A principios de año me compré una tele nueva y en el proceso de desembalaje (no me gusta usar la palabra unboxing) me llamó la atención un aspecto. Venían dos mandos a distancia, lo que faltaba para tener más cosas sobre la mesa. Pero desde el principio, sólo uno ha sido el que he usado.
Sony se ha caracterizado en los últimos tiempos por ofrecer un mando distancia casi calcado en todos los modelos. Daba igual que fuera una Smart TV de gama de entrada o una situada en el escalón más alto. Casi todas compartían el mismo. mando a distancia con una calidad bastante discutible. Esto ha cambiado en el último año y estas son mis impresiones tras varios meses de uso.
Lo que me gusta
De entrada comentar el diseño. Un mando distancia con un diseño clásico, cargado de botones y acabado en un plástico barato frente a un mando a distancia con menos botones y con presencia del metal en sus terminaciones. Aunque el primero tiene algo que siempre me ha gustado, botones para todas las funciones, el segundo, minimalista, tenía una estética y acabados más cuidados.
Un tamaño más comedido y fácil de usar, sobre todo para los que tienen las manos más pequeñas. Más agradable al tacto que el diseño del mando convencional en resumen.
Sin embargo, entre los dos mandos, había un aspecto diferencial que no se puede pasar por alto. El mando clásico es el típico control remoto por infrarrojos, mientras que el más moderno adopta la conectividad Bluetooth y esta es una mejora que me ha vuelto loco.
Todas las teles que he usado apostaban por los mandos con infrarrojos tradicionales y ya sabes lo que ocurre con ellos. Si hay un obstáculo o no enfocas al receptor, olvídate de que funcionen de forma correcta.
Frente a estos problemas, un mando Bluetooth permite usar el televisor (y el dispositivo que controle) sin necesidad de tener que apuntar al receptor. Da igual cuando lo use, que incluso girado, sobre la mesa o situado casi en un ángulo de 90 grados funciona sin problema.
Además, al ser Bluetooth y funcionar en la banda de 2.4 GHz, permite que pueda conectar varios mandos a la vez y que cada persona de la casa tenga el suyo propio... o lo que es más práctico, cambiarlo fácilmente si se pierde o se estropea.
Conectarlo además es muy fácil, pues sólo hay que entrar en los "Ajustes" o la "Configuración" de la tele y buscar un apartado llamado "Mandos y accesorios" u otro nombre similar y luego pulsando en "Añadir accesorio".
En esta ocasión Sony además, ha echado el resto, pues el mando Bluetooth es además retroiluminado lo que facilita el uso por la noche si por ejemplo vemos la tele con las luces apagadas. Oye, que al final uno se aprende la posición de los botones, pero nunca está de más una ayuda.
Además, he notado que con este tipo de mando es mejor el tiempo de respuesta y baja la latencia, ese mínimo tiempo de espera que pasa entre que pulsamos el botón y se ejecuta la acción. Mientras más baja sea, más fluido será el funcionamiento.
Lo que no me gusta
Dicho todo esto, este mando distancia, presentó un inconveniente que antes he mencionado de pasada. Personalmente me gustan los mandos que tiene un botón dedicado casi para cada acción y que no exigen compartir accesos directos y esto con este mando no ocurre.
Y en este caso el mando minimalista presenta un problema cuando quiero realizar una acción que no es habitual. Algo tan sencillo como pulsar el botón rojo o acceder a la televisión online, al teletexto o al botón verde para el lenguaje de signos, me obliga a pulsar un botón y luego moverme por distintos menús hasta dar con la tecla. Esto con un mando clásico no pasa.
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