Hace un rato hemos hablado de un secadora de ropa que hacía uso de ultrasonidos para poder secar nuestra ropa y así aliviar nuestra factura energética consumiendo hasta un 70% menos que los modelos que actualmente podemos encontrar en el mercado.
Pero se trata de un desarrollo al que aún le queda mucho por llegar al mercado por lo que a la hora de comprar una secadora seguimos estando limitados por los mismos condicionantes que tienen en la cúspide el gran consumo eléctrico que provocan. Pero ¿conocemos los tipos de secadoras que existen y que diferencia hay entre ellos?
Para empezar y a modo de resumen las secadoras que actualmente están en el mercado se engloban sobre todo en tres grupos: las de evacuación, las de condensación y las de bomba de calor. Pero ¿cuales son las diferencias entre ellas y cual va a consumir menos?
Secadoras de bomba de calor
Empezamos con las más modernas, las que hacen uso de una bomba de calor y que se diferencian de las de condensación por hacer uso para su funcionamiento de una bomba de calor en lugar de las clásicas resistencias. Es el condensador de la bomba de calor el encargado de generar el calor necesario mientras que el el enfriamiento ahora lo realiza el evaporador (antes era el intercambiador).
Esta variante se traduce en un menor consumo energético frente a los otros dos tipos que veremos a continuación. Un ahorro que puede llegar a ser tres veces mayor que el que ofrece una secadora de condensación por medio de resistencias si bien tiene como contraprestación que los tiempos de secados son más prolongados debido a que la temperatura alcanzada es menor.
Se trata de un modelo más evolucionado que los anteriores y aunque ofrece una relación potencia/consumo más ajustada, con un consumo de 2,2 kWh, si bien cuenta con un precio en el mercado que suele ser superior a las otras dos alternativas.
Secadoras de condensación
El modelo quizás más habitual en el mercado y el más moderno tras las que hacen uso de bomba de calor. Un modelo en el que cómo su propio nombre indica, se hace uso de resistencias que calientan un aire que luego llega al tambor provocando la salida de la humedad y agua que queda aún en la ropa al hacer que esta pase por un intercambiador que hace que esta se evapore.
La particularidad de este modelo es que al aire una vez ha sido usado para eliminar la humedad de la ropa en vez de ir al exterior vuelve a ser usado enviándolo de nuevo al tambor tras aumentar su temperatura por medio de las resistencias.
De esta forma se ahorra energía ya que no es un aire tan frío como el que proviene del interior y por lo tanto no es necesaria tanta electricidad para calentarlo a altas temperaturas. De esta forma se logra un consumo energético de 4,2 kWh.
Secadoras de evacuación
Es el tipo de secadora más antiguo y por lo tanto el menos evolucionado en el mercado y de la misma forma el menos optimizado energéticamente. Una tipología de secadora que funciona de una forma muy básica si la comparamos con los otros modelos.
Y es que en los modelos de evacuación el aire lo toman del exterior y lo calientan mediante las resistencias eléctricas antes de pasarlo al tambor para calentar la ropa. El aire sobrante de la operación se devuelve al exterior en forma de aire húmedo por medio de un conducto al que debemos habilitar una salida al exterior.
Un modelo en el que el consumo es mayor debido a que cogen el aire ambiente y lo calientan, proceso para el cual deben consumir más electricidad al no aprovechar el resultante (como es el caso de las de condensación) que en este caso se desperdicia saliendo al exterior. Esto se traduce en un consumo energético que puede llegar a los 4,8 kWh.
Por lo tanto ya sólo queda ver cual es el precio del modelo que nos interesa y buscar el que más se ajusta a nuestras necesidades, tratando siempre de optar por el que resulte energéticamente más eficiente.
En Xataka SmartHome | Las secadoras del futuro podrían hacer uso de ultrasonidos y así ahorrar en la factura de la luz
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