Si eres un amante del café probablemente conocerás el llamado cold brew, una forma de prepararlo que consiste en infusionar el café molido en frío, a diferencia de los métodos convencionales que utilizan el calor para extraer el sabor del preciado vegetal.
Este sistema tiene muchas virtudes en cuanto al sabor y la textura percibidas que pueden convencer incluso a los menos amigos del espresso o el clásico café humeante y amargo, y va mucho más allá de preparar un café normal y añadir hielo.
Café infusionado en frío, una cuestión de tiempo
A más temperatura, menor tiempo de preparación del café, pero con el calor también se producen efectos no deseados como la pérdida de parte del sabor. De ahí que el cold brew sea una bebida muy rica en matices, con menor acidez y sin el amargor que tantos detractores tiene.
¿El problema? Pues que hasta ahora lo habitual es que para lograr esta delicatessen se necesitasen, dependiendo de la receta seguida para elaborarlo, entre 12 y 24 horas para tener una preparación decente. Y esto es justo lo que quiere cambiar el invento que hoy traemos.
Se trata de una creación de un equipo australiano en la Universidad de Nueva Gales del Sur (UNSW) que ha utilizando una tecnología de ultrasonidos conectada a una máquina de café disponible en el mercado.
El sistema consiste en un transductor que enfoca ondas sonoras de 38,8 kHz a través de una bocina hasta el portafiltro de una máquina de café expreso Breville, acelerando el proceso de preparación en frío para extraer aceites, sabor y aroma del café aproximadamente en el mismo tiempo que se tarda en preparar un espresso caliente.
Los ultrasonidos aceleran el proceso de extracción debido a lo que se conoce como cavitación acústica, permitiendo que cuando las burbujas de sonido colapsan cerca del café molido, generan microchorros con fuerza suficiente para fracturar los posos del café, intensificando la extracción del aroma y los sabores de la bebida.
Y con ello pueden reducir el tiempo de preparación de las entre 12-24 horas habituales a solo 3 minutos. Como beneficio adicional, los investigadores descubrieron que se mejora la concentración de cafeína.
Y, ¿qué pasa con el sabor? pues los investigadores de la UNSW enviaron algunas muestras a colegas de la Universidad de Queensland para evaluar el aroma, la textura, el sabor y el regusto y afirman que el perfil de sabor muy similar al de una bebida fría tradicional o a un espresso, lo que abre paso a la utilización de este invento en las máquinas profesionales y de uso doméstico.
Más información | University of New South Wales, University of Queensland, Ultrasonics Sonochemistry
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