Estábamos experimentando una primavera prolongada, y por eso, la llegada de las bajas temperaturas y del invierno real ha sido un golpe inesperado. En mi caso, lo he solucionado con un descubrimiento durante el Black Friday.
Tanto en la calle como en casa, el frío se ha hecho notar. Trabajo desde casa y a menudo tengo las manos heladas, por lo que a veces uso guantes que dejan los dedos libres. Aunque aplico todos los trucos que hemos comentado anteriormente, este hallazgo del Black Friday ha sido una revelación, ya que me permite mantener las manos calientes.
Los dedos siempre calientes
Aunque trabajo desde casa, no suelo tener la calefacción encendida todo el día. Con la llegada del frío, recurro a pequeños sacos de grano que caliento en el microondas o a bolsas de agua caliente como métodos para aplicar calor directamente al cuerpo. Además, como mi habitación es pequeña, utilizo un climatizador Dyson con función de purificador para mantener el espacio cálido. Sin embargo, mis manos suelen estar frías y a menudo encuentro los dedos congelados.
En mi búsqueda de soluciones, descubrí los calentadores de manos electrónicos y me llamó la atención probarlos. Esperé al Black Friday para encontrar una buena oferta, y finalmente compré unos, impulsado por la curiosidad. ¿Realmente funcionarían?
Se trata de dos calentadores que se cargan por USB-C y que me permiten mantener las manos calientes. Son pequeños dispositivos que recuerdan al diseño de un Joy-Con de la Nintendo Switch y son lo suficientemente compactos como para llevarlos a la calle o guardarlos en los bolsillos.
Pueden usarse juntos o por separado, gracias a dos potentes imanes que los mantienen unidos. Sin embargo, tienen algunas limitaciones: no pueden cargarse simultáneamente (cada uno se carga por separado) y no es posible utilizar los 10.000 mAh combinados como batería. Otro inconveniente es que tardan 3 horas en cargarse completamente; hubiera sido ideal que contaran con carga rápida.
Lo que me gusta es que realmente calientan. Los calentadores tienen cuatro niveles de potencia, con LEDs que indican tanto el nivel de carga como la intensidad del calor. Usándolos en un nivel intermedio, consigo suficiente calor para mantener las manos calientes. Con la carga al máximo, proporcionan unas 6 horas de calor continuo por dispositivo. Según el fabricante, pueden llegar hasta 8 horas en el nivel más bajo, aunque no lo he probado.
El funcionamiento es simple. Para activarlos como calentadores de manos, basta con mantener pulsado el interruptor durante unos 3 segundos. Los LEDs rojos muestran el nivel de calor: un toque adicional aumenta la intensidad, iluminando más LEDs hasta alcanzar el máximo con los cuatro encendidos.
Además, pueden usarse como baterías externas para cargar el móvil. Cada dispositivo cuenta con una capacidad de 5.000 mAh, lo que permite realizar una carga completa en caso de emergencia. Aunque la velocidad de carga no es especialmente rápida, es suficiente para salir del paso en situaciones puntuales.
Cargar el móvil con ellos es muy sencillo. Al conectarlos apagados al teléfono, los LEDs azules se iluminan automáticamente para indicar el nivel de carga, y el dispositivo comienza a cargar el móvil sin necesidad de activar el calentador. Una vez que se desconecta el cable, los calentadores se apagan automáticamente tras unos segundos.
Por unos 42 euros que es el precio habitual, no los habría comprado, pero al encontrarlos con una importante rebaja me animé a probarlos para conocer el resultado.
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