A la hora de mejorar el sonido de nuestros televisores planos una de las opciones que tenemos pasa por adquirir algún equipo externo que nos ayude a ampliar su potencia, pegada y fidelidad.
Es el caso de las cada vez más populares barras de sonido, dispositivos de audio integrados, compactos y con todo lo necesario como para empezar a disfrutar, en teoría, desde el primer minuto.
Finalmente nos decidimos a comprar una barra de sonido que nos guste y se adapte al presupuesto, la instalamos en casa y aunque en principio pueda parecernos que suena de maravilla en poco tiempo cuando la probamos a fondo notamos algo raro, como que no suena como esperaríamos.
Le falta realismo en la escena, con sonidos que no sabemos localizar bien y que restan impacto a las películas, o con tonalidades extrañas. Algo está fallando y no sabemos muy bien qué es.
Si este es nuestro caso, y suponiendo que por supuesto la barra funciona bien y no está estropeada, hay algunos puntos que conviene repasar para asegurarnos de que podemos extraer todo el potencial ofrecido por el equipo.
Índice de Contenidos (5)
No tenemos el subwoofer en la mejor ubicación posible
Las barras de sonido por su pequeño tamaño suelen ser incapaces de reproducir adecuadamente frecuencias por debajo de los 150-200 Hz por sí solas. Necesitan la ayuda de un subwoofer que debe encargarse de la reproducción de una banda de frecuencias bastante más amplia de lo habitual (normalmente funcionan de 100 Hz hacia abajo).
El problema está en que por encima de unos 80 Hz el sonido empieza a ser direccional. Esto significa que vamos a poder distinguir de donde vienen esas frecuencias, con lo que si colocamos el subwoofer lejos de la barra notaremos un desfase y una pérdida de realismo, ya que los medios y agudos parecerán proceder de un sitio (la barra) y los graves de otro diferente (el subwoofer).
La solución es sencilla, siempre que podamos hacerlo: colocar el subwoofer lo más cerca de la barra, algo que no siempre es posible dadas las diferentes disposiciones de muebles, alfombras, mesas y demás elementos decorativos de la sala.
Si instalamos el subwoofer lejos de la barra puede darnos la impresión de que las bajas frecuencias de todos los canales proceden de un mismo sitio, perdiendo imagen escénica y espectacularidad.
¿Qué distancia no deberíamos superar? Pues en mi caso he probado con varias barras de sonido diferentes en varias posiciones del subwoofer y con menos de 1,5 metros de diferencia se suelen obtener buenos resultados que por lo menos hacen pasar desapercibido este efecto.
No hemos pasado la corrección acústica de sala
Muchos modelos de barras de sonido de gamas media y alta actuales incorporan lo que se conoce como corrección acústica de sala, una función que como vimos en su día permite lograr adaptar el equipo a la habitación donde vamos a usarlo.
Se trata de una funcionalidad para la que habitualmente se utiliza un micrófono aparte, aunque algunas barras lo tienen integrado bajo su carcasa o en el mando a distancia, y la idea es que debemos pasar esta corrección nada más instalar la barra por primera vez, pero también cuando hagamos un cambio de mobiliario o decoración.
Si ponemos algún sillón nuevo, cambiamos las cortinas, ponemos o quitamos una estantería, una alfombra, etc. conviene que volvamos a ejecutar el sistema de corrección acústica o de lo contrario el procesador de la barra aplicará ecualizaciones y correcciones temporales erróneas que degradarán la calidad del sonido.
Cuidado con los modos de audición que seleccionamos
Suele ser de lo más habitual que tras instalar la barra por primera vez comencemos a trastear con los modos de audición que nos ofrece. En algunos modelos solo hay unos pocos básicos, pero en otros hay todo un repertorio de opciones para cine, música, deportes, juegos, etc.
Estos modos se complementan además con distintos sistemas de ecualización, por ejemplo para diferentes tipos de películas, de música o de contenidos que en principio pueden llamar mucho la atención, pero que a la larga acabarán cansándonos.
Lo recomendable suele ser escoger un modo que sea lo más neutro posible para no modificar el sonido original o hacerlo lo menos posible. En general los que mejores suelen venir calibrados de serie son los de "cine" a secas para películas y series multicanal y el de "música" si queremos audio en estéreo. El resto puede que apliquen modificaciones y ecualizaciones extrañas que restarán realismo.
El sonido envolvente, mejor con cuentagotas
Las barras de sonido han evolucionado mucho en los últimos años incluyendo todo tipo de formatos de audio envolvente como Dolby Atmos gracias a la incorporación de altavoces adicionales en la propia barra y de bafles extra para colocar detrás del espectador.
Si este último es el caso podremos tener un sonido envolvente decente, pero si nuestro modelo no cuenta con altavoces adicionales lo que tendremos son simulaciones de sonido tridimensional que pueden resultar llamativas en una primera escucha pero que a la larga nos llegarán a cansar.
Dependiendo de la película que estemos viendo, con estas funciones de sonido envolvente activadas puede que todos los efectos se mezclen y en función de donde estemos sentados no escucharemos bien de donde proceden. En general, si nuestra barra no es de gama alta, suele ofrece más fidelidad el desactivar estos modos de sonido envolvente.
No conviene abusar del subwoofer
Si nuestra barra incluye un subwoofer de grandes dimensiones probablemente el fabricante haya incluido de serie alguna función para resaltar su funcionamiento incrementando las frecuencias graves. O quizá seamos nosotros mismos los que hayamos optado por subir el nivel al altavoz de graves para tener más presencia.
Esto tiene como resultado un sonido que puede ser muy espectacular en primeras escuchas, sobre todo al ver cine de acción, donde notaremos una gran pegada y un impactante sonido.
Sin embargo, este exceso de graves dados los pequeños altavoces integrados en la barra literalmente se va a comer el resto de sonidos, por lo que al final estaremos perdiendo realismo y dinámica.
En general no conviene abusar del subwoofer y, puesto que va a encargarse no solo de las muy bajas frecuencias, sino también de parte de las que debería encargarse la barra (medio-graves), lo ideal es situarlo a un nivel de volumen parecido al del resto de altavoces integrados en la barra.
Una versión anterior de este artículo se publicó en 2023.
Imagen portada | Jonas Leupe
En Xataka Smart Home | Hay quien cree que una barra de sonido o home cinema es solo para poner el volumen más alto, pero esa es solo una de sus muchas ventajas