Quizás no sabías que incluso el simple hecho de tirar la basura en el contenedor más cercano o en el de tu propia casa está cuidadosamente regulado. A medida que la población crece, también lo hace la generación de residuos. El problema es que el sistema de reciclaje no ha sido efectivo, y ahora tendremos que hacer un mayor esfuerzo económico para corregirlo.
Hasta ahora, todos pagábamos la misma tarifa, independientemente de la cantidad de residuos que generáramos. Sin embargo, esto cambiará con la implementación en 2025 de la Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular. Veamos en qué consistirán estos cambios.
Una normativa que viene de Europa
Hasta ahora lo que había era una especie de tarifa fija: todos pagamos lo mismo. Frente a esta situación, la Unión Europea tomó cartas en el asunto y publicó una directiva europea que se materializó en España en la Ley 7/2022 de Residuos y Suelos Contaminados para una Economía Circular, vigente desde el 8 de abril de 2022.
Esta norma introduce medidas para que el pago por la recogida de residuos domésticos esté relacionado con la cantidad y tipo de residuos generados, aplicando el principio de “quien contamina paga”. La ley fomenta un sistema de pago basado en la generación de residuos, en lugar del modelo de tarifa fija tradicional, incentivando así la reducción de residuos y el incremento del reciclaje.
¿Pero si es de 2022? Esa es la fecha de su promulgación, pero es ahora, en abril de 2025, cuando se cumplen los tres años de margen para su entrada en vigor. La ley empezará a aplicarse de manera efectiva, y se notará en el bolsillo.
Su impacto será económico. Una vez en funcionamiento, quien genere más basura pagará más, o dicho de otro modo, quien más contamine asumirá un coste mayor. La ley establece un “sistema de pago por generación de residuos” que variará según la cantidad real de residuos generados y la “reducción de los residuos mezclados”.
En el de la citada norma, en el artículo 37 apartado 1, se define así el sistema:
"En el caso de los costes de gestión de los residuos de competencia local, de acuerdo con lo dispuesto en el texto refundido de la Ley reguladora de las Haciendas Locales, aprobado por Real Decreto Legislativo 2/2004, de 5 de marzo, las entidades locales establecerán, en el plazo de tres años a contar desde la entrada en vigor de esta ley, una tasa o, en su caso, una prestación patrimonial de carácter público no tributaria, específica, diferenciada y no deficitaria, que permita implantar sistemas de pago por generación y que refleje el coste real, directo o indirecto, de las operaciones de recogida, transporte y tratamiento de los residuos, incluidos la vigilancia de estas operaciones y el mantenimiento y vigilancia posterior al cierre de los vertederos, las campañas de concienciación y comunicación, así como los ingresos derivados de la aplicación de la responsabilidad ampliada del productor, de la venta de materiales y de energía."
La nueva tasa de residuos será anual e independiente de otros impuestos, con un importe fijado por cada municipio en función de la cantidad de residuos generados. Esto implica que cuanto menos reciclemos, mayor será el coste.
Además, la tasa deberá cubrir el coste real del servicio, por lo que las entidades gestoras, como ayuntamientos o áreas metropolitanas, no podrán asumir este gasto. Sin embargo, aún no está claro cómo se implementará el cobro a los ciudadanos ni hasta qué punto se personalizará.
Esta norma ha suscitado críticas, como las planteadas por la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) y algunos ayuntamientos y diputaciones, que argumentan que lo que antes era cubierto parcialmente por los consistorios recaerá ahora en su totalidad sobre los vecinos: ahora pagaremos lo que antes costeaba el ayuntamiento.
En mi ciudad, esta es la ordenanza que regula la recogida y tratamiento de basuras, estableciendo distintos valores en función de varias categorías establecidas.
Desde la Asociación Nacional de Inspectores de Hacienda Pública Local (ANIHPL) señalan que “a menos que algunos ayuntamientos decidan compensarla mediante una bonificación fiscal, en lo que ya están trabajando algunos, la presión impositiva aumentará.”
Pagaremos más. La factura doméstica crecerá hasta 150 euros al año según los primeros cálculos. En La Sexta cuentan que frente al 40% que de media pagamos por el servicios de basuras, ahora pasaremos a pagar el 100%.
Más ingresos. La Agencia Tributaria de Madrid prevé que esta nueva tasa generará aproximadamente 296 millones de euros en ingresos. Tras descontar los 40 millones correspondientes a la actual Tasa de Residuos Urbanos de Actividades (TRUA), el ingreso neto estimado para 2025 es de unos 256 millones de euros. Con alrededor de 1,7 millones de inmuebles afectados, el coste promedio por hogar en Madrid se calcula en 141 euros.
Obligatoria para todos. Debido a su carácter obligatorio, las corporaciones locales deben establecer esta tasa, ya que no podrán financiar el servicio de recogida y tratamiento de residuos con recursos municipales. Además, la tasa deberá cubrir íntegramente los costes del servicio, sin generar déficit. Anteriormente, la Ley de Haciendas Locales permitía que la tasa recaudara menos de lo que costaba prestar el servicio, siempre y cuando no se excediera dicho coste.
¿Cómo sabremos quién genera más basura? Esta es la cuestión más compleja, y por ahora, la ley no establece una fórmula única para identificar quién genera más residuos. Por ello, cada ayuntamiento está desarrollando su propia fórmula para calcularlo.
En el caso de Madrid, hay ayuntamientos que están optando por distintos parámetros: cobrar según padrón, cubos con tarjetas, bajar impuestos... para el cálculo de la tarifa básica. En el caso de Madrid, para la generación se ha considerado la cantidad de residuos y el porcentaje de separación de cada uno de los 131 barrios de la capital.
Algunos ayuntamientos, como el de Alcalá de Henares, incluso bajarán el IBI (Impuesto sobre Bienes Inmuebles) para compensar. Una reducción progresiva que también aplicarán a la Plusvalía (del 26% al 24%) y el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica.
En Barcelona, el ayuntamiento propone calcular la tasa de basuras en función del consumo de agua y el caudal nominal, considerados indicadores razonables y adecuados para estimar la generación de residuos.
Habrá que estar atentos, en cada localidad, para ver como se plasma esta medida y como se aplica para conocer cómo nos afecta económicamente.
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