Los frigoríficos modernos se han convertido en electrodomésticos imprescindibles en nuestros hogares, en unas piezas de tecnología avanzada que cuentan en su interior con múltiples funcionalidades con las que ayudarnos a conservar mejor los alimentos y tener bien fresquitas nuestras bebidas y aperitivos favoritos.
Los modelos más punteros cuentan con pantallas de televisión, cristales transparentes, luces LED que imitan al Sol para mantener más frescas las verduras, compresores supereficientes, conexión WiFi, etc. Pero luego todo esto no sirve de nada si uno de sus componentes más simples está estropeado o no funciona bien.
Me estoy refiriendo al burlete de goma que hay colocado a lo largo de la puerta, que no es sino el aislante principal del equipo y el encargado de que no escape el frío hacia fuera de la nevera ni entre calor del exterior.
Si están en malas condiciones el frigorífico y toda su tecnología interior no rendirá como debería y tendremos temperaturas superiores dentro y un consumo eléctrico que puede llegar a dispararse. ¿Cómo podemos saber si funcionan bien y están haciendo su trabajo?
Revisando el burlete del frigorífico
Para saber si el burlete de goma que rodea las puertas del frigorífico está en buenas condiciones lo primero es echar un vistazo rápido moviendo un poco los pliegues con los dedos pero sin hacer mucha fuerza, ya que así podemos comprobar a lo largo de todo su perímetro si hay grietas y el plástico está en buenas condiciones.
Puede que aparentemente nos parezca que la goma está bien y no encontremos daños estructurales a simple vista. Pero podemos empezar a sospechar que algo no es correcto y que no está aislando todo lo que debería si por ejemplo solemos tener mucho hielo en el congelador, un exceso de gotitas de agua en la nevera, y el compresor trabaja todo el día cuando hace años solo se encendía de vez en cuando.
Otro indicador que podemos comprobar de forma sencilla es el relacionado con la fuerza de presión que hay que hacer para volver a abrir la puerta en cuanto la hemos cerrado. En general, unos burletes que ajusten perfectamente crearán un compartimento estanco con una diferencia de presión entre el interior y el exterior del frigo, haciendo que nos cueste abrir la puerta si acabamos de cerrarla. La fuerza que hay que hacer dependerá del modelo y sobre todo del buen estado de la goma del burlete.
De ahí que sea común que nada más comprar la nevera tengamos este efecto de que nos cuesta mucho abrir la puerta y posteriormente con el paso de los años vaya perdiendo presión.
Y es justamente este efecto el que trata de comprobar un curioso truco que se ha hecho viral en TikTok donde el usuario _tuHogar explica cómo probar la hermeticidad de la puerta del frigorífico o congelador. Para ello se ayuda de una hoja de papel que coloca en el borde de la nevera y cierra la puerta.
Si una vez cerrada puede tirar de la hoja y extraerla sin esfuerzo esto indica que la goma no está en buenas condiciones y hay que cambiarla. En el vídeo explican que se puede tratar de repararla aplicando calor con un secador de pelo, aunque esto puede no funcionar en todos los casos ya que dependerá de la composición de la goma. Además es probable que en poco tiempo vuelva a su estado original.
¿Qué podemos hacer entonces si nuestro burlete ya no está en buenas condiciones? Pues me temo que habrá que cambiarlo, algo que puede ser sencillo y barato en algunos modelos con repuestos estándar pero más costoso en otros donde deberemos recurrir al servicio técnico oficial del fabricante.
Imagen portada | Zac Gudakov
Vía | TikTok
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