Cada vez tenemos más dispositivos electrónicos en casa que necesitan estar permanentemente conectados a la electricidad, incrementando de este modo el conocido como consumo fantasma, que puede llegar a suponer un importante desembolso a final de mes en nuestras facturas.
De ahí que muchos usuarios hayamos considerado alguna vez apagar completamente de la red eléctrica nuestros equipos cuando no vamos a usarlos, por ejemplo mediante una regleta con interruptor.
Sin embargo, en el caso de las Smart TV esto puede llegar a ser contraproducente en algunos modelos, como vimos a fondo en este artículo, lo que nos obliga a dejarlas siempre enchufadas porque están trabajando en segundo plano. ¿Qué es lo que hacen y cuánta energía gastan en el proceso?
Realizando tareas de mantenimiento del panel cuando apagas la tele
Uno de los defectos más importantes de los televisores OLED es que están fabricados con unos compuestos orgánicos que pueden sufrir un cierto deterioro con el uso, algo que en el corto plazo puede causar las conocidas como "retenciones de imagen" y que a la larga puede derivar en los temidos "quemados" si no tenemos cuidado.
Es una situación bien conocida por los fabricantes, que implementan funciones específicas en sus modelos para tratar de evitarlos. Y una de ellas es lo que se conoce como "ciclos de compensación", un sistema de control de píxeles que permite alargar la vida útil de los paneles.
La idea es sencilla pero potente. Cada cierto tiempo la tele analiza el estado de los píxeles del panel variando el voltaje de los que sea necesario para mantener la uniformidad en todos los subpíxeles de forma que no apreciemos esas retenciones o quemados.
¿Cada cuanto lo hace? Pues lo habitual es que tras 4 horas de uso continuo o acumulado de la tele, aunque como vimos en este otro artículo no siempre se cumple. El sistema operativo marca en su lista de tareas pendientes que tiene que hacer un ciclo de compensación rápido, algo que realiza automáticamente cuando pulsamos el botón de apagado en el mando.
Pero este ciclo de compensación requiere de que ciertos circuitos internos de la tele entren en funcionamiento, en segundo plano, mientras en teoría la tele está apagada, lo que tiene como contrapartida un cierto consumo eléctrico. ¿Es muy elevado?
Pues depende de cada modelo de tele y del tamaño de la diagonal, pero en general estamos hablando de cifras de entre 30 y 50 vatios, como han podido comprobar en este análisis de Rtings donde iban midiendo el consumo eléctrico en funcionamiento y en reposo de diferentes marcas y pantallas OLED.
Puede parecer una cifra importante, pero la realidad es que solo se realiza durante un corto periodo de tiempo generalmente inferior a los 10 minutos y como mucho una o dos veces al día, por lo que el impacto en la factura a final de mes es bajo.
Otros pequeños consumidores de electricidad
Muy bien, pero no todas las teles son OLED y aunque lo sean, hay situaciones donde al apagarlas consumen más de los típicos 0,5-1 vatios que como máximo deberían gastar este tipo de equipos en reposo. ¿Cuáles son los motivos?
Pues hay varios. Para empezar, puede que estén recibiendo actualizaciones del software mientras están en modo de espera, lo que implica un consumo de recursos aunque aparentemente no estén haciendo nada.
Pero también hay modelos que por elección del fabricante o por despiste, dejan la alimentación de los dispositivos USB que conectemos encendida, como pueden ser memorias, discos duros externos, periféricos, etc. Esto va a incrementar aún más el consumo eléctrico y es fácil de comprobar con los dispositivos que tienen luces de estado que nos indican si están siendo alimentados.
Además, en el caso de pantallas conectadas a redes locales de datos, el consumo puede ser algo superior y rondar los 2 vatios frente a los 0,5 vatios típicos, si quedan en modo de espera para recibir órdenes a través de una interfaz WiFi o Ethernet.
Imagen portada | Jose Antonio Carmona
En Xataka Smart Home | Llevo seis años con una Smart TV OLED y ni rastro de quemados: esto es lo que hago para conservarla