Muchos son los sistemas y tecnologías que es posible utilizar para calentar nuestras viviendas, como los radiadores, las calefacciones centrales de gas en comunidades de propietarios, los aires acondicionados, las estufas de leña, pellets, etc.
Sin embargo, no todos ellos presentan las mismas capacidades ni eficiencias energéticas, por lo que tener en casa uno u otro puede suponer importantes ahorros o exceso de gastos en nuestras facturas a final de mes.
De hecho, si lo que buscamos es tener la máxima eficiencia energética para gastar menos cada mes hay un claro vencedor que promete gran potencia con un coste de operación diario reducido, siendo la alternativa recomendada por los organismos internacionales como la Unión Europea a la hora de climatizar nuestras viviendas: es la aerotermia.
Sin embargo, aunque este sistema reduce los costes diarios y a la larga gastaremos menos energía, lo cierto es que a corto plazo tendremos que hacer una importante inversión para tener uno de estos equipos en casa. ¿Cuánto cuesta instalar un sistema de aerotermia en casa?
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Qué es la aerotermia y para qué sirve
La aerotermia es una tecnología capaz de aprovechar la energía térmica presente en aire para proporcionar en nuestras viviendas tanto calefacción como refrigeración y agua caliente sanitaria de forma eficiente y sostenible.
En invierno es capaz de transferir el calor del aire exterior aunque estemos a baja temperatura y pasarlo al interior de la vivienda, mientras que en verano puede transportar el calor del interior de la casa al exterior usando exactamente el mismo circuito en modo reversible, invirtiendo así el proceso.
El sistema funciona por tanto mediante un ciclo termodinámico que involucra la compresión y expansión de un refrigerante, absorbiendo el calor latente en el cambio de fase. Así, la bomba de calor para aerotermia extrae la energía almacenada en el aire exterior utilizando un evaporador, una bobina que absorbe el calor del aire y lo convierte en vapor en el refrigerante del sistema.
El vapor de refrigerante caliente se comprime en un compresor, lo que aumenta su temperatura y presión. Así se transforma en un gas caliente con alta presión que posteriormente se dirige al interior de la vivienda a través de un sistema de conductos y unidades interiores, donde libera el calor absorbido previamente del aire exterior.
De este modo se calienta la habitación, aunque también es posible realizar el ciclo contrario y obtener frío en lugar de calor, con lo que podemos tener un sistema de climatización completo (frio o calor) con un mismo equipo simplemente variando el sentido del ciclo termodinámico.
Ventajas e inconvenientes de la aerotermia
La aerotermia es actualmente el sistema de climatización más eficiente y tecnológicamente avanzado para hogares convencionales, algo que queda recogido en la Directiva 2009/28/CE de la Comisión Europea donde señala que "las bombas de calor cuya producción supere de forma significativa la energía primaria necesaria para impulsarlas" son consideradas como fuentes de energía renovable. ¿Cuales son sus principales ventajas e inconvenientes?
- Instalación relativamente sencilla y mantenimiento mínimo: para instalar una bomba de calor no es necesario tener en cuenta desagües, que sí hacen falta en las calderas de condensación, o salidas de humos. Basta con tener en cuenta al resto de vecinos y consultar su instalación con la Comunidad de Propietarios además de contar con el espacio suficiente en la vivienda, sobre todo si estamos pensando en un modelo aire-agua. Además su mantenimiento es muy bajo y salvo avería no requieren de recargas del gas refrigerante.
- Facilidad de uso, alta durabilidad y uso exclusivo de electricidad: son cómodas de usar y con una curva de aprendizaje rápida, ya que para manejar las funciones básicas basta con usar un simple mando a distancia o aprender a manejar un par de botones. Son silenciosas y utilizan solo electricidad, por lo que es posible tenerlas en casas donde no hay instalación de gas. Además, en general se considera que la bomba de calor tiene una vida útil de unos 20-25 años, siendo su componente más delicado el compresor.
- Alta eficiencia energética: con aerotermia se puede alcanzar hasta un 400% más de eficiencia energética que con los sistemas tradicionales, de forma que por cada kWh utilizado de electricidad se pueden generar entre 3 y 4 kWh de energía calorífica.
- Elevados costes de adquisición: este es el principal problema con los equipos de aerotermia actualmente, aunque como veremos a continuación hay opciones más económicas que otras.
- Espacio disponible en la vivienda para su instalación: otra desventaja frecuente es la relacionada con el espacio necesario, ya que si queremos un equipo completo para dar agua caliente sanitaria es necesario valorar que son aparatos voluminosos a los que hay que buscar el lugar apropiado. Además, aunque la unidad exterior se puede colocar en una terraza o patio, ubicar la interior puede llegar a ser problemático si la vivienda no está preparada.
- Mayor necesidad de potencia eléctrica: en el caso de que estemos pensando en climatizar toda la vivienda con aeortermia probablemente necesitemos contratar más potencia fija a nuestra compañía eléctrica, sobre todo si veníamos de un sistema basado en gas, gasóleo o similar. Supondrá un coste añadido en la factura de cada mes.
- La eficiencia de una bomba de calor con aerotermia puede verse afectada por la temperatura ambiente, funcionando de manera más eficaz en climas moderados o húmedos en comparación con climas extremadamente fríos o secos.
Cuánto cuesta y cuánto se ahorra con la aerotermia
Existen básicamente dos tipos de sistemas de aerotermia domésticos, en función de su forma de operar y de los sistemas usados para el intercambio de calor: los equipos aire-aire y los equipos aire-agua.
Los más habituales son los sistemas aire-aire, que obtienen el calor del aire exterior para calentar el aire interior de la vivienda, o viceversa. Este es el sistema que hace uso de splits o multisplits como los del aire acondicionado con o sin bomba de calor que suele haber normalmente en las viviendas y que suelen ser mucho más económicos.
¿Cuánto cuestan? Pues si bien los modelos de gamas medias cuestan alrededor de los 1.000 euros con instalación ya incluida (por ejemplo una bomba de calor típica en un aire acondicionado), en la gama más alta para viviendas unifamiliares y si queremos un sistema completo aire-agua el coste puede ascender por encima de los 10.000 euros, instalación aparte.
No obstante, para poder sobrellevar mejor este coste inicial, existen ayudas con subvenciones del Gobierno y las Comunidades Autónomas. Están impulsadas a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de España y reguladas en el Real Decreto 477/2021. En este artículo explicamos cómo solicitarlas.
Para hacernos una idea más concreta de lo que puede costar en nuestra vivienda en concreto es posible, antes de llamar a un especialista para que nos dé un presupuesto, consultar algunas herramientas online con las que dando los datos de nuestra casa y necesidades nos calculará una estimación. Por ejemplo podemos acceder a esta de LG o a esta de Mitsubishi, ambas similares en cuanto a prestaciones.
Entre los datos que se solicitan para ayudar con el cálculo térmico están el código postal, la superficie en metros cuadrados de la vivienda y algunas características del actual sistema de calefacción que tengamos. En nuestro caso hemos hecho una prueba con una vivienda de 100 m2 con caldera de gas que cambie a aerotermia, dándonos como resultado un ahorro estimado de 1400 euros anuales, aunque con una inversión de unos 7.500 euros y un plazo de amortización algo más de 5 años.
Sin embargo, como decimos, esto es en el caso de querer una sustitución completa del sistema de calefacción poniendo aerotermia para cubrir toda la casa. Pero también podemos optar por sistemas individuales más pequeños en la forma de equipos de aire acondicionado con bomba de calor solo en algunas habitaciones.
Esto es justo lo que hicimos nosotros en casa hará unos años cuando instalamos en casa los modelos MSZ-AP35VG y MSZ-AP25VG (en este artículo lo comentábamos en detalle), ambos muy similares en cuanto a tecnología pero con especificaciones ligeramente diferentes, ya que el primero ofrece una potencia de frío de 3.010 frigorías hora frente a las 2.150 frigorías hora de su hermano menor.
El precio final de comprar tres equipos más la instalación rondó los 3.000 euros, resultando en un importante ahorro cada mes con respecto a nuestro anterior sistema de combustión a pesar del aumento de coste en la electricidad y con la posibilidad de dar frío en verano.
¿Cómo es posible que ahorremos tanto cada mes con estos equipos? Pues al ser muy eficiente, la aerotermia permite que para obtener una frigoría en modo frío o una caloría en modo calor se consuma aproximadamente el 25% de la energía que requiere una caldera de combustión.
Los sistemas de gamas medias son capaces de obtener eficiencias energéticas que rondan el 400%, mientras que en los de más altas gamas es posible alcanzar cifras por encima del 600%. Esto permite que, si lo comparamos con los radiadores eléctricos tradicionales, estemos hablando de consumos entre cuatro y seis veces inferiores.
Es decir, si por ejemplo para calentar una vivienda pequeña necesitamos un par de radiadores cada uno de 2.000 vatios, esto en total serían unos 4.000 vatios hora de electricidad. Al pasarnos a la aerotermia podemos rebajar este consumo a unos 1.000 vatios hora, con el consiguiente ahorro en la factura de la luz. El ahorro se multiplica además si utilizamos nuestras propias fuentes de energía renovable en casa, como por ejemplo placas solares, sobre todo en verano a la hora de refrigerar la vivienda.
Imagen portada | Daikin
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