Hay mucha leyenda en cuanto a los trucos para dormir bien e incluso sobre el número de horas que deberíamos dormir, pero a la hora de la verdad pocas cosas funcionan verdaderamente. A caballo entre esos mitos o realidades y al mismo tiempo hábitos de mucha gente se encuentra lo de sacar un pie fuera de la cama.
Habrá quien lo haga por hábito, pero muchas personas lo hacemos intuitivamente porque tenemos calor, ya sea verano o inverno, y hasta la fecha yo siempre he pensado que funcionaba. Pues bien: la ciencia nos ha dado la razón y sacar un pie fuera de la cama es un buen recurso para dormir mejor.
¿Por qué sacar un pie fuera de la cama?
La forma en la que dormimos y qué posición tenemos surten efecto en la calidad de nuestro sueño y dentro de estas variantes está la de sacar un pie fuera de la cama. De hecho, esa postura y rarezas afectan a la circulación sanguínea y la temperatura corporal. Sí, si sacas el pie fuera pensando que te termorregula: llevabas razón.
Como explica el personal especializado del grupo de Cronobiología de la Sociedad Española del Sueño, al sacar un pie fuera favorecemos la vasodilatación y la expulsión del calor interno. Y es que aunque durante el día tener una temperatura más elevada ayuda al movimiento y la actividad, durante la noche el cuerpo requiere de un descenso de temperatura para un buen descanso.
En este sentido, contribuir a un descenso de temperatura de nuestros órganos expulsando el calor hacia fuera con la costumbre de sacar el pie fuera de las sábanas resulta beneficioso. Así que aunque parezca una costumbre, es una conducta que favorece que los capilares sanguíneos se abran, favoreciendo el aumento de la temperatura periférica en extremidades y piel. De ahí que aunque sea invierno y haga frío, sacamos el pie fuera de la cama para dormir mejor.
Portada | Foto de Simon Berger en Unsplash
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