Mantener la cocina limpia e higiénica es un hábito esencial para disfrutar de buenas comidas al mismo tiempo que cuidamos de nuestra salud. En este sentido, merece la pena invertir tiempo en limpiar la encimera y los diferentes utensilios empleados, depositando los restos en el cubo de la basura.
Pero, ¿quién limpia después el cubo de la basura? Lo normal es que recurramos a poner una bolsa de basura donde acumulemos todo tipo de suciedad: envases, restos orgánicos y demás, pero siempre hay porquería que se escapa, como alguna hoja de vegetales o jugos. Aunque el orgánico es el cubo con más potencial para generar malos olores, todos los cubos de reciclaje requieren de cierto mantenimiento.
Limpiar el cubo de basura no es algo que se haga con mucha frecuencia, no al menos tanto como se recomienda. Y es que si los restos de comida permanecen, ese sitio se convierte en todo un reclamo para cucarachas y otros insectos.
Cómo y con qué frecuencia limpiar el cubo de basura
Dejando al margen la atracción de pequeños animales y malos olores, el cubo de basura acumula gran cantidad de gérmenes, bacterias y malos olores. Lo recomendable es limpiar el cubo de basura una vez a la semana, si bien también puedes reducir esta frecuencia y hacerlo de forma quincenal.
Hay una excepción: que la bolsa de basura se rompa y/o sufra una fuga, en cuyo caso lo ideal es limpiar el cubo en ese mismo momento si queremos evitar males mayores desastres, como que los lixiviados sigan acumulándose o se cuelen más residuos sólidos, lo que aumentará el riesgo de malos olores. Además, a la hora de limpiar el desastre nos enfrentamos a que la suciedad se derrame por el suelo o hasta por nuestra ropa o piernas.
Limpiar un cubo de basura no tiene demasiado misterio y aunque hay varias formas, una de las más efectivas y sencillas es meterlo bajo la ducha y allí, con un buen chorro de agua caliente y jabón, eliminar la suciedad. Si además tiene grasa, mejor usar también algún producto desengrasante tipo KH7 dejando que actúe. Después, tendremos que limpiar la bañera o el plato de la ducha con lejía.
En cuanto al cubo de basura, una vez limpiado y aclarado, tocará secarlo a conciencia antes de devolverlo a su lugar, para lo que puede servirte unos papeles de cocina absorbentes. Importante: no te olvides ni del interior ni del exterior, así como de la tapa, donde también se acumulan restos y gérmenes.
Portada | Foto de SHVETS production
En Xataka Home | El error que todos tenemos al fregar la cocina: cómo tener el suelo limpio y desinfectado
Vía | DAP
Ver 0 comentarios