Estos días hemos asistido a una subida de precios generalizada en distintas plataformas de vídeo en streaming. Una de ellas ha sido Disney+, a la cual estaba suscrito desde que fue lanzada y de la que me di de baja ante la potente subida de precios.
Sin embargo, he vuelto a caer en el redil, aunque en esta ocasión ha sido solo por un mes y motivado por una serie que me ha enamorado y que he decidido ver con todo lujo de detalles y a la máxima calidad posible. Es la que me ha hecho pagar 9,99 euros al mes.
Una delicia para los sentidos
Me había dado de baja en Disney+, puesto que no estaba dispuesto asumir una subida del precio de 30 euros al año y pasar de pagar 89 euros (ya era importante frente a la oferta de lanzamiento) a tener que desembolsar 120 euros anuales en un sólo pago (no hay diferencia por pagarla mes a mes).
Sin embargo me puse a ver Shōgun justo después de que hubiese finalizado mi suscripción y ha sido el motivo para volver a reengancharme. Esta serie me ha hecho retomar la suscripción, aunque solo sea por un mes para darme una auténtica maratón y disfrutar de todos los episodios.
Shōgun si no la conoces, está ambientada en la época feudal de Japón (en 1600 más o menos) cuando los primeros exploradores europeos comenzaron a llegar a sus costas. Y no, como comentan nuestros compañeros no es la nueva 'Juego de Tronos', pero 'Shōgun', la nueva miniserie de Disney+ basada en la novela de James Clavell engancha como pocas.
Estéticamente la serie es una delicia. Con un vestuario fascinante y una recreación de los modos de vida y costumbres que entra por los ojos, no me podía resistir a verla en resolución 4K UHD con el mejor sonido y la mejor calidad de imagen gracias a la compatibilidad con Dolby Vision.
La serie se recrea con los paisajes encontrando y mostrando localizaciones como ciudades, bosques, palacios... pero también con decenas de personajes. Pero lo que es una maravilla es su diseño de producción: han tocado la excelencia con un vestuario, maquillaje y reconstrucción exquisita del Japón del siglo XVII. Esto logra, entre otras cosas, una experiencia inmersiva, en la que el espectador ve un mundo que se nota vivo y eso es mejor hacerlo con la máxima calidad posible.
Además no son sólo paisajes. Shōgun tiene una excelentes escenas de acción y violencia (al menos hasta el capítulo 7 que es el que he visto a día de hoy). La sangre y las amputaciones comparten escena con grandes escenas de lucha con espadas. Incluso la violencia psicológica tiene su cabida con la mujer generalmente como protagonista.
Aunque Shōgun está en castellano, gran parte de la serie se desarrolla con subtítulos para poder apreciar la riqueza y todo el contexto que ofrece. El habla en japonés que llevan a cabo casi todos sus personajes es en parte otro de los atractivos de la serie. Y no, el tener que leer (eso de aprender japonés queda aún lejos) no perjudica para nada la experiencia aunque los subtítulos no son siempre todo los fieles que debiesen.
Dicho todo esto, espero ver los capítulos que quedan antes que termine el mes de suscripción (va a estar justo) pero bien vale la pena aprovechar la tremenda calidad que ofrece Disney+ en series como esta.
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