Con la llegada del verano, es el momento de partir de vacaciones en el caso de muchas personas. Uno de estos casos es el de un conocido que se va unos días a un piso de alquiler y me preguntó si tenía algún dispositivo que le permitiera acceder a todo el contenido en streaming que ve normalmente y llevarlo a la tele.
Lo más parecido que tengo en casa y que ahora mismo no uso es un Chromecast. El primero que Google lanzó al mercado y que depende del móvil para poder aprovechar todas sus funciones. Lo más curioso es que tras 10 años, sigue ofreciendo el mismo resultado.
Tirar de la experiencia
Tras buscar en los cajones de casa, me encontré con el viejo Chromecast. Acumulando polvo, el dispositivo lleva conmigo desde que Google lo lanzó en el año 2013. Han pasado 10 años y hace poco más de un año que recibió la última actualización, un tiempo en el que además hemos sabido que Google iba a dejar de darle soporte.
Por eso, y antes de dejárselo a este familiar, lo he configurado y lo he probado en casa para ver si todavía tenía algo que ofrecer y la sorpresa ha sido mayúscula. Para el uso que se le va a demandar, sigue funcionando a la perfección.
Con 10 años a sus espaldas, el proceso de configuración no difiere mucho del que ya conocía y por medio de la aplicación Google Home, solo hay que seguir los pasos indicados para añadirlo a nuestro dispositivo. La única precaución es que debe estar conectado a la red 2,4 GHz (no soporta las redes de 5 GHz como casi todo el hogar conectado), pero como esta persona iba a tener Wi-Fi en casa no habría problema.
Con las pruebas realizadas en casa, una vez configurado el Chromecast, he podido acceder a contenido en el televisor de todas las plataformas a las que estaba suscrito. He probado con Netflix, Disney+, HBO Max, Prime Vídeo y hasta con Filmin (aquí abajo las capturas).
Con todas ellas he podido ver en el televisor el contenido directamente desde el móvil y aunque hay un poco de retraso hasta el momento en el que se hace streaming de las imágenes, el resultado es más que aceptable.
Es cierto que la resolución no es la misma que puede ofrecer un Chromecast 4K, pero como en este caso, el televisor se queda en 1080p, va más que sobrado. Y es que el Chromecast soportaba (y soporta) como mucho 1080p a 60 Hz.
El proceso sigue siendo tan sencillo como lo ha sido siempre. Para enviar contenido de cualquier app de streaming tan solo deberás ir a la aplicación móvil compatible desde la que quieres enviar el contenido, pulsar el botón de Google Cast y elegir tu Chromecast en la lista de dispositivos para que así pueda mostrar el contenido enviado (aquí abajo tres ejemplos).
Vale Jose Antonio, ya sabemos que el streaming desde otras plataformas funciona pero ¿qué mas se puede hacer? Pues es ideal para por ejemplo, repasar en la tele todas las fotos y vídeos, a pantalla grande, que hemos hecho con el móvil.
En mi caso he probado con una app gratis que se puede descargar desde Play Store como es All Cast. La tienes en este enlace y permite convertir tu tele en un álbum de fotos gigantes para mostrar todo lo que tienes en el móvil, o en la nube.
Este es un método fantástico para compartir todas las fotos y vídeos que tenemos tanto en el móvil en local, almacenadas en alguna nube como puede ser Google Drive o Google Photos. Podemos ver todo el contenido a pantalla grande, de forma que podemos recrearnos con los recuerdos de las vacaciones.
En resumen, sorprende que un dispositivo que en su día fue tan barato y que supuso el pistoletazo de salida, siga rindiendo así de bien tras 10 años. Un aparato que es el germen de lo que hoy conocemos como dongles, aparatos que cuentan con opciones tan interesantes como la gama Fire TV de Amazon o los vitaminados Chromecast con Google TV.
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