Samsung R1 Wireless 360, análisis: eficiente sonido omnidireccional pero alejado del HiFi

En los últimos tres años hemos ido asistiendo progresivamente a la aparición de equipos de sonido multiroom en los que la conectividad con la red local doméstica resulta imprescindible para proporcionar una experiencia musical unificada en diferentes estancias del hogar pero permitiendo al mismo tiempo mayor flexibilidad de control y gestión de los contenidos que con los equipos clásicos.

Samsung es una de las marcas que se está enfocando en esta dirección, integrando altavoces y equipos de sonido con otros sistemas como barras y televisores inteligentes. En esta ocasión hemos tenido la oportunidad de probar a fondo uno de sus últimos lanzamientos, el altavoz Samsung R1 Wireless 360 (nombre técnico WAM1500). ¿Cómo se ha comportado? Podréis comprobarlo a continuación.

Diseño y características

Lo primero que llama la atención del Samsung R1 Wireless 360 es su peculiar forma a modo de cilindro con unas dimensiones de 123 x 234 x 123 mm., rodeado por una tela de protección y coronado en su parte superior por una superficie plástica que hace las veces de control táctil del aparato.

Básicamente tenemos un botón para conectar las diferentes funciones del equipo, una superfice en la que deslizando el dedo podemos pasar los temas musicales y otros dos para subir y bajar el volumen, dejando la mayor parte de las opciones en manos de la Multiroom App de Samsung que deberemos instalar en nuestro terminal móvil Android 2.3.3 o iOS 6.1 o superior si queremos extraer el máximo partido al equipo.

¿Cómo están colocados los drivers en el interior del altavoz? Pues de forma poco convencional. El tweeter de 25 mm. se sitúa en la parte superior del dispositivo emitiendo el sonido hacia una pantalla acústica que lo hace rebotar y dispersa en todas direcciones. En el otro extremo nos encontramos con el woofer de 88 mm. para frecuencias medias y graves que de forma similar hace rebotar la onda de presión sonora en una superficie curva con forma cónica dispersando la señal por toda la habitación (de ahí el apellido de 360).

¿Qué se consigue con esta dispersión? Pues en teoría que el sonido se distribuya de forma más uniforme por todos los rincones de la sala logrando envolver a múltiples usuarios al mismo tiempo sin necesidad de que tengan que estar sentados frente al altavoz. Veremos más tarde si lo consigue.

El R1 es ante todo un altavoz multiroom. Es decir, está pensado para complementar y ser complementado con otros altavoces y equipos compatibles de la marca más que para funcionar en solitario. Para ello viene bien dotado de conectividad inalámbrica, siendo compatible con Bluetooth, el sistema TV Sound Connect (para conectarlo a la tele de forma inalámbrica) y sobre todo con WiFi de banda dual (2,4 y 5 GHz).

El principal sistema de control del aparato y la fuente de contenidos va a ser el smartphone, por lo que no se incluye ni mando a distancia ni otro tipo de conectores analógicos o digitales (jack, RCA, ópticos, coaxiales, etc.), lo cual es un punto que tenemos que tener en cuenta si estamos pensando en comprarlo. Eso sí, la aplicación es capaz de soportar el streaming la mayoría de formatos de archivos de sonido más populares: AAC, MP3, WAV, OGG, WMA, ALAC, FLAC de hasta 192 KHz /24 bits, pero no podremos insertar una memoria USB y reproducir contenidos directamente, lo cual es un punto en contra.

Instalación y puesta en marcha

Tras desembalar y enchufar el altavoz a la toma de corriente procedemos a instalarlo, para lo cual tenemos básicamente tres opciones. La primera consiste en utilizar un enlace Bluetooth desde el que enviar los archivos musicales del móvil. Para ello solo tenemos que emparejar los dos dispositivos utilizando el teléfono y el panel táctil del R1 y en unos pocos segundos ya estará todo listo para funcionar.

Es un sistema rápido y cómodo, aunque si queremos extraer el máximo potencial al equipo es necesario que nos descarguemos e instalemos la aplicación Samsung Multiroom en el móvil o tableta desde Google play o la App Store para poder controlar las características avanzadas.

El funcionamiento es bastante sencillo e intuitivo. Solo tenemos que abrir la aplicación y un tutorial nos irá guiando por los pasos necesarios para configurar el altavoz o altavoces que tengamos conectados a la red y vincularlos entre sí.

Podemos añadir todos los altavoces y barras de sonido compatibles con el sistema al comienzo de la instalación o buscarlos posteriormente si los vamos comprando poco a poco. La aplicación es como un mando a distancia avanzado de los equipos que nos permite controlar la reproducción, elegir las fuentes de música locales o desde Internet, hacer colas, listas, buscar por temas y artistas, pero sobre todo está pensada para controlar de forma remota qué se reproduce en cada altavoz o equipo compatible de la casa.

Esto nos lleva directamente al tercer sistema de conexión, el TV SoundConnect, que nos permitirá emparejar uno o varios altavoces con un televisor compatible de Samsung (recomiendan un modelo de 2012 o posterior para asegurar la máxima compatibilidad). Para ello solo tenemos que colocar el R1 cerca del televisor en el momento de instalarlo, abrir la aplicación en el móvil y buscar el botón de "TV SoundConnect".

Lo pulsamos y tras unos segundos nos aparecerá un mensaje preguntándonos si queremos o no emparejar los dispositivos. Lo aceptamos y listo, el sonido de la tele saldrá por el altavoz que ya podremos colocar más alejado en una posición que nos resulte apropiada para mejorar la audición.

Por último, señalar que el R1 también puede controlarse desde un smartwatch Samsung Gear S o Apple Watch, mejorando así las posibilidades de uso y permitiéndonos prescindir del móvil para la mayoría de las acciones y el control de las funciones básicas: volumen, elegir pistas, etc.

Entorno, equipo y temas para las pruebas

Todas las pruebas han sido realizadas en una sala de unos 15 metros cuadrados con los típicos muebles que todos tenemos en casa, sin aislamiento acústico dedicado y a una distancia de audición de entre 1,5 y 3 metros. Nuestra fuente de audio será un teléfono móvil Nokia Lumia 530 para probar la conexión Bluetooth y un iPhone 5 para la aplicación Samsung Multiroom, puesto que no hay aplicación para terminales Windows. También utilizaremos un televisor Samsung de 48 pulgadas modelo J6300 cedido por la marca para la prueba.

Para comprobar las posibilidades del equipo hemos optado por reproducir diferentes tipos de música, de múltiples géneros, todas ellas en la máxima calidad digital (WAV o FLAC sin comprimir). Empezando por música clásica, escucharemos varios valses y nocturnos de Frederic Chopin, el “Concierto para piano Nº3” de Rachmaninov, el tema de la muerte de Sigfrido de Wagner, “Cuadros de una exposición” de Músorgski o el “Concierto para clarinete en La mayor, K. 622” de Mozart.

Posteriormente probaremos los temas “Nite Mist Blues” de The Monty Alexander Trio, el album “Cause and Effect” de Maria Mena, el album “Leave Your Sleep” de Natalie Merchant , el tema “No sanctuary here” de Chris Jones, “Everlasting Everything” de Wilco, “Tired” de Adele, “Dear Avery” y “The Hazards of Love 4 (The Drowned)” de The Decemberists , “Nobody Knows You when You’re Down and Out” de Katie Melua, “The Day Before the Day” de Dido y “Vicarious” de Tool.

Calidad de sonido

Comenzamos el banco de pruebas primero con los temas clásicos y pasando posteriormente a los modernos. En lo primero que nos fijamos en que efectivamente, el sonido parece salir de forma omnidireccional creando un punto de escucha óptimo que se sitúa en un radio equidistante alrededor del R1.

Esto tiene sus ventajas e inconvenientes. Por ejemplo, si lo que buscamos es una mejor distribución espacial del sonido en la sala para que llegue a todos los usuarios por igual con independencia de dónde están sentados, con este sistema de radiación en 360 grados lo conseguiremos.

Sin embargo, si lo que pretendemos es una buena imagen estéreo como la que tendríamos con la típica pareja de altavoces convencionales no lo lograremos, ni aunque instalemos varios R1 uno a cada lado. Aspectos como la separación de los instrumentos y su posicionamiento en el escenario quedan desdibujados al venir el sonido de múltiples direcciones al mismo tiempo.

La respuesta en frecuencia es bastante buena para un equipo de tan reducidas dimensiones. En ocasiones parece que el woofer es más grande de lo que en realidad es, probablemente porque aprovecha los rebotes de la onda sonora en la superficie donde lo coloquemos. Otra vez esta característica tiene sus ventajas e inconvenientes. Entre las primeras, la mejora en la pegada de algunas frecuencias graves que de otra forma pasarían más desapercibidas.

Sin embargo, la principal desventaja es que hace la instalación del R1 más sensible al lugar en el que lo coloquemos. Si lo ubicamos en un mueble que esté hueco (una mesa o un armario), hará de caja de resonancia y podríamos tener vibraciones indeseadas. Por ello conviene colocar el altavoz en un lugar sólido y robusto sin nada que pueda vibrar bajo sus pies.

Los agudos son bastante nítidos y su dispersión por la sala está bien conseguida gracias al sistema de difusión en 360 grados. En cuanto a los medios y medios-graves, a volúmenes moderados tienen buena calidad, pero a medida que damos más potencia parecen emborronarse un poco. No sé si es por el driver, por el amplificador o porque la caja es demasiado pequeña, pero le hace perder realismo y definición, limitándonos el uso del R1 a espacios de menos de 10 metros cuadrados con volúmenes intermedios para extraer todo su potencial.

De izquierda a derecha: R5, R3 y R1

Probablemente por este motivo la marca haya lanzado también junto con este R1 los modelos de mayores dimensiones R3 y R5, con más potencia y drivers más grandes pensados para sonorizar espacios de entre 15 y 20 metros cuadrados.

Tras las pruebas musicales coloqué las dos unidades R1 al lado del televisor J6300 de Samsung para comprobar su rendimiento a la hora de ver programación convencional y cine. Sin tener la tele un mal sonido en comparación a lo que nos tienen acostumbrados los paneles planos, hay que reconocer que al colocar los altavoces la escucha mejoraba notablemente.

Con los R1 ganamos en graves, en presencia de los diálogos y de algunos efectos especiales. Le faltan subgraves (por debajo de 50-60 Hz) para tener esa pegada que buscamos los aficionados al cine en casa, pero el conjunto mejora significativamente.

Probablemente la mejor experiencia la tendríamos con una barra de sonido como canal frontal y estos R1 como altavoces surround inalámbricos, funcionalidad que debería estar presente en los smartTV de Samsung posteriores a 2012 compatibles con la tecnología TVSoundConnect.

Conclusiones

Los R1 son unos buenos altavoces multiroom pensados por y para ser controlados desde un terminal móvil inteligente o tableta Android o iOS con una red WiFi funcionando permanentemente de fondo. Si no tenéis uno de ellos en casa o sois de otro sistema operativo, como Windows Phone, la instalación se complica ya que, por ejemplo en mi caso me resultó imposible usar los dos R1 a la vez desde un Nokia 530 por Bluetooth. Podía utilizar uno u otro, pero no los dos a la vez.

Suponiendo que tengáis un móvil compatible podréis acceder a vuestra música favorita en cualquier parte de la casa y si tenéis varias unidades podéis colocar una en cada habitación y crear una especie de hilo musical reproduciendo los mismos temas en ambos o uno diferente en cada sala.

La calidad de sonido es todo lo buena que podríamos esperar en un altavoz de gama media-baja de sus dimensiones. La respuesta en frecuencia es correcta siempre que no subamos demasiado el volumen y nos permitirá usarlos sin problemas en salas de menos de 10 metros cuadrados para crear un sonido ambiental de fondo más que para una escucha HiFi convencional.

¿Son los R1 para mí? Si lo que estás buscando es un equipo multiroom que puedas ir ampliando poco a poco con más altavoces (como por ejemplo los R3, R5 o una barra de sonido) para crear de forma sencilla un hilo musical en varios lugares de la casa, estos Samsung R1 Wireless 360 son una buena elección para habitaciones pequeñas. También son recomendables para mejorar el sonido de serie de un televisor compatible de la marca y sobre todo si tenemos una barra de sonido, ya que entonces podremos usarlos como sistema de audio surround inalámbrico.

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