A la hora de acabar con las malas hierbas en jardines y cultivos, es habitual recurrir a productos químicos. El mejor ejemplo es el glifosato, un herbicida que sin embargo está en tela de juicio por los posibles riegos para la salud y el medio ambiente.
Pero desprenderse de este tipo de productos fitosanitarios no es tan sencillo, pues hay que encontrar alternativas y una de ellas la podemos hacer con ingredientes caseros. Del vinagre ya hemos hablado, pero lo que pocos conocen es que se puede mejorar con estos otros elementos de los que nadie sospecha.
Fabrica tu propio herbicida
Foto de Anastasia Shuraeva
Las malas hierbas pueden ser las responsables de dar al traste con las plantas de un jardín, patio, huerto o terraza con plantas en macetas. Se encargan de absorber buena parte de los nutrientes y dificultan el crecimiento. Pero las malas hierbas se pueden eliminar usando vinagre blanco combinado con líquido para lavar platos y un poco de sal. Para fabricar nuestro ingrediente vamos a necesitar
- Un embase para hacer la mezcla (una botella sirve)
- Sal común
- Vinagre blanco de limpieza (un par de cucharadas)
- Un tapón o una cucharada de lavavajillas
Por una parte, el vinagre blanco es efectivo como herbicida. Al aplicarlo directamente sobre las hierbas no deseadas, deshidrata sus hojas y tallos, bloqueando el acceso a agua y nutrientes esenciales. Esto provoca que las hierbas mueran, facilitando su remoción.
Al mismo tiempo, la sal se encarga de eliminar la humedad de las malas hierbas ayudando a potenciar la acción secante del vinagre, afectando incluso a las raíces. A estos dos elementos se suma el líquido lavavajillas, que ayuda a romper la superficie hidrofóbica de las hojas de las plantas, permitiendo que el vinagre y la sal se adhieran mejor y penetren en los tejidos de las malas hierbas.
Cómo usar esta mezcla
Foto de Anna Shvets
La preparación es sencilla y rápida: basta con llenar una botella vacía de agua e incorporar la sal con un embudo, agitando bien hasta que se disuelva por completo. Si no disponemos de un embudo, podemos emplear una cuchara, aplicando mayor precaución.
Posteriormente, añadimos el vinagre de limpieza y una cucharada de detergente líquido, lo cual ayuda a que la sal y el vinagre se adhieran mejor a las plantas. Una vez mezclado, podemos pulverizar y rociar la solución en las malas hierbas y plantas que queremos eliminar o sobre las áreas del jardín donde deseamos prevenir el crecimiento de maleza, aplicando el líquido de manera gradual y asegurándonos de cubrir todas las partes de la planta, incluidas las hojas y los tallos
Para lograr la máxima efectividad, es recomendable aplicar la mezcla en días soleados y secos. Deja que actúe sobre las malas hierbas durante varias horas, o preferiblemente toda la noche. Cuanto mayor sea el tiempo de exposición, más notable será su efecto.
Foto de portada | Hans Middendorp
Vía | Linternaute
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