A la hora de comprar un equipo de sonido que venga con uno o varios amplificadores integrados, ya sea un receptor AV, una barra de sonido, un altavoz autoamplificado de escritorio, etapa de potencia o similar, una de las preguntas que con mayor frecuencia nos cuestionamos es la relativa a las potencias de amplificación ofrecidas realmente por el dispositivo y las potencias soportadas por los altavoces.
¿Son las tremendas cifras promocionadas por el fabricante con cientos o incluso miles de vatios por canal realistas o pura propaganda para que compremos sus productos? Pues hay de todo, pero lo importante es que sepamos identificar las diferencias y qué nos están indicando realmente las especificaciones. A continuación vamos a tratar de dar algunas claves sencillas para poder hacerlo.
Expresiones habituales de la potencia
Cada fabricante expresa de forma diferente la potencia que ofrecen sus dispositivos, por lo que si no tenemos mucha experiencia seguramente acabemos liados con tanto número y siglas. Sin embargo, hay una serie de expresiones comúnmente utilizadas que son las que debemos tener en cuenta al comparar equipos.
La potencia instantánea no es un criterio válido para definir la potencia real ofrecida por un amplificador o la máxima admisible por un altavoz, ya que la señal de sonido va variando continuamente. De ahí que la primera forma habitual de expresar el valor de potencia sea el conocido como RMS, iniciales de "Root Mean Squared" o "Valor Cuadrático Medio". Se define como la potencia admisible por un altavoz cuando se aplica una señal de tensión eficaz V durante un periodo de tiempo T lo suficientemente largo.
¿Valor eficaz de una señal? Es, para un intervalo de tiempo T, el valor de la altura que tendría un área rectangular equivalente al área determinada por la envolvente de la señal. Así, el valor RMS es una expresión fiable que podemos encontrar en las especificaciones del fabricante, puesto que hace relación a periodos largos de tiempo y potencias medias, no instantáneas.
Sin embargo, es muchas veces este valor instantáneo el que suelen dar algunos fabricantes para mostrar las "excelentes calidades" de sus equipos, dato que realmente no es fiable y no sirve prácticamente de nada. Por ejemplo, una de las expresiones más utilizadas es la de PMPO (siglas de Peak Music Power Output), que representa el valor de pico que es capaz de soportar un altavoz o entregar un amplificador durante un tiempo muy corto (del orden de unos pocos milisegundos).
Como término intermedio entre el valor RMS y el PMPO tenemos el de la "Potencia Musical", que se corresponde con dos veces la potencia RMS y es también una cifra fiable del valor real de la potencia al escuchar una señal de audio convencional.
La potencia y las cargas
Una vez que tenemos claro que la cifra a buscar en las especificaciones es la RMS o en su caso la "Potencia Musical" y nunca la instantánea o de pico, hay que considerar además que la potencia debe ir referida siempre a una carga (resistencia eléctrica) que se denomina impedancia.
Es decir, no nos pueden decir que un receptor da 100 vatios por canal y ya está, tienen que señalar con qué impedancia es capaz de proporcionar dicha potencia (típicamente 4, 6 u 8 ohm para equipos de audio domésticos). Los fabricantes suelen dar el valor que tiene cifras más altas y llamativas, que coincide con los valores de carga más bajos (4 y 6 Ohm), con lo que si luego conectamos un altavoz con una impedancia mayor puede que nos quedemos cortos de potencia.
La potencia se suele dar también referida también a un rango de frecuencias con un cierto grado de distorsión armónica y con respecto a un número de canales excitados de forma simultánea. Por ejemplo, unas expresiones típicas de un receptor AV serían:
- Potencia = 110 vatios (8 ohm, 20 Hz - 20 kHz, 0.08% 2ch Drive)
- Potencia = 185 vatios (6 ohm, 1 kHz, 1% 1ch Drive)
Si nos fijásemos solo en la potencia total parecería que el segundo amplificador es mucho mejor que el primero (185 vatios frente 110), cuando en realidad son las especificaciones del mismo receptor Marantz SR6013. Lo que ha variado el rango de frecuencias tomado para la medida (de 20 Hz a 20 KHz en el primer caso y una sola frecuencia, 1 KHz, en el segundo caso) la impedancia (8 ohm frente a 6 ohm) y el número de canales que se está usando de forma simultánea.
Un pequeño truco para descartar equipos fanfarrones
Muy bien, pero esto es demasiado complejo para tenerlo en cuenta. ¿No hay algún truco para ver de forma rápida si la potencia que nos están vendiendo en las especificaciones es realista o pura publicidad? Pues si no queremos ponernos a considerar todos estos aspectos, hay algo en lo que podemos fijarnos: el consumo eléctrico del equipo.
Por ejemplo, si un receptor, barra de sonido o amplificador afirma se capaz de ofrecer 200 vatios por canal a cada uno de sus 7.1 canales y al leer las especificaciones comprobamos que su consumo eléctrico máximo es de 35 vatios, algo está fallando, ya que no se puede generar energía de la nada.
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