Si estas navidades estás pensando en cambiar de televisor y comprar un nuevo modelo a la última en tecnologías, puede ser que te asalte la idea sobre cuales son los primeros pasos a seguir a la hora de optimizar su uso. No te podemos dar un manual de configuración paso a paso puesto que cada fabricante, cada modelo es distinto, pero sí que te podemos indicar que es lo que debes hacer cuando lo sacas de la caja y mucho antes de preocuparte por sintonizar los canales.
Son sólo cuatro pasos, cuatro procesos muy sencillos de llevar a cabo pero que pueden ahorrarnos algunas molestias de cara al futuro inmediato. Una rutina que lo mismo que en los televisores, se puede extender a portátiles o móviles, aparatos todos que tienen una característica común. El estar siempre conectados.
Y es que la conexión permanente es la principal responsable de que tengamos o al menos, que sea conveniente, actuar así. Vamos a ver los pasos que debemos dar al comprar nuestra tele.
Configurar RED
Partimos que en casa tenemos red de datos, bien sea por cable o por Wi-Fi. Y cómo hemos comprado un Smart TV lo primero que debemos hacer es configurar el acceso a nuestra red. Para ello seguramente tendremos una guía paso a paso que de entrada nos indicará el proceso a seguir y sino sólo debemos acudir a los ajustes de red para iniciarlo nosotros mismos.
El objetivo es simple: comprobar si hay alguna actualización de firmware disponible que haya lanzado el fabricante desde que nuestro televisor fue empaquetado. Es algo muy normal, sobre todo en los primeros meses de vida del modelo y con ello nos aseguramos que vacunamos al televisor frente a posibles fallos de funcionamiento que puedan surgir.
La conexión por regla general, podremos hacerla a la red (en el caso de usar Wi-Fi) haciendo uso de una clave de red o del botón WPS si nuestro router es compatible. De hecho, una vez configurado lo más habitual es que el propio televisor nos avise si hay alguna actualización pendiente. Si no es así, podemos navegar por el menú de nuestra tele para buscar el apartado actualizaciones y comprobarlo manualmente.
Reiniciar y resetear
Suponemos que nos encontramos con una actualización que se descarga. Normalmente el televisor se reiniciará al terminar el proceso de forma automática para que todo quede listo para empezar a usarlo. Sin embargo no está de más ir un paso más allá y antes de comenzar a añadir contenido en formas de canales o apps, realizar un "reseteo".
Se trata de volver al televisor a una versión limpia, sin contenido adicional que hayamos instalado o parámetros configurados y aunque no teníamos nada instalado, esta vuelta a los orígenes puede hacer que el sistema funcione de forma más estable. El televisor no perderá la actualización que hemos descargado e instalado, pero sí que perderemos parámetros cómo red Wi-Fi y demás, por lo que tendremos que volver a conectarlo a nuestro router cómo hicimos antes.
Aplicaciones actualizadas
Al ser un Smart TV las aplicaciones son parte fundamental, así que es conveniente verificar si el sistema tiene actualizaciones para las aplicaciones que vienen ya cargadas. Si es un Android TV podremos comprobarlo en Google Play, para lo cual podemos usar la misma cuenta que tenemos en nuestro teléfono con Android.
No obstante y por lo general, tanto si usamos Android, cómo si nuestro televisor usa Tizen, webOS u otro sistema, será el mismo el que nos avise de las posibles actualizaciones, bien con avisos emergentes o bien a la hora de iniciarlas con un reinicio que nos indica que se ha actualizado correctamente.
Tener las aplicaciones actualizadas es fundamental, para hacerlas compatibles con las últimas mejoras que reciban (Netflix, HBO, Amazon Prime...) como para vigilar por nuestra seguridad y la de los datos que manejan. Recordemos que los aparatos conectados a la red son una fuente de riesgos mucho mayor frente a ataques que un móvil o un ordenador.
Configurar parámetros
No, todavía no sintonizamos canales. Toca configurar los parámetros de imagen y sonido de nuestra tele y para ello es ideal tener cerca una fuente que nos permita acceder a vídeo y sonido de calidad. Un dispositivo USB, una app de vídeo en streaming estos vídeos de YouTube son ideales, un Blu-ray (o Blu-ray UHD), una consola de última generación... Cualquiera de estos métodos sirve para mostrar todo el potencial de nuestra tele.
Si no nos importa gastar dinero podemos usar discos DVD o Blu-ray como el AVS HD 709 Calibration Disc, el THX Optimizer o Disney WOW pensados concretamente para el calibrado de equipos o si queremos algo más profesional usar un hardware específico que nos puede costar más incluso que la propia tele.
Una vez iniciado, con el vídeo en la pantalla, se trata de configurar los parámetros a nuestro gusto. Brillo, contraste, color, balance de blancos, efectos de imagen, calidad, temperatura de color, resolución y lo mismo con el sonido (efectos de cine, sonido DTS...), parámetros todos que sólo si usamos una fuente de calidad podremos configurar adecuadamente.
Las "demos" de las tiendas no sirven, pues están preparadas para mejorar los resultados que ofrece la pantalla, por lo que es interesante usar una fuente propia alejada del TDT, pues este ofrece una calidad pésima de imagen y sonido que no nos permitirá apreciar las mejoras realizadas al ajustar los parámetros.
Además, es conveniente que hagamos la calibración en cada entrada de vídeo (por ejemplo en cada puerto HDMI), ya que normalmente se guardarán ajustes distintos en cada una y luego podremos obtener la mejor imagen de cada uno de ellos.
Y sí, llegados a este lugar y con nuestro televisor a punto, ya sí que podemos comenzar a sintonizar los canales del TDT. Es el último paso y aunque a muchos les pueda parecer el más importante, es el más prescindible a la hora de obtener un buen rendimiento de nuestra tele.
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