Si tienes una mampara en el baño, seguro que estás acostumbrado a lidiar con dos de los defectos que este tipo de elemento lleva asociado. Por una parte la cal del agua que se acumula en el cristal y por otro, esa especie de barro o sarro que se genera en los lugares de más difícil acceso.
La aparición de esa capa de suciedad en los rincones y juntas se debe a la acumulación en la mampara del baño de una combinación de elementos como son el jabón, agua dura y minerales además de la acumulación de otros residuos. Una suciedad que se acumula ofreciendo un aspecto desagradable y que ahora vamos a ver como quitar con un pequeño truco.
Limpiar con vino
Como en otros casos que ya hemos visto, la solución para eliminar rastros de suciedad en distintos puntos de la casa la tenemos generalmente en la despensa y sin tener que usar productos químicos elaborados que comprar en el supermercado.
En este caso, para eliminar esa especie de sarro" acumulado en las esquinas bastará con usar vino blanco, muy útil para eliminar depósitos minerales. Además, añade bicarbonato de sodio, que facilita la eliminación de manchas difíciles y ten a mano un cepillo o esponja para fregar la suciedad y un paño suave o toalla de papel para secar y pulir la mampara.
Lo primero es que antes de nada hagas una pequeña prueba en una parte menos visible para asegurarte de que los productos no dañarán la superficie de la mampara.
Con esa precaución, lo primero es retirar cualquier objeto o artículo de la mampara para luego enjuagar la mampara con agua caliente para quitar el exceso de suciedad y residuos.
En ese punto aplicar la mezcla de vino blanco y bicarbonato de sodio, bien empapando un trapo o bien usando un pulverizador que tengas en casa. Esta sustancia ayuda a descomponer los depósitos minerales y el jabón. Déjala actuar durante unos minutos.
Cuando hayas terminado, usa un cepillo o esponja no abrasiva para fregar la zona de aluminio de la mampara, prestando especial atención a las áreas con acumulación de suciedad.
Luego enjuaga bien la mampara con agua caliente para quitar los residuos de limpiadores y sécala con un paño suave o una toalla de papel para evitar la formación de manchas de agua y pulir la superficie.
El limón al rescate
Foto de Karolina Grabowska
El limón, al igual que ya hemos visto en otras ocasiones, también es protagonista en esta rutina. Y es más fácil de usar que el proceso anterior.
Solo has de cortar un limón por la mitad y restregarlo en aquellas zonas del aluminio que tengan restos de suciedad. Igual que antes, deja actuar al limón durante unos minutos y luego fruta esa zona con un cepillo para eliminar la suciedad. Luego, con otro paño, retira los restos de limón y de suciedad que quedan en el aluminio.
Adiós a la siliciona negra
Foto de Karolina Grabowska
Además y como bonus final, te explico como acabar con las zonas negras del baño, partes generalmente en las que están las juntas de silicona. Un material, que aunque sea transparente o blanco, puede volverse negro debido a la presencia de moho. El moho es un hongo microscópico que crece en ambientes húmedos y cálidos y la ducha es el ámbito ideal.
Los baños suelen ser ambientes húmedos, especialmente después de tomar una ducha o baño. Si la humedad permanece en la silicona, proporciona un ambiente propicio para el crecimiento del moho.
Para acabar con la silicona negra del baño, en casa, además de intentar ventilarlo lo máximo posible, lo que hago es usar un poco de lejía en un pulverizador. Pulverizo la zona ennegrecida con lejía y la dejo actuar un rato, hasta que veo que a la silicona recupera su color original y luego enjuago con un poco de agua.
Es un proceso muy efectivo, del que no obstante, trato de no abusar y sólo lo empleo cuando la suciedad y el moho no se van de otra forma para evitar que la silicona y las juntas terminen deteriorándose.
Recuerda además que es aconsejable realizar estas limpiezas de forma periódica para evitar que la suciedad se acumule.
Imagen portada | Gustavo Fring
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