Docks para iPad hay a patadas. Levantas una piedra y salen varios. Pero seguro que nunca habíais imaginado que la diosa de la tecnología, la mismísima Venus de Cupertino, sostendría el vuestro mientras se recarga y sincroniza.
Obviamente, el nombre de la diosa es cosa del diseñador Scott Eaton, ya que no existía tal diosa en la antigüedad, pero sí muchas de la fertilidad, a cuya imagen y semejanza ha sido creada esta base para el iPad, apta para la segunda y tercera generación (¡Ouch!)
Me gusta la serenidad que transmite, lo interesada que parece admirando la pantalla del tablet de Apple, como si efectivamente estuviera leyendo --aunque si fuera una edición digital de algún periódico, debería escandalizarse de cómo está el mundo-- y la gracilidad con la que lo sujeta en sus manos, aunque es otra parte de su cuerpo la que hace palanca para no vuelque.
Está encastada a mano con resina de primera calidad y en su seno acoge el clásico conector de Apple, que el diseñador asegura es fácil de cambiar, por si en el futuro se modifica el del iPad también. Todo, por poco más de 150 euros al cambio; excesivo para un dock convencional, pero hay que tener en cuenta que nuestro querido tablet estará resguardado por los Dioses.
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