Las ventanas de casa han sido protagonistas en distintos artículos. Hemos repasado curiosidades sobre los cristales tipo bajo emisivo o como "sobrevivir" en domicilios antiguos con cierres viejos por los que se cuela el frío. Pero nunca hemos explicado los distintos tipos de cierres que podemos encontrar en el mercado.
Y es que en las tiendas y en los comercios especializados, hay todo tipo de ventanas y cristaleras con cierres que se adaptan a las necesidades de cada usuario. Por eso vamos a repasar cuales son los más habituales y en qué circunstancias es más adecuado optar por cada uno de ellos.
Cada tipo de cierre tiene unas características sean concretas, y por lo tanto, ofrece una serie de prestaciones distintas. Según el tipo de casa y la instalación general, será más adecuado optar por un tipo de ventana u otra. Por ejemplo, en una habitación pequeña es más adecuada una ventana corredera que una practicable, ya que así ganaremos espacio y evitaremos sustos imprevistos.
Ventanas correderas
Es un tipo de sistema de apertura de ventana que como he citado antes, es ideal para habitaciones o estancias con poco espacio o en las que por ejemplo se van a usar cortinas o estores. Este tipo de cierre permite ganar espacio, pero a cambio tiene un peor aislamiento térmico y acústico y además siempre tendremos la mitad de la ventana ocupada por la una de las hojas
Batiente, practicable o abatible
Son las ventanas clásicas, las de toda la vida. Entre las ventajas que ofrece destaca que tiene un mejor aislamiento térmico y acústico y que además permite abrir la totalidad de la ventana y ganar más espacio para ventilar. Además limpiarlas es más fácil, pero eso sí, hay que tener en cuenta la habitación en la que la vamos a instalar y el tipo de mobiliario y decoración para que las hojas no choquen o molesten.
Ventana fija
Este tipo de ventanas son inamovibles y están destinadas sobretodo asegurar una buena iluminación interior, por lo que suelen tener una gran superficie acristalada. Además, al no poder abrirse o cerrarse lo que asegura este tipo de cierre es un buen aislamiento térmico y acústico.
Oscilobatiente
Es quizás el modelo más popular en la actualidad y de hecho en casa, hemos optado por este sistema de cierre en las ventanas. Este tipo de ventanas son una mezcla de dos tipos de cierre y ofrecen, por lo tanto dos posibilidades: abrir las hojas completamente en modo tradicional o elegir el modo batiente. Por lo tanto, reúnen lo mejor de ambos tipos y ofrecen más posibilidades de apertura para cada situación y tienen cierre hermético.
Osciloparalela
Una ventana no tan habitual, este este tipo que mezcla las posibilidades de una ventana corredera, pero también de una batiente. Ofrecen un peor aislamiento térmico y acústico, pero a cambio ocupan poco espacio y ofrecen distintas posibilidades.
Pivotante
Este tipo de ventana, este tipo de ventana también es poco habitual y su funcionamiento se basa en el uso de un eje central que permite que la ventana gire sobre el mismo y cuando se abre totalmente, la hoja quede en la zona central, dejando libre prácticamente todo el espacio. El problema que tienen es similar al de las abatibles, y es que en la hoja cuando está abierta no moleste en el interior de la casa.
Combinada
También poco habituales, esta tipología de ventanas integran en un solo mecanismo las posibilidades que ofrecen las ventanas correderas, abatibles o por ejemplo las oscilobatientes.
Imagen portada | Aluvalmi
En Xataka SmartHome | Cómo acabar con las ventanas empañadas en casa. Trucos y consejos para lograrlo sin gastar un euro
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