No poder pagar el alquiler es un drama. Que no te dejen, también: en España un tercio de las mudanzas son forzosas

No poder pagar el alquiler es un drama. Que no te dejen, también: en España un tercio de las mudanzas son forzosas

Contratos no renovados, subidas de alquiler inasumibles, problemas de habitabilidad o presiones son algunas de las causas de estos desplazamientos forzosos de los que no queda registro

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Alquiler

No es ningún secreto que en España los alquileres han subido una auténtica barbaridad. Aunque el Gobierno de España llama al sentido común y la solidaridad a los caseros a la hora de considerar los precios, también ha lanzado una medida consistente en poner un sistema de tope de precios, de modo que puedes saber cuánto pueden subirte el alquiler. Eso sí, su aplicación depende en gran medida de las comunidades autónomas. Al problema de hacer frente al alquiler haciendo un esfuerzo con la economía familiar se une otro del que poco se habla: las mudanzas forzosas.

El problema de las mudanzas "forzosas" ha sido analizado en este estudio del Instituto de Investigación Urbana de Barcelona, que tiene como objetivo evaluar la inseguridad de los inquilinos dentro de un mercado caro e inestable. La pregunta clave es: ¿qué lleva a mudarse a un inquilino en Madrid y Barcelona? El estudio hace especial hincapié en la situación en las dos ciudades más grandes del estado.

El mayor desahucio que existe en España: el invisible

Pues en ambos municipios aproximadamente un 30% de las mudanzas pueden considerarse como "desplazamientos forzosos", es decir, que el inquilino cambia de residencia contra su voluntad. El informe es tajante:

Si analizamos el motivo principal de la mudanza, observamos que tres de cada diez mudanzas son desplazamientos forzosos, que incluyen situaciones como la no renovación del contrato, la subida inasumible del precio del alquiler, la incapacidad de seguir pagando, una orden de desahucio o presiones y acoso por parte de la propiedad.

En su elaboración han participado personas expertas de varias universidades y cuenta con el respaldo del Programa Horizon 2020 de la UE.

Con el informe en la mano se desgranan las causas de esa mudanza forzosa, en la que llama la atención los 'desahucios invisibles', ya que los desahucios con orden judicial representan un porcentaje mínimo. Estos desahucios invisibles hacen referencia a esas mudanzas no deseadas para las que no ha hecho falta una sentencia, por lo que no queda constancia en un registro oficial.

En el estudio se recoge además que estas mudanzas forzosas se están naturalizando, sirva como ejemplo la habitabilidad, amenazada por humedades, mal aislamiento o accesibilidad, problemas con los suministros, entre otros: 'En muchos casos, lo que podría considerarse una expulsión forzosa, como los problemas de habitabilidad, se experimenta como una decisión 'voluntaria' de mudarse. Según los datos obtenidos, más de la mitad de las viviendas de alquiler presentan al menos tres problemas relacionadas con la habitabilidad'.

En Madrid y en Barcelona quienes no tienen una casa en propiedad se mudan con cierta frecuencia y no pasan mucho tiempo en sus casas. El informe arroja que seis de cada diez personas que viven de alquiler en ambas ciudades llevan menos de cinco años en su vivienda, lo que INDRA califica como 'alta rotación en el mercado del alquiler'.

De hecho, un 34,2% en Madrid y casi el 39% en Barcelona de las personas encuestadas lleva dos años o menos en sus inmuebles. Y un 60% y 80% respectivamente se ha mudado en el último lustro. La cifra de personas que han hecho dos mudanzas en un año en ambas localidades es del 40%. Datos para pensar.

Una de las características que define el mercado del alquiler residencial español es la temporalidad. Mientras que en otros países europeos como Alemania. Francia o Países Bajos donde los contratos de alquiler indefinidos suponen una cuota importante, en España tienen fecha de caducidad. Así, en Madrid y Barcelona el 90% de los contratos son temporales y a precio de mercado, lo que los deja 'a merced de las variaciones especulativas', concluye el informe.

Alquila

Quienes firman este informe resaltan dos ideas sobre esta flagrante temporalidad en el alquiler en España. La primera es es a quién benefician: 'Son funcionales a los beneficios de caseros, agencias y portales inmobiliarios' y la segunda es que la desprotección de los inquilinos es un problema que lleva presente 40 años. Hasta le ponen fecha de inicio: el 'Decreto Boyer' de 1985, donde se suprimieron los contratos indefinidos con el pretexto de la reducción de oferta, que por cierto el informe apunta siguió descendiendo hasta 2007.

El informe de IDRA deja otro término a tener en cuenta: la 'hiper-inseguridad', en tanto en cuanto hace referencia a la influencia que ha ido ganando en el mercado del arrendamiento residencial los contratos de temporada o por habitaciones, en un nivel más que los contratos temporales.

En pocas palabras, quienes buscan casa ya no solo tienen que lidiar con tener las maletas listas cada cinco años o menos por la subida inasumible del precio de alquiler al renovar el contrato, sino que también aparecen en el horizonte los acuerdos por solo unos meses. Los portales inmobiliarios así lo atestiguan: se han disparado un 55% solo en un año y en Barcelona ya suponen el 40% de la oferta total. Con este panorama, el gobierno español advertía este verano que esos contratos de temporada deben justificar su temporalidad porque 'No vamos a aceptar un fraude de Ley', explicaba la ministra Isabel Rodríguez.

Sin contrato. Un 8,6% de los inquilinos en Madrid y un 9,4% en Barcelona no tienen contrato o solo pueden agarrarse a un acuerdo verbal. De los cuales, el 49,5% y el 58,3% respectivamente se centra en el mercado de habitaciones. En el otro lado de la balanza, unos pírricos 7,6% de contratos renta antigua y alquiler social, que de acuerdo con el informe sí que ofrecen 'una protección real'.

Pero el estudio del IDRA es exhaustivo y repasa también el papel de las agencias o la influencia de los portales inmobiliarios en la variación de precios. Y deja un dato que ya se ha visto en otros análisis: el lastre que supone el alquiler en la economía de la persona inquilina. La tendencia no deja lugar a dudas: 'La relación entre el precio de la vivienda y la renta media disponible de los hogares no ha dejado de crecer desde 2015'. La consecuencia es que el 68,7%  de inquilinos de Madrid y el 71,4% de Barcelona hacen un sobreesfuerzo gastando más del 30% de sus ingresos (el porcentaje recomendado) para pagar el alquiler.

Portada | Arturo Martínez en Unsplash

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Vía | Xataka

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