Los frigoríficos modernos cuentan en su interior con múltiples funcionalidades con las que ayudarnos a conservar mejor los alimentos y mantener siempre a punto nuestras bebidas y aperitivos favoritos.
Sin embargo, en muchas ocasiones somos nosotros, los usuarios, los que por desconocimiento no extraemos todo el potencial de los aparatos, limitándonos como mucho a elegir una temperatura ideal y a meter y sacar cosas sin prestar mucha atención.
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Activar el enfriamiento rápido en el frigorífico y congelador
Y una muestra clara de ello es la función de enfriamiento rápido que tienen muchos modelos modernos, una opción que en general hay que activar manualmente si queremos que trabaje como está diseñada para mejorar la conservación de nuestros alimentos.
Disponible tanto en la parte de la nevera como en muchos congeladores o equipos combi, suele tener diferentes nombres como función "ultra cool", "coolmatic", "frostmatic", "ultrafrost", "rapid cool" y nombres similares. Pero la idea es siempre la misma: poner a trabajar al máximo al compresor del equipo durante un cierto tiempo.
Está diseñada para bajar la temperatura del interior hasta un valor prefijado por el fabricante lo antes posible, utilizando todos los recursos de la máquina y sin esperar a los ciclos habituales más "suaves" que haría el compresor en su funcionamiento convencional.
Dependiendo de cómo se implemente esta función en cada modelo concreto, puede que esta temperatura objetivo sea la misma que ya teníamos configurada para el uso diario, o bien que sea una más reducida para darle un extra de frío a los alimentos.
Una vez transcurrido un cierto periodo de tiempo, que suelen ser unas 4-6 horas, esta función se desactiva automáticamente, aunque hay frigos y congeladores en los que tenemos que hacerlo a mano (como el mío por ejemplo, lo cual es un poco molesto si te olvidas), volviendo a pulsar el correspondiente botón en el menú principal o interfaz principal del aparato.
Por qué y cuándo usar la función de enfriamiento rápido
Una vez que nos aseguremos de que nuestro modelo cuenta con esta opción, el siguiente paso es saber para qué sirve y cuándo hay que usarla, ya que no es algo que deba utilizarse constantemente puesto que haría que la vida útil del aparato se resintiese y gastaríamos más luz. La idea es que conviene encenderla en dos momentos puntuales concretos:
- Cuando vayamos a hacer la compra
- Cuando necesitemos un extra de frío en la nevera o congelador
En el primer caso (hacer la compra), conviene activarla justo antes de irnos, si es posible tras haber limpiado bien el interior, dando así la orden al frigo de que empiece a refrigerar al máximo de sus capacidades.
De este modo, al volver, meteremos los productos en un entorno bien frío y durante las próximas horas estaremos enfriando todo lo posible para conservarlos mejor reduciendo el choque térmico por el traslado. Por ejemplo, si traemos carne, pescado o congelados es una función imprescindible para que sufran lo menos posible en el traslado.
El segundo caso puede ser habitual cuando por ejemplo vamos a meter algo caliente en la nevera, como botellas o hielos para congelar, comida que ha sobrado en un táper, etc. Activando esta función podemos dar un extra de frio al equipo haciendo que el resto de elementos no se resientan.
O también cuando queremos un enfriamiento rápido de algunos elementos como bebidas o refrescos o por ejemplo para acelerar la fabricación de hielo en un momento puntual para atender a invitados.
Imagen portada | PXHere
En Xataka Smart Home | Cómo colocar los alimentos en el frigorífico para mejorar su conservación y que aguanten más tiempo
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