Con la llegada de los primeros fríos, las alfombras se convierten en valiosas aliadas para combatir las bajas temperaturas. Usarlas en el suelo funciona como un método aislante, evitando que notemos el frío en la planta de los pies y ayudando a que la temperatura más baja no nos afecte directamente.
Sin embargo, aunque las alfombras son fundamentales para mejorar el aislamiento en el hogar y, al mismo tiempo, ofrecen una amplia gama de opciones decorativas, tienen un inconveniente: tienden a acumular suciedad y, con el tiempo, pueden generar malos olores. Por suerte, acabar con este problema es muy sencillo utilizando los métodos adecuados.
Aspirar con frecuencia
Es básico llevar a cabo una limpieza frecuente y regular para evitar que se acumule suciedad que pueda derivar en que terminen apareciendo malos olores. Lo ideal es hacerlo al menos una vez por semana, lo que te permitirá eliminar el polvo, suciedad y restos atrapados en las fibras, responsables de los malos olores.
Si tienes una aspiradora o un robot de limpieza aptos para este tipo de superficies puedes aprovecharlo en tu rutina diaria. Si es un aspirador, realiza movimientos en línea recta, hacia adelante y hacia atrás y si la suciedad es persistente, pasa la aspiradora varias veces sobre la misma área.
Elimina manchas
Las manchas son una de las principales causas de olores en las alfombras. Lo primero que debes tener en cuenta es que en caso de una mancha, procede a eliminarla rápidamente. Puedes intentarlo aplicando una mezcla de agua tibia y detergente suave sobre la zona afectada, evitando frotar para no expandir la mancha; en su lugar, seca con un paño limpio o papel absorbente realizando ligeros toques.
Otra solución pasa por emplear una solución enzimática, un tipo de producto limpiador que contiene enzimas, proteínas que descomponen residuos orgánicos como grasas, sangre, sudor o alimentos. Lo que debes hacer es aplicar el producto generosamente sobre la mancha, asegurándote de cubrir tanto la superficie como la parte trasera de la alfombra. Colócala bajo el sol para que las enzimas actúen con mayor eficacia. Si el olor persiste, repite el proceso hasta que desaparezca por completo.
Usa vinagre
Si prefieres métodos más naturales, mezcla partes iguales de vinagre blanco de limpieza y agua en un pulverizador. Rocía la mezcla sobre la zona afectada y seca con un paño de microfibra o papel absorbente. Este método es ideal para neutralizar olores y mantener la alfombra fresca sin necesidad de productos químicos.
Usa sustancias aromatizantes
Para que tus alfombras desprendan un aroma agradable, coloca velas aromáticas o difusores de aceites esenciales cerca de ellas. Las alfombras, especialmente las de lana, tienen la capacidad de absorber olores del ambiente, por lo que esta estrategia ayuda a mantener un aroma fresco y acogedor en tu hogar.
Utiliza el vapor
Si llegados a este punto, la alfombra sigue oliendo mal, toca usar una solución drástica como es la limpieza al vapor. Es efectiva ya que el calor del vapor desinfecta y elimina bacterias, ácaros y residuos que causan olores.
Para usarla, comienza aspirando bien la alfombra para retirar suciedad superficial, luego llena el depósito del limpiador con agua y, si es compatible, añade un producto desodorizante o un limpiador suave. Pasa el vapor lentamente sobre la alfombra, asegurándote de cubrir toda la superficie sin saturarla de agua. Deja que se seque completamente en un área bien ventilada o con ayuda de un ventilador para evitar la formación de humedad.
Con cualquiera de estos métodos debes tener cuidado para no dañar la alfombra, y como siempre recomendamos, probar primero en una zona aislada y discreta. Además también es recomendable realizar una limpieza profesional cada 12 a 18 meses acudiendo a una tintorería o lavandería.
Foto de | Lord Photon
Vía | El Mueble
En Xataka SmartHome | El suelo radiante tiene competencia. Estas alfombras se "enchufan" para calentar cualquier habitación de casa
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