Hace unos años, cuando lo analógico gobernaba nuestras vidas cotidianas, si querías saber si los vecinos de tu edificio se habían ido de vacaciones podías conocerlo rápidamente por la cantidad de correo acumulado en los buzones.
Ahora hay otro método casi igual de efectivo: comprobar el estado de las redes WiFi que tenemos a nuestro alrededor para ver si siguen operativas. Haciendo un pequeño análisis de velocidad y estabilidad probablemente nos daremos cuenta de que estos factores mejoran notablemente cuando los vecinos se van de vacaciones. ¿Cuál es el motivo?
Por qué ahora mi WiFi va mucho mejor
Las redes WiFi funcionan gracias a lo que se denominan "canales" de espectro electromagnético. Son el equivalente digital a los carriles de una autopista por los que viajan nuestros datos en cada banda de frecuencias. Cada punto de acceso inalámbrico o router establece una conexión WiFi en base a uno o varios de estos canales, dirigiendo por ellos todo el tráfico que maneje.
Si este canal está saturado por múltiples conexiones, como por ejemplo las redes WiFi de los vecinos, o tiene interferencias de otros canales próximos, la conexión va a sufrir problemas de paquetes perdidos, una reducción de la velocidad, incrementos de la latencia y por tanto una peor calidad que en ocasiones puede hacer que incluso se produzcan cortes o velocidades muy inferiores a las teóricamente alcanzables con nuestros equipos.
Este problema no es cosa del router o demás equipos que tengamos en casa. Da igual que cambiemos el de la operadora por el mejor del mercado o que nos compremos un ordenador o móvil de nueva generación. Si estas interferencias en los canales WiFi son muy elevadas probablemente nunca lograremos una buena velocidad.
En un día normal, como podemos ver en las capturas o directamente si miráis en la detección de redes WiFi de vuestros móviles, tabletas y ordenadores, además de nuestras redes inalámbricas hay a nuestro alrededor un notable número de ellas procedentes de las viviendas cercanas.
Son redes que se "entrometen" en nuestros canales produciendo interferencias y rebajando la estabilidad y velocidad de nuestra conexión, degradándola a veces hasta el punto que resulta difícil conectarse. Sin embargo en estos casos suele ser habitual que cuando los vecinos se han ido de vacaciones, dichas redes queden completamente apagadas o, si están encendidas, por lo menos al no estar en uso su capacidad de provocar interferencias disminuye porque no transmiten ningún dato.
Es algo que también sucede si nos conectamos de madrugada, cuando la mayoría de la gente está durmiendo y no usa sus redes WiFi. ¿Qué podemos hacer para que este "efecto vacaciones" dure más tiempo además de mudarnos a una finca sin vecinos? Pues para empezar, elegir el mejor canal WiFi disponible para nuestra vivienda.
Escogiendo el mejor canal WiFi para mi casa
Lo primero que conviene hacer es un mapeo o dibujo de la situación general de los canales WiFi a nuesrtro alrededor para ver cuáles están más libres y saber si hay alguno que te ofrezca menos interferencias. Es algo que podemos realizar habitación por habitación, ya que en general las conexiones de los vecinos se colarán con diferente intensidad a través de las distintas paredes, techos y suelos de la casa.
¿Cómo buscar estos canales libres y con interferencias? Pues afortunadamente hay muchas aplicaciones que nos dan información al respecto de nuestra conexión inalámbrica, cada una con sus ventajas e inconvenientes, gratis o de pago. Una de mis favoritas es WiFi Analyzer, disponible de forma gratuita para Android y Windows 10 (en este caso solo hay que buscarla en la tienda de aplicaciones), un software que nos da esta información mostrando la potencia de la señal de cada banda de frecuencias.
Este tipo de aplicaciones nos muestra qué canales hay en uso en cada banda de frecuencias y nos indica el nombre de la red para que podamos distinguir la nuestra de la de los vecinos. Como vimos en este artículo más a fondo, podemos elegir desde nuestro router en qué canal queremos que funcione nuestra red WiFi para una mejor conexión.
Si quieres cambiarte de canal, algo que podrás hacer cuantas veces desees para tener siempre la mejor conexión, solo tienes que entrar al router a través del clásico enlace http://192.168.1.1 en el navegador web (o uno similar, para lo cual os recomendamos ver las instrucciones de cada router concreto), buscar la configuración de la red WiFi y encontrar allí la opción correspondiente a los canales.
En el menú elegiremos el que más nos convenga en cada caso y así mejoraremos la calidad de nuestra conexión inalámbrica (aquí tenéis un manual más detallado para hacerlo).
Elegir la mejor banda WiFi disponible
Otro punto importante para mantener una buena calidad de la conexión WiFi es escoger la banda adecuada (por ejemplo 2,4 o 5 GHz) para cada tipo de uso y para cada habitación en casa. El primer parámetro a considerar al respecto es el radio de cobertura que nos ofrece cada banda de frecuencias, dato que está íntimamente ligado a su capacidad de penetración y a los obstáculos que encontraremos.
En los equipos como altavoces conectados, sistemas de sonido, dispositivos del hogar inteligente, navegar por la Web desde un PC o móvil, servicios de mensajería instantánea, correo electrónico, acceso a redes sociales, etc. suele ser recomendable utilizar la banda de 2,4 GHz por su mejor cobertura, ya que no necesitaremos grandes velocidades de acceso.
Sin embargo, esta banda de 2,4 GHz es capaz de traspasar con mayor facilidad paredes, techos, suelos de distintos pisos, muebles, ventanas, etc., por lo que suele ser la que más se contamina con las interferencias de los vecinos. Esto puede hacer que las capacidades de tu WiFi empeoren con pérdidas constantes de paquetes causadas por interferencias que puedes tratar de minimizar cambiando algunos de tus equipos a la banda de 5 GHz.
La banda de 5 GHz te ofrecerá una mayor capacidad de transferencia y una conexión con menores interferencias de los vecinos, pero claro, su funcionamiento óptimo dependerá de cada router y estará limitado a la habitación donde tengamos el punto de acceso inalámbrico o, con suerte, a las adyacentes. En el caso de que nuestra intención sea usarla en el rincón más alejado de la casa, probablemente tengamos que recurrir a alguna ayuda adicional, como un extensor de cobertura, una red PLC, etc..
Otra opción para funcionar siempre en la banda con mejor cobertura es usar la tecnología denominada como Band Steering, que en español también podemos encontrar con otros nombres como "WiFi inteligente" o "WiFi dinámico".
Su funcionamiento es aparentemente sencillo, ya que permite alternar de forma automática y sin intervención del usuario entre las bandas de 2,4 y 5 GHz en función de la que ofrezca mejores prestaciones en cada instante, como por ejemplo a la que ofrezca un mayor nivel de señal, menores interferencias y con ello una conexión más estable con más velocidad. En este artículo explicábamos sus ventajas y cómo usarla.