En anteriores ocasiones hemos analizado cuáles son los grandes electrodomésticos (lavadoras, frigoríficos, hornos, lavavajillas, vitrocerámicas, etc.) que más electricidad consumen en casa y qué trucos o consejos podíamos seguir para reducir este gasto.
Sin embargo, hay toda una pequeña legión de otros pequeños electrodomésticos que son como ladrones silenciosos de vatios a los que no prestamos mucha atención pero que van sumando en el día a día un importante costo que sí notamos a final de mes.
Según el Instituto para la Diversificación y ahorro de la Energía (IDAE), un hogar medio en España consume unos 3.300 kWh al año en electricidad, siendo la mayor parte debido al uso de grandes electrodomésticos con alrededor del 61,8% del total, pero el resto se lo debemos a otros pequeños dispositivos de uso diario y al "consumo fantasma" o de equipos en modo de espera, que supone hasta un 6% del total.
Poco tiempo de uso, mucho gasto eléctrico
Entre los electrodomésticos del hogar podemos diferenciar claramente dos clases de equipos en función de su tiempo de uso y del gasto energético. En primer lugar tenemos los que consumen mucha potencia de forma puntual (típicamente más de 1.000 vatios) necesitando gran energía durante periodos cortos, y en segundo lugar los que tienen un bajo consumo pero su tiempo de utilización es de muchas horas a lo largo del día.
Los pequeños electrodomésticos que más electricidad gastan en casa pertenecen todos al primer tipo. Es decir, necesitan una cantidad de energía muy elevada durante un corto periodo de tiempo, pero como su uso suele ser casi diario, al final suponen un importante montante en la factura mensual.
Todos ellos comparten además una característica clave: en general se trata de aparatos que cuentan en su interior con resistencias eléctricas que utilizan de forma poco eficiente la energía para generar calor, usado posteriormente para cocinar, tratar o mejorar el cuidado personal. ¿Cuáles son los que más gasto suelen hacer?
Plancha para la ropa
Las planchas para la ropa han evolucionado poco conceptualmente en los últimos 100 años. Una resistencia poco eficiente calienta una superficie y un depósito de agua sobrepasando generalmente los 2.000 vatios en los modelos básicos.
Esta cifra incluso puede ascender hasta los 3.000 vatios o más en algunos de gama alta y sobre todo en los centros de planchado con calderín de vapor aparte, que disparan el consumo eléctrico.
Secadores de pelo
La misión de los secadores de pelo es proporcionar un calor inmediato gracias a un altísimo consumo eléctrico, que es posteriormente expulsado al exterior por un sistema de ventilación.
Pueden superar fácilmente los 1.500 vatios en los más básicos pero hay equipos de altas gamas que incluso llegan a cifras muy superiores por encima de los 2.000 vatios.
Planchas eléctricas para cocinar
Se pusieron muy de moda hace unos años con multitud de modelos en el mercado y su misión es muy básica, calentar una superficie metálica usando una resistencia eléctrica de forma mucho menos eficiente que por ejemplo una placa de inducción.
Sus potentes resistencias situadas bajo la carcasa consumen más de 1.500 vatios y en los modelos más grandes y potentes sobrepasan los 2.000 vatios para ofrecer un calor instantáneo con el que cocinar fácilmente.
Tostadoras y sandwicheras
Las tostadoras y sandwicheras son también unos electrodomésticos que hacen su trabajo consumiendo una gran cantidad de energía eléctrica siguiendo la estela de funcionamiento basada en resistencias del resto de aparatos de la lista.
Las más discretas cuentan con potencias que rondan los 1.200-1.500 vatios, aunque hay modelos que gastan aún más. Sin embargo, estos equipos tienen la ventaja de que el tiempo de uso suele ser muy reducido, de unos 5-10 minutos como mucho.
Freidoras
Las freidoras son otro electrodoméstico imprescindible en muchas cocinas españolas, ya sean los modelos clásicos de aceite como los más nuevos, modernos y sanos que "fríen" con aire.
En el caso de las de aceite, el consumo eléctrico puede rondar fácilmente los 2.000-2.500 vatios en los modelos de tamaño intermedio. Y en las de aire se reduce sensiblemente pero aún así suele estar entre los 1.000 y 1.500 vatios.
Cuánto cuesta usar estos electrodomésticos al mes
Hacer un cálculo exacto del importe a pagar en la factura eléctrica por usar estos electrodomésticos resulta difícil, ya que dependerá de cada modelo concreto y del uso que hagamos de ellos. Sin embargo, vamos a tratar de averiguar una cifra aproximada suponiendo por ejemplo que nuestro equipo tiene un consumo de 2.000 vatios y que se usa unos 15 minutos al día.
Esto supone unos 0,5 kWh que si extendemos a todo un mes son alrededor de 15 kWh mensuales. Es más o menos el equivalente a tener una tele de 100 vatios encendida 5 horas cada día del mes. Para calcular el coste de esta electricidad consumida tomamos de la web de Red Eléctrica Española un precio medio de la luz en las últimas semanas de 0,35€/kWh y tenemos un importe de 5,25 euros al mes por cada aparato que usemos a diario.
Es cierto que los equipos no van a estar todo el tiempo funcionando al 100% de la potencia, ya que en general suelen hacerlo durante unos 5-10 minutos para calentar sus resistencias y luego paran hasta que se enfrían y vuelven a encenderse otra vez. Pero también lo es que muchas veces los dejamos encendidos más de esos 15 minutos que hemos considerado para los cálculos olvidándonos de que están puestos, algo muy habitual en las planchas para la ropa y freidoras, por ejemplo.
Además, en la mayoría de los hogares tenemos y usamos a diario varios de estos aparatos, incluso por diferentes miembros de la familia en distintos horarios, por lo que el precio medio de disfrutar de sus ventajas puede dispararse casi sin darnos cuenta.