Antes tiraba las bolsas del Carrefour, Eroski, Mercadona y del Hipercor. Ahora me he dado cuenta que son un tesoro para la casa

Antes tiraba las bolsas del Carrefour, Eroski, Mercadona y del Hipercor. Ahora me he dado cuenta que son un tesoro para la casa

Es una forma de evitar que tantos plásticos terminen en el medio ambiente y de lograr una decoración única

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A la hora de aprovechar distintos elementos que tenemos en casa y apostar por una economía circular que se iba para favorecer el cuidado del medio ambiente, casi todo tipo de acciones siempre son bienvenidas. Pero si hay un elemento que se acumula en casa y genera incomodidad esas son las bolsas de plástico.

Es cierto que de un tiempo, esta parte, la proliferación ha disminuido gracias a un cambio en la normativa: las bolsas ahora cuestan dinero (o mejor dicho, las pagamos directamente). Pero aún así, se acumulan bolsas en casa y reutilizarlas es lo mejor que podemos hacer.

Un método casero

Bolsa Imagen | iAgua

El elevado consumo de bolsas de plástico genera grandes cantidades de residuos, un uso ineficiente de recursos y una creciente amenaza ambiental si no se adoptan medidas correctivas. Las bolsas de plástico se convierten en residuos rápidamente y, debido a su bajo peso, se dispersan fácilmente, contaminando el medio ambiente y afectando ecosistemas acuáticos a nivel global. Además, las tasas de reciclaje de estas bolsas son extremadamente bajas.

La norma lo regula. De hecho, el Real Decreto 293/2018, de 18 de mayo, sobre reducción del consumo de bolsas de plástico y por el que se crea el Registro de Productores, regula el consumo de bolsas de plástico en su artículo 4.

"Se prohíbe la entrega gratuita a los consumidores de bolsas de plástico en los puntos de venta de bienes o productos, a excepción de las bolsas de plástico muy ligeras y de las bolsas de plástico con espesor igual o superior a 50 micras con un porcentaje igual o mayor al 70% de plástico reciclado."

La usuaria @Manitos Creativas, en su canal de YouTube, comparte una idea creativa para reutilizar bolsas de plástico que ya no necesitamos. Para este proyecto, necesitaremos varias bolsas de plástico, una funda de tela (puede servir una bolsa de mayor tamaño) y una funda de cojín. Como funda interior, puede servir incluso una de esas bolsas de tela que dan o venden en algunos comercios.

El proceso es sencillo: primero, formamos pequeñas bolas con cada una de las bolsas. Es interesante doblar las bolsas con un mismo patrón Y no te preocupes por quitarles el aire. Más cantidad de aire, más esponjosidad tienen y mejor van a conservar el calor.

Luego las introducimos dentro de la funda de tela (o de la bolsa de mayor tamaño), que funcionará como una funda inicial, similar a una almohada. Una vez que esté llena y tenga suficiente consistencia, la colocamos dentro de la funda de cojín elegida. Es importante utilizar una cantidad suficiente de bolsas para que el cojín quede mullido y cómodo.

Para finalizar, cerramos la funda de cojín utilizando su sistema de cierre, como velcro, cremallera o cosiéndola, asegurándonos de que las bolsas queden bien contenidas. Se trata del punto final y aquí podremos elegir la funda en función de la decoración que queramos obtener (puede ser lisa, estampada, a rayas...).

Fabricando nuestro cojín

Tela Imagen | El Corte Inglés

También podemos fabricar nuestra propia funda exterior reutilizando bolsas que tengamos en casa, en caso de no contar con una funda de cojín. Una opción práctica es utilizar una bolsa de tela de las que hemos mencionado anteriormente.

Si decidimos reutilizar bolsas ecológicas como fundas, podemos dejarlas tal cual, pero si tienen publicidad y queremos eliminarla, es posible cubrirla pintando la superficie. El primer paso consiste en sellar la tela con un sellador universal o adhesivo vinílico escolar, evitando así que absorba demasiada pintura. Posteriormente, aplicamos pintura acrílica blanca en varias capas hasta cubrir completamente las imágenes y lograr una base uniforme. Para evitar que la pintura traspase la tela, colocamos un cartón o material similar dentro de la bolsa como aislante.


Una vez lista, recortamos las asas de la bolsa y procedemos a decorarla según nuestro gusto. Podemos optar por pintar motivos directamente sobre la superficie o añadir retazos de tela que se adherirán usando los pasos mencionados previamente, cuidando siempre que no traspasen el tejido.

Finalmente, para cerrar la bolsa de tela y convertirla en una funda, podemos coserla con aguja e hilo o, si preferimos una opción más práctica, utilizar velcro autoadhesivo, que facilita el cierre y el manejo.

De esta forma, tendremos un cojín funcional sin necesidad de comprar relleno y, al mismo tiempo, damos una segunda vida a las bolsas de plástico que teníamos en casa.

Sin embargo, este método puede presentar un inconveniente: el ruido que generan las bolsas al apoyarnos en el cojín. Para reducir este sonido, una alternativa es utilizar bolsas biodegradables que cada vez son más comunes en los comercios, como las fabricadas a partir de materiales como la piel de patata. Estas son más suaves al tacto y producen menos ruido, haciendo que el cojín sea más agradable de usar.

Lámpara

Además, puedes usar bolsas de plástico para otras muchas cosas dándoles una segunda vida y así por ejemplo pueden servir para crear lámparas (aunque hay que tener mucho cuidado por los peligros que conllevan). Necesitarás una rejilla metálica, bolsas de plástico, tijeras y un kit de instalación eléctrica para lámpara. Corta las bolsas en tiras de aproximadamente 3 x 9 cm y pásalas por los orificios de la rejilla. Luego, instala el sistema eléctrico y utiliza una bombilla LED para evitar que el calor dañe el plástico.

Puedes usarlas para crear perchas personalizadas recubriendo las que ya tienes con bolsas de plástico. Envuelve las bolsas alrededor del alambre de la percha y combina diferentes colores según tu gusto. El resultado será un armario con un estilo renovado y personalizado.

También las puedes reutilizar para crear prácticos envases. Solo necesitas bolsas y tapas de botellas de champú u otros productos. Corta la bolsa dejando una abertura y pega la tapa en el extremo. Así, podrás almacenar y dosificar alimentos como arroz o legumbres de forma sencilla.

Y también puedes usarlas para elaborar manteles individuales. Para hacerlo coloca varias bolsas una sobre otra y añade decoraciones con recortes de bolsas de colores. Usa papel vegetal arriba y abajo de las bolsas, y pásales una plancha a temperatura baja para fusionarlas. Asegúrate de supervisar el proceso para obtener un mantel resistente y original.

Imagen | Grupo Eroski S.Coop (Flickr)

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