Hace unos días escribí una entrada sobre la experiencia de utilizar un Smart TV durante casi un año, y las cosas que necesitan mejorar. Hay un lema de cierta marca de neumáticos que reza "la potencia sin control no sirve de nada". Hoy voy a darle la vuelta a dicho mensaje. En la primera parte hablábamos del control, pero la verdad es que a los televisores inteligentes les falta potencia a la hora de ejecutar aplicaciones. Así que, "el control sin potencia" en los Smart TV casi es peor, y encima también andamos cortos de sonido.
Smart TV, el ordenador se integra con la televisión
Recordaréis que, hace unos años, hubo un tímido movimiento por parte de los fabricantes de llevarnos el PC al salón y convertirlo en centro multimedia. Los usuarios lo hicieron por su cuenta, pero claro, los PCs eran bastante caros y hacían ruido (lo cual no era muy adecuado para utilizarlos como reproductor de vídeo). Lo peor de todo es que no eran capaces de reproducir muchos de ellos vídeo en alta definición, la estrella para vendernos la necesidad de vídeo HD.
Posteriormente llegaron los discos multimedia, los Apple TV, y muchos otros dispositivos más o menos libres, y preparados para acercar no sólo la reproducción de contenidos, sino también el acceso a medios mediante compra directa por internet o la instalación de aplicaciones. Pero como los usuarios somos vagos por naturaleza, tener varios dispositivos frente a comprar uno solo más inteligente nos da mucha pereza. Así, las marcas se lanzaron al concepto de Smart TV y lanzar televisores con acceso a internet con todo lo que ello conlleva: Instalación de aplicaciones, acceso a contenidos de la red, navegación Web, y acceso a las redes sociales.
Smart TV y lo que podría ser
En la otra entrada comentaba que, cuando vamos a la tienda, nos fijamos muy poco en las funciones de la televisión. Os recomiendo que no lo hagáis cuando vayáis a adquirir una con los dineros que tanto os ha costado ganar. Una vez que nos convenza un televisor por imagen (y sonido, no lo olvidéis), llega la hora de que el vendedor nos muestre las funciones de Smart TV. ¿En qué nos debemos centrar? Lo primero en cargar una página web con el navegador. ¿Cuánto tarda? ¿Es cómodo el acceso y la navegación a los contenidos? Muchas televisiones, incluso las de alta gama, tienen procesadores que lamentablemente no están a la altura en cuanto a mostrar contenidos web se refiere. Si pensábais en usarlo como ordenador puntualmente, comprobad en la tienda su funcionamiento y no os fiéis de que va a funcionar porque lo diga el vendedor.
Otros aspectos a fijarse son las aplicaciones que vienen instaladas. ¿Cuánto tarda acceder a las mismas? Probablemente el procesador incluido no sea lo suficientemente potente para tener una multitarea (algo que no entiendo), por lo que si salís de la aplicación actual y vais a otra, tendréis que aguantar todo el tiempo de carga y ejecución.
En definitiva, os vais a encontrar con un ordenador con bajo rendimiento, aplicaciones que no se actualizan a menudo y que tienen tiempos de carga elevados. Lo peor es que los tiempos de carga se deben tanto a que la televisión tiene un procesador pobre como insuficiente memoria a la hora de ejecutar aplicaciones, y probablemente ésta sea lenta.
La instalación de aplicaciones también puede darnos una idea de si la televisión es lo que estamos buscando o no. Como cada fabricante tiene su propio repositorio de donde nos descargaremos los juegos y los programas, es bueno darnos una vuelta a ver cuáles están disponibles y ver cuánto tarda uno en descargarse e instalarse. ¿Podemos ver la tele mientras para amenizar la espera? Probablemente no, lo que sorprende en un dispositivo destinado a nuestro entretenimiento.
Como veis a las "Televisiones inteligentes" les falta medio hervor para serlo, necesitando más memoria y más rapidez de pensamiento a la hora de traernos contenidos y programas de forma ágil a nuestra pantalla. Algunas televisiones incorporan la posibilidad de actualizar el hardware, lo cual es bienvenido, pero siempre que el hardware incluido de serie estuviera a la altura. Es como los GPS que vienen incluídos con los automóviles y que ya están desactualizados "de serie", y que encima cuestan muchísimo actualizar.
La verdad es que, visto el panorama, casi es más recomendable comprar un Apple TV, disco NAS con aplicaciones o incluso una Raspberry Pi o un TV stick que un Smart TV. Lo podremos actualizar independientemente de la televisión y podremos elegir con qué quedarnos.
El sonido, otro aspecto a mejorar
Mi compañero Pedro Santamaría nos comentó el otro día cómo los fabricantes estaban haciendo televisores cada vez más finos, lo que implica que los altavoces sean cada vez más delgados y que el sonido, sobre todo las frecuencias graves, se escuche peor. Sinceramente creo que las barras de sonido deberían venir incluídas de serie con los televisores inteligentes. Mejor aún, a lo mejor podrían fabricar "barras inteligentes", que no solo incluyeran el sonido sino determinadas opciones como un pequeño PC con android o linux y un disco multimedia (instalable por el usuario) para almacenar nuestros contenidos.
Otro aspecto que descuidan es la propia configuración del sonido. No creo que cueste tanto incluir una aplicación que nos ayude a configurar los altavoces de nuestra sala, teniendo que recurrir a otros dispositivos y aplicaciones de terceros. Así que no sólo son los altavoces, sino la poca atención prestada a un aspecto tan fundamental como el sonido. El micrófono incluído en muchos mandos a distancia para las órdenes de voz podría servirnos de medidor de potencia sonora, ayudándonos a configurar perfectamente sistemas 5.1 y 7.1
En Xataka Smart Home | ¿Qué aspectos deberían mejorarse en los Smart TV? Control
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