Aunque a bote pronto puede parecerlo, en este post no voy a hablaros de magia. Ni de ninguna idea esotérica. Solo de algo real y con base técnica que todos podemos comprobar sin esfuerzo. Solo tenemos que trasnochar un poco. Eso sí, para apreciar la diferencia de calidad de sonido que se produce cuando escuchamos un equipo de alta fidelidad a una hora u otra es necesario que tenga un mínimo de calidad, y, además, que no esté protegido por un filtro o un regenerador de la corriente eléctrica. Al menos no por uno realmente bueno.
Antes de seguir adelante debemos repasar algo importante: todos los electrodomésticos que conectamos a la red eléctrica toman energía de esta, eso es evidente, e inyectan ruido en la propia red (algo que no es tan evidente). El tendido eléctrico al que responsabilizamos del transporte de la electricidad hasta nuestra casa es un medio inhóspito, por lo que provoca que aparezcan perturbaciones de diverso tipo (transitorios, ruido, picos de tensión, armónicos, caídas de corta duración, etc.) que pueden afectar, y de hecho afectan, al funcionamiento de nuestros electrodomésticos y dispositivos electrónicos.
No todos los dispositivos que funcionan con electricidad tienen la misma sensibilidad a estas perturbaciones eléctricas. Casi todos están diseñados para encajarlas bien, especialmente los electrodomésticos que incorporan un motor eléctrico, que, por otra parte, son los que más ruido inyectan en la red. La fuente de alimentación de nuestros dispositivos electrónicos debe ser capaz de protegerlos de todas estas perturbaciones de la red eléctrica, pero en la práctica su eficacia no es siempre la deseable. Y no lo es porque la intensidad y la cadencia de estas perturbaciones en determinados momentos puede ir más allá de lo admisible.
Un medio «duro de pelar»
Además de las perturbaciones introducidas por la red de transporte, las subestaciones y los centros de transformación de la infraestructura eléctrica, debemos tener en cuenta las que nuestros propios dispositivos y los de nuestros vecinos inyectan en la red eléctrica. Esta es una de las razones de peso por las que es aconsejable proteger nuestros ordenadores con un sistema de alimentación ininterrumpida (SAI), y nuestro equipo de alta fidelidad o cine en casa con un buen filtro de red, como argumenté hace varios meses en este otro post.
Volvamos ahora a la idea que he expuesto en el título del post. Las perturbaciones presentes en la red eléctrica pueden impedir a nuestro equipo HiFi entregarnos el 100% de sus prestaciones. Una red con muchos picos de tensión, caídas de corta duración y ruido puede limitar la dinámica e incrementar el ruido de fondo de nuestro equipo. Y así lo disfrutaremos menos. Por esta razón, sonará mejor en aquellos momentos en los que haya menos perturbaciones en la red, que es, precisamente, de madrugada, cuando nuestros electrodomésticos con más consumo y los de nuestros vecinos suelen estar apagados.
La solución más sencilla consiste en protegerlo con un buen filtro o regenerador de red. En cualquier caso, si tenéis un equipo de cine en casa o música de cierta calidad, os invito a que hagáis la prueba vosotros mismos. Lo peor que puede pasar es que algún vecino se mosquee porque habéis puesto música a altas horas de la madrugada, pero esa es otra historia.
En Xataka Smart Home | ¿Merece la pena proteger nuestro equipo de cine en casa con un filtro de red?
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