletas.
El problema que encuentro con los altavoces de Google, pese a que son compatibles con una gran cantidad de los dispositivos que tengo en casa, son los fallos que suelen presentarme en cuanto a conectividad. Suele ser habitual que mientras uno de los altavoces con Alexa conecta con una bombilla perfectamente, los altavoces de Google presenten problemas afirmando que han perdido la conexión o que no encuentran este u otro dispositivo y como no es la primera vez que me pasa he terminado desechando prácticamente desuso en según qué circunstancias.
Los segundos en la lista en lo que se refiere a frecuencia de uso son los altavoces de Apple. Muy pocos accesorios en casa son compatibles con ellos, ya que HomeKit sigue presentando ese talón de Aquiles, un punto débil en el que Apple y el resto de empresas deben trabajar. Lo cierto es que estos altavoces los tengo distribuidos sobre todo para aprovecharlos como sistema de reproducción multimedia.
Tanto los HomePod mini, de los cuales tengo dos en el despacho como sistema estéreo, otros dos junto a la tele para completar el equipo de música y otros dos junto a la tele de la habitación para aprovechar el Apple TV 4K, son usados sacar el sonido con más calidad. Esta es la parte positiva. En la negativa, a la falta de compatibilidad he de sumar dos apartados más.
A la hora de hablar de Siri como asistente tengo que reconocer que es el que peor resultados ha ofrecido a la hora de hacer cualquier tipo de consulta y el que más errores me ha presentado, quizás síntoma del trabajo que Apple tiene por delante. Otro punto en contra es la falta de integración con Spotify (de forma nativa), algo que podría ser un problema mayor si no tuviese una suscripción a Apple Music. Este es básicamente el uso que les doy a los altavoces de Apple y es aquí donde toca hablar de lo que realmente ofrece en el mejor resultado.
Son los altavoces que están en minoría en el hogar, los firmados por Amazon, los que realmente me dan un mejor resultado en casi cualquier terreno. Compatibles con listas de Spotify, de forma que pueda aprovechar la colección musical, pero también compatibles con una gran cantidad de dispositivos para el hogar inteligente.
Una inmensa mayoría de los productos que tengo en casa conectados son compatibles con Google y con Alexa, y es con este último soporte con el que ofrecen un mejor resultado. Mientras que con Google Assistant suelen producirse errores, con Alexa no encuentro casi fallos. Cualquier acción es ejecutada de forma inmediata y cualquier consulta al asistente suele presentar una respuesta bastante relacionada con lo que he preguntado.
La pega que encuentro en estos altavoces en la falta de calidad para reproducir música, sobre todo en el Echo Spot, pero es algo que no buscaba cuando lo compré, por lo que no resta un ápice a la nota final.
En resumen, es Alexa y los altavoces de Amazon lo que mejor resultado me ofrece en el día día. Eso no quiere decir que sean los mejores, pues considero que son los HomePod de Apple los que mayor calidad de imagen ofrecen, si bien tanto Siri como los productos compatibles son su gran talón de Aquiles. En lo que respecta a los de Google, una gran compatibilidad con multitud de dispositivos no evita que presenten, en mi caso, demasiados errores, los que los condena a quedarse con la medalla de bronce en este podium personal.
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