El router es prácticamente uno de los dispositivos fijos en todos los hogares. La puerta del hogar conectado para comunicarse con Internet, que, además de la conexión por cable, también ofrece conexión inalámbrica vía WiFi para poder conectar casi cualquier dispositivo.
Lo que no esperábamos es que además de las conexiones tradicionales, la conectividad WiFi también pudiese llegar a funcionar de forma muy similar a la de un reloj inteligente. Y es que gracias al WiFi de tu casa, también se puede llegar a conocer la frecuencia cardiaca, tu respiración y hasta si estás o no durmiendo.
Las propiedades sobrenaturales del WiFi
Una aplicación de la conectividad WiFi que no conocíamos y que han descubierto investigadores de Delta, una empresa de Taiwan especializada en en la gestión de la energía, la cual ha mostrado sus hallazgos en el Computex que se está celebrando en Taipei.
Como cuentan nuestros compañeros en XatakaMóvil, gracias al uso de una serie de algoritmos pueden medir valores como el ritmo cardiaco o la respiración y lo que es más increíble, con más de un 80% de efectividad.
Ya hemos visto como distintas superficies pueden afectar a la distribución de la señal de la red WiFi en casa. Lo hemos visto con las paredes (especialmente por las que van tuberías), con otras redes WiFi, o también con electrodomésticos. Incluso han llegado a usar el WiFi para crear "paredes invisibles". Todos estos elementos pueden afectar a la propagación de la señal WiFi ocasionando una pérdida de la calidad o la potencia.
Ahora, el último descubrimiento viene de parte de la empresa Delta, que ha presentado un hallazgo realmente llamativo. Usando la señal WiFi se pueden conocer algunos parámetros relativos a nuestra salud.
El WiFi utiliza ondas electromagnéticas para transmitir datos inalámbricamente. Específicamente, las ondas de WiFi son ondas de radio, que son un tipo de radiación electromagnética. Un tipo de señal que como hemos visto es muy perceptiva a cualquier interferencia y de hecho, incluso puede ser sensible a la respiración de las personas de forma que es capaz de determinar si una persona está durmiendo o si se está moviendo por una habitación.
Pero no solo la respiración o la capacidad de determinar cuántas personas hay en una habitación. Los científicos de Delta han llegado a medir los latidos de nuestro corazón, usando los pequeños cambios, casi invisibles, que se producen en la red WiFi.
De hecho, han llegado a lograr una precisión del 83% a la hora de medir el ritmo cardíaco, mientras que en lo referido, al ritmo de la respiración, la petición alcanza el 95%.
Llama a la atención el grado de error tan pequeño usando el WiFi para medir elementos de nuestra salud que normalmente requieren el uso de un dispositivo que está en contacto con nuestro cuerpo. Pero incluso miedo puede generar la incertidumbre sobre cómo se puede usar esta tecnología para acceder a datos sobre nuestra salud, información siempre susceptible de una gran preocupación por la privacidad que lleva asociada.
Vía | The Register
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