Las Smart TV tienen cada vez más opciones de configuración disponibles en sus sistemas operativos, algo estupendo si somos de andar trasteando y haciendo pruebas para ajustar todo al mínimo detalle, pero que también puede complicarnos la vida si no contamos mucha experiencia.
En general tenemos la opción de dejar todo como viene de fábrica, o de elegir un modo de configuración de los preestablecidos que nos resulte llamativo en un primer momento, lo que puede suponer un notable error dependiendo del modelo concreto que tengamos.
¿El motivo? Pues que hay ocasiones en las que seleccionar uno de estos modos preconfigurados o tocar una opción sin saber muy bien qué hace puede tener como resultado una calidad de imagen pobre y artificial que no representará lo que puede dar de sí la pantalla.
Más brillo y contraste no significa mejor imagen
Imagen: Xataka
Lo habitual tras encender una nueva tele por primera vez es que, por defecto, se active en un modo de funcionamiento llamado "estándar" o "dinámico", ambos pensados para resultar llamativos, con colores muy vivos que nos gustarán en un primer vistazo, pero a la larga, cuando ya llevemos unos minutos u horas con la tele nos acabarán cansando.
Estos modos suelen poner todas las funciones de la tele a trabajar, con brillos, colores y contrastes al máximo, así como con un procesado de la imagen que puede resultar vistoso pero también artificial. Y este segundo punto es precisamente otro de los problemas más frecuentes en muchas teles, sobre todo en los modelos de gamas medias y bajas: el procesado excesivo de la imagen no siempre es bueno.
De hecho, los fabricantes se empeñan en añadir funciones que supuestamente mejoran la calidad de imagen pero que en la práctica, y salvo casos contados, la empeoran considerablemente reduciendo el rango dinámico del panel y haciendo que perdamos la intención original de los creadores de contenidos.
Es el caso de funciones denominadas como "intensificador de detalle", "contraste dinámico", "conversor de SDR a HDR", "modo vívido", "modo dinámico", etc. Son funciones que salvo algún contenido concreto donde pueden ayudar, en general no aportan ventajas ni calidad de imagen, sino todo lo contrario.
Imagen: LG
Algo similar sucede con los modos de ajuste basados en sensores que se encargan de detectar la luz de la sala y ajustar el brillo, color y el contraste en función de ella. ¿Funcionan bien? Pues llevo probando este tipo de funciones desde los tiempos de las viejas teles de plasma y todavía no terminan de convencerme, ya que dicha detección no siempre es buena, sobre todo en teles que no son de gama alta y producen cambios bruscos en la luz de la tele cuando menos te lo esperas.
En cuanto a las funciones de tipo "X dinámico", como el contraste dinámico, sí pueden ser útiles en algunos contenidos con negros apagados para crear la sensación de que son más profundos, pero al activarlas podemos apagar algo de detalle en sombra, aunque el resultado final depende mucho de cada tele en concreto, por lo que la recomendación generalizada sería no usarla.
Entonces, ¿qué hacemos con todas estas funciones y modos de imagen que supuestamente mejoran la calidad visual? Pues salvo que sepamos muy bien cómo usarlos para casos concretos, lo mejor en la mayoría de los casos es que optemos por desactivarlas.
¿Cómo apagamos estas funciones? Pues hay varias formas de hacerlo. Para empezar, podemos ir al menú de configuración de la imagen y navegar opción por opción asegurándonos de que todas las funciones extra de mejora están apagadas o, salvo que alguna en concreto nos guste mucho, que la tenemos en un nivel mínimo.
La otra opción que suele ser más rápida y cómoda pasa por seleccionar directamente un modo de configuración que no use por defecto estas funciones, las desactive o las tenga puestas al mínimo.
Imagen: Samsung
¿Qué modos son los más recomendables? Si lo que vamos a ver fundamentalmente en la tele son películas, series, programas como noticias, documentales, etc., el modo recomendado para disfrutar de la máxima calidad e impacto visual es el de "cine" o "película", diferente nombre dependiendo del fabricante pero que viene a significar lo mismo.
Este modo, que puede estar disponible en versiones para ver la tele a oscuras o con luz ambiental, lo que hace es tratar de ajustar la imagen a un modo relativamente neutro reduciendo sensiblemente el brillo pero incrementando el contraste para obtener una imagen más cinematográfica e impactante. También suele ajustar la temperatura de color hasta una tonalidad más cálida que el modo estándar.
Pero si lo que queremos es una imagen sin tanto procesado, entonces mejor activar directamente el "Filmmaker Mode", "Modo cineasta" o modo de los creadores de contenidos. Este modo elimina todo el procesado extra de la imagen que modifique o corrija su apariencia original, incluyendo la interpolación de fotogramas o suavizado de movimiento, el zoom y los cambios de aspecto, las tasas de fotogramas no originales, las mejoras artificiales en la nitidez, o los colores no correctamente configurados.
Imagen portada | Oscar Nord
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