Hemos hablado en distintas ocasiones de cómo intentar aislar la casa para evitar la pérdida del calor que hemos generado con sistemas de calefacción y a la vez impedir que entre el frío desde la calle. Con soluciones caseras en ventanas o trucos en radiadores o incluso empleando plantas, ahora toca ver otro de los puntos débiles dentro del hogar por el que se cuelan las bajas temperaturas.
La puerta de nuestra casa, ya sea un piso o una casa sola en la que la entrada da directamente a la calle, es uno de los puntos por los que se suelen colar las bajas temperaturas, por lo que aislarla es un buen método para conservar el calor y de paso ahorrar unos euros en la factura energética. Un aislamiento que podemos además realizar sin tener que desembolsar importantes cantidades de dinero.
Ya hemos visto distintos trucos con los que intentar climatizar la casa sin tener que poner la calefacción y así tener la temperatura bajo control. Se trata de tirar de ingenio, pero también de sabiduría popular y en este sentido, aislar la puerta de entrada a nuestra casa es uno de los primeros pasos que tenemos que vigilar..
Lo primero que tenemos que comprobar es que la puerta de entrada a nuestro piso cierre correctamente y no tenga excesivas espacios. Además, en el caso de puertas más antiguas, tenemos que comprobar que estas no presentan grietas o rajas por las que se pueda colar el frío y que además debiliten la estructura de la puerta.
Burletes
El uso de burletes es la primera opción que podemos usar para impedir la entrada de frío. Se suelen usar cuando en la zona inferior de la puerta hay un espacio excesivo con el suelo y basta con comprar un accesorio de este tipo para que la puerta quede mejor aislada.
Un burlete es una pequeña banda, que puede estar fabricada en silicona, plástico o cualquier otro material flexible. Normalmente incluyen un adhesivo que permite pegarlos a la puerta y son un accesorio muy barato que podemos encontrar en tiendas de bricolaje y ferreterías de barrio. Además podemos buscar el color que más se adapte a la tonalidad de la puerta para así no crear un parche cromático.
Cortina o panel de espuma o acústico
Junto a los burletes, también podemos usar otro método que nos permite aislar la puerta usando una cortina o panel acústico o de espuma. No es tan barato como el anterior solución, pero este tipo de aislamiento impide la pérdida de temperatura en el piso.
Una terminación que antes era la más habitual y que consiste en un panel que se adhiere con cinta adhesiva de dos caras o con sistema de imanes. Fáciles de usar, puedes buscar algún acabado que hacerte a la decoración de la casa. En este sentido, los paneles acústicos o cortinas funciona mejor que los paneles de espuma, si bien tienen un precio algo más elevado.
Estos paneles, ya sean de espuma o acústicos, además de aislar del calor, también aíslan acústicamente, ya que por su estructura absorben el sonido e impiden que el ruido pase a través de la puerta.
Pintura aislante
Otra opción, la tercera del listado, es usar pintura aislante térmica y acústica. Conocida cómo pintura cerámica, es una pintura acrílica que se puede aplicar en paredes y puertas. Esta tiene como característica el uso de microesferas huecas de cerámica o de vidrio que ayudan a romper el choque térmico.
Con la pintura aislante lo que hacemos es evitar las pérdidas del calor que existe en la vivienda y al mismo tiempo aislarla del exterior. Junto a estos beneficios, el uso de una pintura aislante, también elimina restos de bacterias y mohos de las paredes y puertas.
Mantas acústicas
Un paso por encima en lo que se refiere a precio están las mantas acústicas y telas absorbentes. Fabricadas a base de fibra de vidrio, lana mineral, celulosa, vinilo o algodón reciclado. Estas al mismo tiempo que absorben el sonido, permiten crear un aislamiento en la puerta de estancia en la que están colocadas.
La mantas acústicas suelen colocarse usando adhesivo, aunque también se pueden emplear otros métodos de sujeción. Esta solución suele ser más cara que las anteriores, y los precios varían en función del grosor (a más grosor, más aislamiento) y de los materiales usados en la fabricación.
Con cualquiera de estos métodos podemos impedir que el frío de la calle entre en casa y al mismo tiempo mejorar el aislamiento, favoreciendo que el calor que hemos generado en el hogar se conserve.
Los puntos débiles
Hay que tener en cuenta que en una casa hay algunos puntos débiles por los que es más fácil que se cuele el frío y el calor. La mejor solución en la medida de lo posible, pasa por realizar las modificaciones oportunas, algo que normalmente conlleva la realización de obras. Las ventanas con cristales bajo emisivo, son una solución excelente.
Además, también puedes tirar de soluciones baratas que no requieren de obra y que te permiten mejorar el aislamiento de casa a la vez que le das un toque decorativo distinto. Ejemplos que ya vimos si se opta por usar planchas de pladur o paneles de PVC.
Recuerda que los trucos para mejorar la climatización en casa y ahorrar en la factura energética impidiendo que se pierda el calor que sea acumulado, están en tu mano y son realmente asequibles y accesibles.
En Xataka SmartHome | Los mejores trucos y métodos para aislar el piso del frío exterior, sin hacer obra y conservar el calor que tenemos en casa
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