De Kodi hemos hablado largo y tendido. Es una estupenda aplicación que permite convertir casi cualquier dispositivo que podamos imaginar en un completo centro multimedia. Una gran verdad que, sin embargo, no debe ocultar un problema: es una aplicación que no funciona igual de bien en todos los televisores.
Kodi es una herramienta versátil y popular para la reproducción de contenido multimedia, pero en algunas Smart TV puede no ofrecer una experiencia tan satisfactoria como el usuario espera. Este déficit en el rendimiento puede deberse a distintos factores, que ahora vamos a repasar.
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Una aplicación multiplataforma que por ejemplo ya hemos visto cómo usar para acceder a HBO Max, Disney+, DAZN, Netflix, Pluto TV e incluso como ver la TDT o grabar programas. Incluso se puede usar para jugar instalando un emulador o usarlo para acceder a Plex. Incluso se pueden configurar distintos salvapantallas y hasta organizar nuestra biblioteca multimedia.
Kodi es fantástico, pero no en todas las teles rinde igual de bien. Podemos encontrarnos con situaciones en las que se producen cuelgues, una experiencia poco fluida, falta de soporte para algunas funciones e incluso interrupciones.
Normalmente, son las Smart TV más antiguas o aquellas que cuentan con un hardware más ajustado las que pueden experimentar algunos de los problemas que vamos a repasar a continuación.
Un hardware deficiente
Los fabricantes suelen apostar en muchas ocasiones por un hardware ajustado. Un procesador corto de potencia es un buen ejemplo, pero lo más determinante puede ser una escasa capacidad de almacenamiento y una memoria RAM muy limitada.
El problema de un hardware con especificaciones limitadas en un televisor se acentúa si lo comparamos, por ejemplo, con los móviles. Mientras que en un móvil de gama alta nos aseguramos tener casi al 100 %, el mejor hardware, en el caso de un televisor, incluso pagando una alta cantidad de dinero, podemos encontrarnos, por ejemplo, con muy poca capacidad de almacenamiento o memoria RAM.
La limitación del hardware en los televisores se traduce en que aplicaciones más exigentes, como puede ser Kodi, terminan ofreciendo un rendimiento demasiado pobre.
Y es que, por ejemplo, Kodi es una aplicación que requiere un procesador con cierta potencia, ya que gran parte del trabajo que tendrá que realizar se dedica a codificar y procesar video y audio, muchas veces en alta resolución. Una labor que choca con los procesadores de algunos televisores que tienen especificaciones limitadas y que pueden provocar lag o interrupciones.
Poca memoria
Pero no es solo el procesador, otro de los aspectos fundamentales es la escasa memoria RAM y la poca capacidad de almacenamiento de muchos modelos. Por poner un ejemplo, en mi caso tengo instalado Kodi casi sin add-ons y la cantidad de espacio que ocupa en mi televisor pasa de los 300 MB. Imaginemos un Kodi cargado de “complementos” en un televisor antiguo o de gama baja. Directamente consume el espacio que podemos usar para instalar otras aplicaciones.
Además, muchos modelos tienen una memoria RAM muy pobre. La RAM en una Smart TV permite almacenar temporalmente datos de aplicaciones y contenido en ejecución, lo cual facilita una experiencia más rápida y fluida, especialmente al cambiar entre apps o al reproducir videos en alta definición.
En su funcionamiento, Kodi suele ocupar bastante memoria, sobre todo cuando se trata de manejar grandes cantidades de datos o transmitir contenido en alta definición. Una escasa memoria RAM se traduce en cortes, parones e interrupciones que hacen que la experiencia de uso sea desesperante y que no sea adecuado su uso en ese televisor.
Muy relacionado con esto, está el hardware ajustado de muchos televisores, que no será capaz de trabajar con algunos códecs a los que no presta soporte. Esta carencia obligará a Kodi a realizar decodificación por software en lugar de aprovechar el hardware. Esto genera una mayor carga sobre el procesador y provoca que la reproducción sea menos fluida.
Esos molestos cortes
Además, en muchos televisores, siguiendo con las limitaciones de hardware, puede aparecer el temido buffering. Este es otro problema común al usar Kodi en televisores con especificaciones limitadas.
Este fenómeno ocurre cuando el televisor no puede cargar el contenido lo suficientemente rápido para reproducirlo de forma continua. Este problema se hace más evidente cuando hay que gestionar grandes cantidades de datos, como en la reproducción de contenido en alta resolución.
Es un problema que puede afectar tanto a la reproducción local (cuando el vídeo se está reproduciendo, por ejemplo, desde una memoria conectada por USB) como a la reproducción mediante una fuente de streaming.
Este problema está directamente relacionado con la memoria disponible. Kodi utiliza una caché para almacenar temporalmente el contenido antes de reproducirlo. En una Smart TV con poca memoria o capacidad de almacenamiento limitada, la caché se llena rápidamente, obligando a Kodi a esperar para cargar más datos.
Para mitigar los problemas de buffering, se pueden ajustar las configuraciones de caché de Kodi o utilizar una conexión por cable (Ethernet) en lugar de Wi-Fi para mejorar la estabilidad de la transmisión.
Sin audio de alta calidad
Otro de los problemas que puede presentarse está relacionado con la falta de soporte para salida de audio en HD. Tenemos un vídeo, ya sea local o en streaming, con la mejor calidad de sonido, y Kodi lo soporta, pero si el televisor no es compatible, la experiencia se ve afectada.
En el caso de televisores de gama media o baja, o en modelos antiguos, puede ser que no exista soporte para formatos de audio HD como Dolby TrueHD o DTS-HD Master Audio. De esta forma, no podremos aprovechar un sonido envolvente de alta calidad.
Y es que, volviendo al hardware ajustado, para aprovechar la reproducción de sonido en HD hace falta una mayor capacidad de procesamiento y una tecnología avanzada de decodificación. Esto puede traducirse en una desincronización entre el audio y el video, ya que el televisor no logra decodificar correctamente el audio o incluso una ausencia total de sonido en casos en los que el televisor no puede manejar el formato de audio en absoluto.
Como solución, en el caso de un sonido deficiente, los ajustes de Kodi durante la reproducción permiten seleccionar una pista de audio compatible o limitar la salida de audio a un formato estándar, pero esto disminuye la calidad y la inmersión en el contenido.
Además, puede ocurrir que en la tele que vamos a usar no exista una función llamada passthrough. Esta permite que el audio o el video se transmitan sin decodificar o alterar la señal original, y para ello es fundamental que el puerto de salida (como HDMI o una salida óptica) permita enviar contenido sin modificar la señal. Esto significa que la señal llega en su formato original a un dispositivo externo, como una barra de sonido, un receptor de cine en casa o un sistema de audio avanzado, que se encargará de la decodificación y reproducción. Y sobra decir que en televisores de gama baja o incluso media, puede que no exista.
Cuando se trata del audio, el passthrough es esencial para transmitir formatos de sonido de alta calidad, como Dolby TrueHD, Dolby Atmos, DTS-HD Master Audio o DTS:X. Al usar passthrough, el televisor no intenta decodificar estos formatos, sino que simplemente transfiere la señal al dispositivo de audio que esté configurado para recibirla. Esto tiene varias ventajas.
Si en tu caso quieres usar Kodi, pero tu televisor se queda algo limitado, quizás sea una buena alternativa usar alguno de los dispositivos clásicos (Amazon Fire TV Stick, Chromecast, Google Streamer o una NVIDIA Shield) y aprovechar un mejor hardware.
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