Si escuchas el nombre de Bill Gates, lo más probable es que te venga a la mente Microsoft y Windows. Sin embargo, detrás de estas dos grandes firmas, hay mucho más. Tras dejar el cargo al frente de la empresa, el multimillonario fundador de Microsoft se ha convertido en un filántropo impulsor de innumerables causas.
Recientemente, vimos su participación en una iniciativa relacionada con el control de la población de mosquitos para prevenir plagas, y ahora presenta otro ambicioso plan: transformar un pequeño pueblo del interior de Estados Unidos en un pulmón energético, gracias a una innovadora tecnología.
La energía del futuro
Bill Gates describe este proyecto como “la energía nuclear más avanzada del mundo”. Y parece que va por buen camino, ya que ha logrado recaudar casi 1.000 millones de dólares en financiación. Con este capital, busca construir la primera planta de Natrium del mundo.
Para Gates, esta es una apuesta por una nueva tecnología que promete mejorar la eficiencia de la energía nuclear. Asegura que esta tecnología es más limpia, segura, económica y eficiente que cualquier otro sistema actual.
De entrada el coste. Uno de los aspectos más destacados es el coste. Mientras que desarrollar un reactor nuclear convencional puede alcanzar los 25.000 millones de dólares, el de Natrium se estima en "solo" unos 1.000 millones. El motivo es que al funcionar a una presión notablemente inferior debido al uso del sodio líquido, todos los procesos y materiales necesarios para la producción son más económicos.
Aunque se basa en la energía nuclear, el término Natrium ya sugiere la implicación del sodio en esta tecnología. A diferencia de la energía nuclear tradicional, Natrium utiliza una inmensa batería hecha de sales de fluoruro de sodio. Esta batería no solo almacena la energía generada, sino que también controla la reacción nuclear.
Este elemento es capaz de absorber hasta 8 veces más de calor que el agua. Además, se trata de un elemento muy común en la Tierra. La corteza terrestre es un 2,6% de sodio, tratándose así del cuarto elemento más abundante del planeta y el metal alcalino más común.
Otra diferencia clave es que esta tecnología permite generar energía de manera constante, gracias a la abundancia de sodio en el planeta. Y aunque se sigue necesitando uranio, al ser el sodio tan habitual, se podrá levantar una planta en casi cualquier lugar del planeta.
El plan de Gates para la primera planta de Natrium ya tiene un punto de partida: un pequeño pueblo de unos 2.000 habitantes llamado Kemmerer, en Wyoming. El objetivo de Terra Power es que la planta comience a operar en 2030, marcando el inicio de un proyecto que prevé la construcción de cinco plantas adicionales junto a PacifiCorp y GE-Hitachi antes de 2035 y alcanzar los 1.500 MW de capacidad antes de 2033. Con esto, se podría generar suficiente energía para abastecer a más de un millón de hogares en Estados Unidos.
Según TerraPower, su primera planta será de unos 345 megavatios, ofreciendo una capacidad de hasta 500 MW durante más de cinco horas y media en casos en los que sea necesario.
Imagen portada| Wikimedia Commons (Lukasz Kobus) y Wikimedia
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