Hace unos días saltaba la polémica con un capítulo de 'La Casa del Dragón' que mostraba unas imágenes tan sumamente oscuras que era casi imposible disfrutar de muchas escenas en un televisor doméstico convencional si hacíamos uso del HDR.
No es un fenómeno nuevo, de hecho, algunas películas y series presentan problemas similares a veces por "intención del creador" y otras simplemente para ocultar efectos especiales de menor presupuesto, caso frecuente en las series. Sin embargo, también se da el caso completamente opuesto: series que exhiben una calidad de imagen espectacular que no tiene nada que envidiar a una superproducción de Hollywood.
Es el caso de 'El señor de los anillos: Los anillos de poder', una serie creada con la mentalidad de una gran producción y que por el momento en el capítulo siete de la primera temporada (1x07) ha mostrado un magnífico potencial en calidad de imagen.
Un estupendo color, contraste y luz incluso en escenas oscuras
El capítulo en cuestión ofrece principalmente tres tipos de escenas que, para no desvelar mucho del argumento, podemos resumir como escenas de exterior en ambiente diurno convencional, escenas en entorno volcánico con niebla de cenizas y escenas en el interior de las cuevas de los enanos con muy poca iluminación.
Los tres tipos están tratados con diferente paleta de colores y gestión de la intensidad de las luces para hacer destacar diferentes elementos y sobre todo establecer distintos escenarios que contrastan entre sí.
De este modo, por ejemplo tras unos minutos en el entorno volcánico con una capa amarillenta y anaranjada en la pantalla, que deja ver perfectamente todas las figuras al mínimo detalle pasamos al entorno de paisaje con luz normal provocando una sensación de amplitud y de liberación en el espectador difícilmente vista en películas de mayor presupuesto.
Algo similar sucede con las escenas en el interior de las cuevas. Cada vez que pasamos de una de ellas a una secuencia de exterior la sensación de estar ante un escenario completamente distinto es sobresaliente. El color, la luz, incluso la nitidez cambian. Y cuando nos hemos acostumbrado a una luminosa escena diurna el paso a una nocturna alimentada por la luz de las hogueras y fuegos de chimenea llega a impresionar.
Otro punto interesante del capítulo es su nitidez, que varía ligeramente en las diferentes escenas, pero que incluso en las más complejas de niebla prioriza siempre que podamos contemplar hasta el más mínimo detalle de los ropajes y armas, aunque apenas haya luz en la escena, como es el caso de la parte en las minas.
El contraste es también prácticamente perfecto en todo el capítulo. Las zonas brillantes destacan pero sin deslumbrar ni abusar del HDR en el caso de que lo tengamos, y las zonas oscuras están grabadas de tal forma que podemos observar los mínimos detalles, sin problemas de negros lavados, grises que ocultan parte de la nitidez y con unos artefactos de compresión que son mínimos para tratarse de una serie en streaming (seguramente si hubiese sido editada en Blu-ray o Blu-ray UHD la calidad de imagen sería ya de matrícula de honor).
Aunque el argumento de este capítulo siete de la primera temporada no es es de los más interesantes, sí ha dejado una cosa clara: las series ya no están relegadas a un segundo plano y cuando se quiere es posible hacer una que compita de tú a tú con las superproducciones de Hollywood en cuanto a calidad de imagen se refiere.
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