En el mundillo de la alta fidelidad no resulta extraño ver altavoces con diseños extraños o poco convencionales. Un claro ejemplo son los bafles de tipo array, que consisten básicamente en una caja acústica con múltiples drivers o conos que facilitan la dispersión horizontal y/o vertical del sonido.
Hoy os traemos un buen representante de este concepto de diseño, el ClairAudient 16+16 que la marca Audience presentará públicamente el próximo junio. Como habréis deducido por su nombre y por las imágenes, se trata de un bafle que incorpora 16 pequeños altavoces de 3 pulgadas full-range y que teóricamente es capaz de abarcar un rango frecuencial que va desde los 30 Hz hasta los 22 KHz.
Bajar hasta 30 Hz no es fácil con altavoces tan pequeños, por lo que para conseguirlo han necesitado recurrir a una serie de radiadores pasivos (altavoces que se mueven por las ondas sonoras generadas por el resto de altavoces y no por la electricidad) situados en la parte trasera del bafle.
Gracias al elevado número de componentes es capaz de soportar potencias máximas RMS de hasta 500 vatios, con una presión sonora de 126 dB sobre 8 ohm y, según sus creadores, es capaz de recrear a la perfección el sonido ambiente de grandes conciertos y auditorios, gracias a la dispersión en el plano horizontal y a las múltiples reflexiones generadas en las paredes cercanas.
Personalmente, este tipo de altavoces con múltiples elementos radiantes me gustan para según que cosas, como por ejemplo los conciertos mencionados por sus creadores, ya que recrean mejor el sonido ambiente.
Sin embargo, según a quien le preguntéis os dirá que presentan el inconveniente de ofrecer un sonido menos nítido que los altavoces con un solo elemento radiante por vía (uno para agudos, uno para medios y otro para graves, por ejemplo), aunque eso ya va en gustos y depende mucho de las características de la sala en la que lo tengamos instalado.
Características que para disfrutar de este ClairAudient 16+16 deberán ser generosas en espacio, ya que mide aproximadamente un metro con ochenta centímetros de alto por unos 30 de profundidad, a la que tendremos que sumar la distancia necesaria para alejarlo bastante de las paredes, si queremos extraer su verdadero potencial. Claro que si podemos permitirnos los 72.000 dólares por pareja que cuesta seguro que tenemos una sala capaz de dar la talla.
