Con el paso del tiempo, los televisores han obtenido características que pocos se habrían imaginado que presenciaríamos. Traer el cine a casa se ha vuelto hoy día mucho más fácil, sobre todo con todas las tecnologías que podemos encontrar en las Smart TV y proyectores de la actualidad.
La calidad de imagen en las Smart TV es algo que cada vez ha ido a mayores, y en gran parte gracias a las tecnologías que se incluyen en los paneles y procesadores que sacan el máximo partido al trabajo de la inteligencia artificial en escalado de imagen. Además, las teles son cada vez más versátiles. Y es que además de poder ver prácticamente cualquier contenido audiovisual, los usuarios también tienen ahora la opción de descargar aplicaciones, navegar por Internet, jugar a videojuegos, controlar dispositivos inteligentes, y mucho más.
En videojuegos, tener un panel de alta frecuencia nos dará diversas ventajas
Debido a esta versatilidad y sobre todo para determinados casos que mencionaremos a continuación, disponer de un panel con una alta frecuencia de refresco nos puede ayudar a obtener imágenes mucho más fluidas y suaves, una característica muy cotizada últimamente sobre todo en monitores gaming, y que desde hace años se ha ido expandiendo a televisores.
Hasta hace unos años no era muy común contar con televisores con frecuencias verticales de hasta 120 Hz o 144 Hz nativos. ¿La causa? El contenido. Y es que generalmente, es sobretodo en videojuegos cuando podemos llegar a aprovechar la alta tasa de frecuencia de refresco de estos televisores, una característica que suele estar reservada para la gama alta y premium de Smart TV. Sin embargo, no es el único caso en el que podemos aprovechar esta característica.
Antaño no existían videoconsolas que fueran capaces de aprovechar una tasa igual o superior a 120 Hz, debido principalmente a que se necesita un hardware a la altura para poder ejecutar títulos a una tasa de fotogramas superior a 60. En títulos de PC esto lleva siendo una realidad desde hace bastantes años, pero no fue hasta la llegada de PlayStation 5 y Xbox Series X/S cuando esta característica empezó a aprovecharse en consolas.
La alta tasa de frecuencia en paneles, acompañada de tecnologías de VRR (tasa de refresco variable) como AMD FreeSync o NVIDIA G-Sync, nos ayudará a que la frecuencia del panel se sincronice con la tasa de fotogramas del videojuego, obteniendo una experiencia mucho más estable y sin defectos de imagen.
Como mencionábamos antes, contar con una alta tasa de frecuencia de refresco en el panel nos permitirá disfrutar de contenido de forma más fluida. Y es que cuantas más veces se actualice la imagen del panel en un segundo, más oportunidad tendremos de disfrutar de toda la cantidad de fotogramas por segundo del contenido, por lo que nuestros ojos percibirán más información y el contenido se mostrará a un rendimiento superior.
Eso sí, llega un momento en el que nuestros ojos dejarán de notar la diferencia cuando superemos cierta tasa de frecuencia. Esto parece que es algo relativo entre usuarios. Y es que no es extraño encontrar a personas que no noten la diferencia de cuando un contenido se está ejecutando a 60 fps o a 144 fps. Por eso la mejor forma de saberlo es experimentándolo uno mismo.
Ventajas al navegar por los menús de tu sistema operativo y en series y películas
Hay también otras situaciones en las que una mayor frecuencia de refresco en el panel nos puede venir bien. Un ejemplo son las interfaces y menús de nuestra Smart TV. Y es que la navegación por los menús nos resultará mucho más fluida si ésta es compatible con tasas iguales o mayores a 60 fotogramas por segundo. Además, si el televisor o tu reproductor para streaming dispone de tecnologías para igualar la velocidad de fotogramas, cuando reproduzcas contenido como una serie o película, la tasa de fotogramas cambiará para sincronizarse con la tasa del contenido.
Otra tecnología que han comenzado a aprovechar recientemente las plataformas de streaming es la de QMS (Quick Media Switching). Se trata de una característica propia del HDMI 2.1 y que hace que el televisor o dispositivo adapte la frecuencia del panel a la tasa de fotogramas del contenido de forma inmediata y sin parpadeos. Para habilitar esta función, tanto el televisor, como el dispositivo y la plataforma de streaming deben de ser compatibles con la tecnología.
Contar con una alta tasa de frecuencia en el panel y que ésta pueda sincronizarse con la tasa de fotogramas del contenido también hace que podamos visualizar de mejor forma aquellas películas que están grabadas a más de 24 fotogramas por segundo. Algunos ejemplos son ‘Avatar: El sentido del agua’, la trilogía de ‘El Hobbit’, ‘Géminis’ y otras tantas. No suele ser común en el cine grabar a más de 24 fotogramas, por lo que este caso solamente se reserva a unas pocas películas.
Ese efecto de fluidez es algo que de hecho suele crear rechazo entre la comunidad cuando estamos hablando de contenido en series y películas. Llamado coloquialmente como ‘efecto de telenovela’ por la elección de muchas de ellas de grabar a una mayor tasa de fotogramas, suele ser un efecto que pocos quieren mantener en sus televisores, de ahí que se desactiven todo tipo de tecnologías que aumenten de manera artificial la tasa de fotogramas.
Tener un televisor de 120 Hz suele ser una opción ideal para casos en los que queramos evitar el defecto de ‘judder’, el cual aparece cuando la tasa de fotogramas del contenido no está sincronizada con la tasa de frecuencia de refresco del panel. El hecho de que 120 sea múltiplo de 24 nos ayudará a deshacernos de este defecto siempre que el panel funcione a esta tasa. Sin embargo, contar con tecnologías mencionadas antes como la de igualar la velocidad de fotogramas y QMS también nos ayudarán a combatir este defecto.
Hay que probarlo para experimentar el cambio
En definitiva, contar con un televisor que ofrezca una tasa de frecuencia de refresco de 120 Hz o superior nos ayudará a obtener imágenes mucho más fluidas, aunque todo dependerá del contenido y del dispositivo en el que reproduzcamos o ejecutemos ese contenido. A pesar de todos los casos mencionados, el más notorio es en videojuegos que logren aprovechar esta tasa, por lo que si no sueles jugar en el televisor, no será una característica que te acabe cambiando la vida.
Hemos hecho lo que hemos podido para explicar las ventajas de contar con un televisor con alta frecuencia de refresco. Sin embargo, la mejor forma de conocer este tipo de tecnologías es probarlas de primera mano, siendo así cuando realmente nos demos cuenta de lo realmente impresionante que puede ser esta experiencia.
Imagen | Xataka
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