Estamos en los inicios del verano, a la hora de cuidar y mantener las plantas y macetas de casa. El calor, las altas temperaturas, la escasa humedad son factores que pasan factura y es ahora cuando hay que tener más mano que nunca para la jardinería.
En mi caso por desgracia mano no tengo y no sería la primera vez que termino encharcando una planta con exceso de riego. Pero por suerte, en casa hay una persona con dotes. Es mi abuela, una persona que creció en el ámbito rural y a todos los conocimientos que fue adquiriendo, añadió el gusto por las plantas. A mi no me lo transmitió directamente, pero sí que me ayuda cuando ve que meto la pata y este es el truco que más aprecio.
No es una carretera
Toda una experta en el cuidado de las plantas, en hacer que salieran flores y que duraran más que nunca, pero también en rehabilitar plantas que yo ya daba por desahuciadas. Ella tenía la casa llena de plantas y aunque yo no llego a ese nivel, sí que ahora pongo en práctica algunos de sus consejos.
Y uno de los errores que cometía, más allá de regar en exceso algunas plantas, era no cuidar bien el sustrato. Me gustaba aplastar la tierra, que quedara como si hubiese pasada una apisonadora y claro, muchas veces al final esto pasaba factura.
Llamaba la atención la perfección frente al aspecto descuidado y desaliñado de sus macetas. Y aún así crecían mejor y duraban más tiempo que las mías. Así que le pregunté y me dijo cual era el secreto.
La clave para que las plantas tuvieran un buen crecimiento estaba en la tierra o mejor dicho, en como estaba distribuida la tierra. Frente a mis macetas, en las que todo estaba perfecto y cuadriculado, me dijo que en las macetas la tierra debía estar removida en su superficie. Y hacerlo sin herramientas, simplemente con los dedos bastaba.
Y es que airear la tierra de las macetas viene a ser el equivalente a la roturación de los cultivos en el campo, que lo que hace es descompactar la tierra. Esto lo que permite es mantener una buena aireación en el suelo. Las raíces de las plantas necesitan oxígeno para respirar y realizar sus funciones metabólicas. Si el suelo está compactado, el aire no puede circular correctamente, lo que puede asfixiar las raíces y afectar negativamente el crecimiento de la planta.
Pero además, una tierra suelta con un suelo bien aireado y suelto facilita el drenaje del exceso de agua. En su lugar, si el suelo está compactado, el agua se estanca, lo que puede llevar a la pudrición de las raíces y otros problemas relacionados con el exceso de humedad.
Junto a estos beneficios no hay que olvidar otros como que este facilita un crecimiento radicular ya que las raíces necesitan espacio para crecer y expandirse, además de mejorar la absorción de nutrientes y reducir la probabilidad de enfermedades en las plantas.
En Xataka SmartHome | Plantas y hierbas que sirven como ambientadores. Baratas o gratis, sin química artificial, así se pueden usar con radiadores o chimeneas
Ver 0 comentarios