Las freidoras de aire se han ido poniendo de moda en los últimos años siendo capaces de sustituir a las tradicionales en ciertas recetas, como por ejemplo en las patatas fritas, y en teoría con un cocinado más saludable al usar muy poco aceite.
Ahora un nuevo estudio de la Universidad de Birmingham ha querido profundizar más en el aspecto más desconocido de estos aparatos, la contaminación del aire que respiramos mientras estamos cocinando, obteniendo unas interesantes conclusiones.
Una alternativa menos contaminante
El estudio titulado 'Impacto de los métodos de cocinado en la calidad del aire interior: un estudio comparativo de emisiones de partículas (PM) y compuestos orgánicos volátiles (VOC)', fue publicado en la revista científica Indoor Air y trata sobre diferentes métodos de cocción y su impacto en la calidad del aire que respiramos dentro de casa.
Para ello tiene en cuenta aspectos como las cantidades de partículas en suspensión (PM) y los compuestos orgánicos volátiles (VOC) de las frituras clásicas y de otros sistemas más avanzados como las freidoras de aire, que no dejan de ser unos hornos de convección en miniatura.
En el experimento se probaron cinco métodos de cocción para preparar pechugas de pollo: fritas en sartén, fritura profunda, salteadas, hervidas y guisadas en freidora de aire. ¿El resultado? Pues que de todos los métodos analizado, la freidora de aire fue el que produjo la menor cantidad de emisiones de PM según las siguientes cantidades:
- Fritura ligera en sartén: 92,9 µg/m³
- Fritura en abundante aceite (freidoras clásicas): 7,7 µg/m³
- Salteadas: 26,7 µg/m³
- Hervidas: 0,7 µg/m³
- Freidora de aire: 0,6 µg/m³
Es decir, cocinar con una freidora de aire en lugar de freír de forma tradicional permite tener un aire más limpio y saludable en las cocinas, además de lógicamente comidas con menos grasa.
Los investigadores señalaron que la ventilación adecuada en las cocinas es esencial para dispersar partículas y reducir la exposición personal. Por ello abrir las ventanas o utilizar extractores siempre que sea posible puede reducir notablemente la acumulación de contaminantes.
Además también hablaron de las clásicas humaredas que se producen al cocinar con frituras, señalando que los niveles de contaminación se mantienen incluso más de una hora después de terminar el proceso, por lo que recomiendan mantener la ventilación activa minutos después para que se vayan las partículas suspendidas.
Vía | Ecoinventos
Imagen portada | Cecotec en Amazon
Más información | Universidad de Birmingham
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