Creo que voy a empezar a rechazar probar más monitores como este Philips 272C4 de 27 pulgadas y resolución Quad HD que ahora analizaré a fondo. No es que no me guste, au contraire, pero luego me toca volver a mi vetusto monitor LCD de 24" y claro, mi vista se resiente.
Y es que aunque el Philips 272C4 viene cargado de extras, como WebCam, altavoces estéreo, puertos HDMI, DVI y Displayport, lo que más se agradece es su impresionante panel LED PLS con 8bits de profundidad de color, 109ppi y tecnología Crystal Clear, que hace que todo se vea mejor. Pero empecemos por el principio.
Desembalaje y montaje
Tras sacarlo de su caja, bien protegido por el clásico "corchopan", descubrimos con alegría que incluye todos los cables necesarios para su puesta en marcha inmediata: el de alimentación, el USB para la webcam, un HDMI de 1,5m, otro DVI y hasta un cable de línea por si queremos llevar el sonido de forma analógica en vez de a través del HDMI.
También encontramos los drivers en un CD (aunque tanto Windows como Mac lo reconocen al instante), un mini manual y un pequeño papel con las instrucciones del Power Sensor, el sistema de ahorro de energía que ya probamos con el Philips Brilliance Monitor LCD AMVA241P4QPYKES y que sigue ofreciendo las mismas ventajas e inconvenientes: ahorra energía cuando nos alejamos del ordenador pero a veces le da por bajar el brillo aún estando frente a él, por mucho que lo configuremos según las instrucciones.
El montaje del monitor es muy sencillo, simplemente hay que anclar la base a la pantalla con un único tornillo que queda oculto. Luego conectamos el cable de alimentación, el HDMI, le damos al interruptor lateral de encendido y ya podemos empezar disfrutar de sus 27 pulgadas de claridad.
Estética y ergonomía
A pesar de su gran tamaño, el monitor Philips 272C4 consigue transmitir una sensación de ligereza que no lo hace parecer enorme sobre la mesa. No es que sea un prodigio del diseño, ni especialmente delgado, pero la base es bonita y liviana y en general no desentona.
La ergonomía, sin embargo, no es su fuerte, ya que no se puede regular en altura --sí en inclinación-- y tampoco ofrece la posibilidad de ponerlo en vertical, aunque no es que sea ésta una gran pérdida.
Calidad de la imagen
La calidad de la imagen es sin duda el mayor punto a favor de este monitor. No es solo una cuestión de la nitidez que aportan sus 109ppi --especialmente cuando usamos la resolución máxima de 2560x1440-- sino sobre todo de la profundidad del color, la claridad de los blancos y la oscuridad de los negros.
Ahora mismo tengo al lado mi monitor LCD de 24" (tiene cuatro años) y os puedo asegurar que la diferencia es abismal. En uno los blancos parecen amarillos, como cuando lavas demasiadas veces una camisa, mientras que en el Philips el blanco parece de un anuncio de detergente. Lo mismo ocurre con la vivacidad de los colores y la intensidad de los negros, si se me permite el juego de palabras, no hay color.
A pesar del alto brillo y el contraste, resulta muy poco cansado a la vista incluso tras mucho tiempo de uso, lo cual se agradece. Además, ofrece una calidad muy homogénea en todo el panel, sin diferencias de tonos o brillos entre las esquinas y el centro, muy importante si estamos editando fotografías o vídeo a pantalla completa.
En cuanto a la resolución, es importante que tengáis en cuenta que no vale cualquier ordenador para sacarle el máximo partido. Ni con mi macbook de 2009 ni con mi flamante HTPC pude usar más de Full HD, ya que necesita una tarjeta gráfica independiente para poder lucir en Quad HD, así que tuve que pedir prestado un ordenador. Eso sí, cuando te pones a navegar o a jugar con esa resolución, no quieres volver a saber nada del Full HD.
Ahorro de energía
Como he comentado al principio, el Philips 272C4 incluye el sistema de ahorro de energía Power Sensor, que reduce el brillo de la pantalla en un 80% si detecta que nos hemos alejado, para apagarla completamente pasado un tiempo prefijado.
Es una muy buena idea, pero en mi opinión aún no está depurada del todo, y aunque puedes definir diferentes tipos de sensibilidad --dependiendo de si estás más lejos o más cerca de la pantalla-- se lía bastante en función de las condiciones lumínicas o de la ropa que lleves, por lo que a veces no se apaga cuando te alejas y otras veces lo hace cuando estás delante. Al final, lo acabas desactivando.
Por lo demás, dispone de un sistema de autoapagado como el resto de monitores, un botón frontal para ponerlo en standby y uno lateral para apagarlo completamente sin tener que desenchufarlo de la corriente.
Web Cam, altavoces y otras funciones
El monitor Philips 272C4 viene preparado para aportar todo lo que necesitamos tanto en casa como en el puesto de trabajo. Por eso incluye una web cam, altavoces y también una interesante función Multiview y PiP, pudiendo ver imágenes de dos fuentes diferentes. Eso sí, para ello una de las fuentes debe usar la conexión Display Port.
En cuanto a la Web Cam, el micrófono integrado y los altavoces, cumplen su cometido a la perfección. No es que ofrezcan una calidad de imagen y sonido excelsos, pero tampoco diría que malos. Eso sí, no estaría nada mal que la Web Cam pudiera inclinarse, porque dependiendo de la altura de quien la use puede que el encuadre no sea el adecuado. En la ficha técnica dice que viene con tres puertos USB 3.0, pero yo no los he encontrado por ninguna parte.
Conclusiones
A pesar de no ser especialmente barato --el precio de venta al público es de 589 euros-- el Philips 272C4 es un magnífico monitor para aquellos que pasan mucho tiempo trabajando frente a él, especialmente si podemos aprovechar su resolución Quad HD, ya que nos permite disfrutar de más espacio de trabajo, casi como si tuviéramos dos monitores.
Además, ofrece una profundidad de color muy buena, un panel de bajo consumo que apenas cansa la vista y el añadido del sistema de ahorro de energía Power Sensor, si es que conseguís acostumbraros a él.
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