En ocasión ya conté mi experiencia a la hora de conectar mi Smart TV por cable y comparar el rendimiento cuando lo hago por medio del WiFi. Tras las pruebas que hice, el cable era algo de lo que pasaba, dado que tenía el router medianamente cerca y la diferencia del rendimiento entre uno y otro para el uso que le daba, no me compensaba el añadir un cable más en la zona trasera.
Sin embargo y dicho esto, conectar una tele por cable presenta una serie de ventajas frente a la conexión WiFi para algunos usuarios que conviene valorar. Por eso vamos a repasar los casos en los que una conexión por cable puede ser toda una ventaja.
Sin cobertura de red
El primer punto que hay que valorar es el relacionado con la cobertura. Si el router está demasiado lejos de la tele y la señal no llega bien, el cable es la alternativa barata y rápida de usar frente al uso de repetidores, PLC`s o sistemas de redes en malla.
Los problemas de conectividad sin cable se maximizan además, en el caso de entornos muy congestionados con distintas redes de vecinos. Ya conocemos la saturación en la banda de 2,4 GHz hay muchos televisores que no son compatibles con la de 5 GHz, que minimiza las interferencias, problemas que el uso del cable minimiza de una vez.
Eso, por no decir que puede que se trate de una tele antigua que tenga una tarjeta de red WiFi que no funcione demasiado bien o que incluso no tenga conectividad Wi-Fi. En ese caso el cable es la única forma de conectarse a la red.
Menos latencia
Este aspecto afecta sobre todo aquellos usuarios que usan el televisor para jugar. Ya hemos visto, algunas plataformas como Netflix ofrecen juegos en línea y en algunos televisores también aparece la posibilidad de acceder a juegos online. Es el caso de Xbox Game Pass o Nvidia GeForce Now.
En este caso, la latencia es un aspecto fundamental. Hablamos del lapso de tiempo que transcurre desde que nuestro dispositivo da la orden hasta que ésta llega al receptor y la ejecuta. A menor latencia, mejor será el resultado final cuando se juega o incluso cuando se accede a contenido en streaming. En este caso, la latencia de video estándar actual para streaming suele ser menor a los 10 segundos.
Más estabilidad en la señal
El uso del cable representa otra ventaja importante y es que con el logramos una señal estable y sin caídas. Mientras con una conexión sin cables, podemos tener bajadas de velocidad o incluso pérdidas de cobertura, con el cable toda la información llega.
Al usar una conexión física evitamos interferencias y cualquier otro tipo de injerencia que perjudique la llegada de la señal y que por tanto pueda provocar saltos en el streaming o molestos parones.
Sin embargo hay que tener en cuenta que también influye el tipo de cable. Aunque parezcan iguales, todos los cables Ethernet no son iguales. El cable de red o lo que es lo mismo, el cable Ethernet o RJ45, es un componente fundamental a la hora de aprovechar la conexión a Internet que tenemos contratada con nuestra operadora.
A la hora de encontrar el mejor cable de red o cable Ethernet debemos fijarnos sobre todo en las categorías. Este tipo de cable está catalogado y clasificado en categorías y en función de la elegida vamos a obtener mayores prestaciones.
Velocidad de conexión
El punto de la velocidad que ofrece el cable puede ser un arma de doble filo. Y es que quizás se trate del aspecto más discutible. En el momento hice las pruebas y en mi televisor, con el router en la habitación de al lado, con el WiFi me llegaban más de 220 Mbps, mientras que con el cable me limitaba a 90 Mbps.
El motivo de esta diferencia, es que mi Smart TV no tiene un puerto gigabit y aunque ya hemos visto como la mayor parte de los servicios en streaming, tienen de sobra para acceder con 30 Mbps de conexión, hay algunos casos en la que más velocidad viene bien. Esto ocurre cuando se trata de actualizar el sistema operativo del televisor (cosa poco frecuente) o actualizar aplicaciones.
Por lo tanto, el que tu televisor tenga más o menos acceso a una velocidad de conexión superior, depende de varios factores ya uses cable o WiFi. De la distancia a la que tengas el router, del puerto gigabit de tu televisor y de la velocidad que tengas contratada.
Seguro y cómodo
Lo que no se puede negar es que usar el cable representa una ventaja notable, ya que vas a tener una mayor comodidad y de paso también logras una mayor seguridad. Usar el cable hace que te puedas olvidar de contraseñas WiFi, de problemas de cobertura y del resto de impedimentos relacionados con las redes inalámbricas.
Hablamos de la caídas de velocidad, de interferencias con otros aparatos o de que un intruso pueda acceder a nuestra red Wi-Fi, y por lo tanto, nuestros dispositivos conectados queden a su merced. Con cable, la seguridad aumenta hasta el infinito.
Problemas con apps
Con todo esto aclarado, hay sin embargo algunos aspectos que pueden requerir una puntualización a parte. Y es que por ejemplo hay aplicaciones para realizar streaming en local que no pueden funcionar si el televisor no está conectado a una red WiFi.
En mi caso, uso aplicaciones para enviar contenido desde el móvil al televisor y viceversa y aunque tengo la tele conectada por cable, es preciso tener habilitada al mismo tiempo la conexión WiFi para que el teléfono detecte el televisor. Si no está conectada a la red inalámbrica, se hace imposible de usar.
Dicho todo esto, en casa se dan los dos casos. La tele principal la tengo conectada por WiFi y sólo uso el cable en ocasiones puntuales. En otra tele, dada la lejanía, si que tengo un cable Ethernet siempre preparado para poder acceder a todos los servicios online y así olvidarme del WiFi.
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