La cocina es un lugar especialmente sensible a la acumulación de suciedad. La grasa generada durante la preparación de los platos se mezcla con el polvo y puede formar una antiestética capa de suciedad. La campana extractora es una de las zonas donde más se aprecia la falta de limpieza.
No solo se trata de mantener a raya la grasa que se acumula en los filtros. La campana extractora, y en concreto la zona que queda visible, también recibe la acumulación de vapor, grasa y polvo. Para limpiarla, este es el truco que uso, aplicando un producto que tengo guardado en el maletero del coche.
Brillante y cómo nueva
Simplemente por el modo en que usamos la campana extractora, es normal que se acumulen restos de aceite en forma de pequeñas gotas que, mezcladas con la humedad del vapor y el polvo, generan una capa superficial difícil de eliminar si no se utilizan productos específicos.
No se trata solo de una cuestión estética, sino también de higiene. Una campana sucia, además de poder generar, con el tiempo, malos olores, también puede verse afectada en su funcionamiento.
En mi caso, para eliminar la suciedad acumulada, utilizo un producto que nadie asociaría con la limpieza en la cocina: la cera para coches, que normalmente uso para quitar el polvo acumulado en el vehículo y, de paso, dar brillo a la pintura. Además, este producto tiene la ventaja de ser repelente al agua y al polvo, lo que facilita las limpiezas posteriores.
Cómo usar la cera de coche
Aplicar la cera de coche para limpiar la campana extractora es realmente sencillo. Además, nos beneficiamos de la película repelente a la grasa, al polvo y, en general, a la suciedad que ofrece este producto.
Al proceder con la limpieza de la campana, lo primero que hay que hacer es desconectar la fuente de alimentación de la campana extractora, si es posible; en caso contrario, corta la corriente eléctrica que la hace funcionar. Se trata de trabajar con seguridad.
A continuación, limpia la parte externa de la campana con un paño de microfibra humedecido con agua tibia para eliminar la suciedad acumulada. Si deseas mejorar los resultados, puedes emplear un detergente desengrasante para acabar con cualquier resto de grasa.
Luego, seca bien la campana con un trapo de microfibra (es esencial que esté bien seca para aplicar luego la cera) y, posteriormente, con otro paño suave, aplica la cera sobre la superficie externa de la campana. Si es posible, evita siempre las zonas eléctricas y las conexiones.
Deja un tiempo prudencial para que la cera se seque y luego pule la superficie con un paño limpio hasta obtener un acabado brillante. La cera creará una capa protectora que ayuda a evitar que la grasa y el polvo se adhieran con facilidad, facilitando la limpieza futura.
Además, ya de paso, puedes aprovechar para limpiar los filtros y el interior de la campana. Fíjate siempre en las instrucciones del fabricante. Lo normal para dejar los filtros como nuevos es introducirlos en el lavavajillas y darles un buen fregado, o si se prefiere, lavarlos a mano, dejándolo antes un buen rato en remojo con agua caliente y usando luego un quita grasas potente.
Vía | El Confidencial
Foto de portada | AJ Ahamad
En Xataka SmartHome | Probé a usar la campana de la cocina como aire acondicionado "low cost" y el resultado me sorprendió positivamente
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