Sensores, sensores y más sensores. Los hogares del futuro estarán repletos de sensores, por todas partes, en todos los objetos, incluso en los que aparentemente no son susceptibles de incorporarlos.
¿Un ejemplo? pues el clásico, sencillo y útil bolígrafo analógico de toda la vida, que a pesar de tanto equipo informático, reconocimiento de voz y pantalla táctil siempre viene bien tener a mano en casa para dejar un nota o resolver un pasatiempo.
Sin embargo, en poco tiempo podríamos asistir a un cambio sustancial en el concepto "bolígrafo", cuando las empresas empiecen a llenarlos de sensores, conectividad e "inteligencia". Es el caso del LernStift, un proyecto procedente de Alemania que pretende ayudar a mejorar nuestra ortografía y caligrafía.
¿Cómo lo consigue? Pues con un sistema inteligente que detecta lo que vamos escribiendo, letra a letra y palabra por palabra, analizando si es correcto o no, en cuyo caso nos da una pequeña vibración que nos indicará el error.
Está pensado sobre todo para ayudar a los niños a aprender a escribir correctamente, tanto con la caligrafía como con la ortografía e incluso con la forma de coger el bolígrafo gracias a sensores de posición y de presión.
Además, también están trabajando en un módulo WiFi para transmitir lo que escribamos a nuestros procesadores de texto en ordenadores, móviles o tabletas. Y también podría usarse para la escritura y control de nuestros smart TV, ya que el sistema permite la escritura virtual "en el aire" de forma que podamos, por ejemplo, introducir nombres y direcciones en los navegadores de las teles sin tener que usar los engorrosos mandos a distancia actuales.
Ya se puede reservar en su página web aunque se espera que salga a la venta en agosto de este mismo año a un precio aún desconocido.
Más información | Lernstift