A lo largo del año pasado, con el precio de la electricidad disparado, el de los combustibles fósiles por las nubes y sin previsiones de descender en el corto plazo, muchos consumidores se fueron planteando durante el verano sustituir o complementar sus sistemas de calefacción eléctricos, calderas de gas o diésel por estufas de leña tradicionales o mejor aún por las más modernas de pellets.
El cambio parecía lógico, puesto que hasta 2022 la leña y los pellets habían tenido unos precios de lo más competitivo, haciendo que fueran una gran alternativa a los sistemas eléctricos. Sin embargo, en cuanto entró el otoño los precios de estas materias primas comenzaron a dispararse.
Los precios de los pellets siguen por las nubes
Como ya vimos en este artículo, el incremento en la demanda hizo el pasado otoño que los precios de la leña y los pellets subieran incesantemente. El precio medio de los pellets y del hueso de aceituna se incrementó en hasta un 67% en solo un año, pasando a costar el kilo de pellets de menos de 0,30 euros en 2021 a más de 0,50 euros en muchas zonas de España.
Esto implicaba que cada saco de 15 kilos (capacidad habitual para este combustible), rondaba en otoño los 6,5-7,5 euros frente a los poco más de 4,5 euros que costaba en 2021, y siendo conservadores, ya que dependiendo de dónde viviéramos y en qué tienda comprásemos este precio podía ser considerablemente superior.
Este incesante incremento y de cara a afrontar el invierno hizo que el Gobierno tomara medidas. Así, en octubre anunció una rebaja en el IVA del gas que también afectaría a la compra de pellets, briquetas y leña, pasando del 21% al 5%, algo que se notó inicialmente pero que poco a poco se fue desdibujando hasta el punto de que el precio siguió subiendo y ya se ha comido la rebaja del impuesto.
Pero según ha publicado la OCU este mes de enero de 2023 en un estudio donde han realizado un seguimiento al precio medio de los pellets en los últimos meses, actualmente ya se superan los 0,50 euros por kilo y el saco de 15 kilos ronda ya los 8 euros.
Vuelta a los equipos de calefacción eléctricos
¿Qué significa esto? Pues que muchos consumidores que tengan que estar comprando este tipo de materia prima para alimentar sus estufas han visto cómo hay días en los que sale más rentable encender otros sistemas de calefacción eléctricos, como bombas de calor o incluso hay horas en las que también merece más la pena usar los clásicos radiadores eléctricos de aceite o de resistencia simple de toda la vida que consumen una barbaridad de vatios, algo que estudiábamos más a fondo en este artículo.
De hecho, no hay más que pasarse por los comentarios de clientes de algunas tiendas online en relación a diferentes marcas de sacos de pellets, como por ejemplo en esta de Leroy Merlin o en esta otra para ver cada vez con más frecuencia a usuarios que se quejan de este incremento en el precio e incluso se arrepienten de haber comprado una estufa para pasar el otoño-invierno, ya que el supuesto ahorro ya no es tal y costará amortizar la inversión de la estufa más la instalación y el coste de la materia prima.
Si hacemos unos cálculos rápidos para ver cuánto cuesta usar una de estas estufas de pellets con la subida de precios, considerando un consumo medio de entre 1 kilo y 2 kilos de material a la hora (dependiendo de la temperatura y capacidad de la estufa), esto implica entre 50 y 100 sacos de 15 kilos para pasar toda la temporada invernal.
Si tomamos como referencia estos 100 sacos que en 2021 costaban alrededor 4,5 euros cada uno teníamos un coste final de 450 euros para pasar el año. Sin embargo, ahora la misma cantidad de combustible nos costará entre 750-800 euros, es decir 300-350 euros más, una notable diferencia que ha reducido la rentabilidad de este tipo de estufas.
Más información | OCU
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